All Your Fault ¦¦ Kookv

05

A la mañana siguiente un beso de buenos días fue lo que le regalo a Taehyung antes de irse, el menor le prometió llevarle un par de galletas horneadas por Taehyung y el asintió emocionado con aquella idea, probar sus deliciosos postres era lo mejor para iniciar un mal día de universidad.

Al llegar estaciono su moto y se detuvo en la entrada, tomo una de las galletas e ingreso al plantel, retomó camino a la cafetería donde vio a Jeongguk besar a su novio, decidió no interrumpir y siguió su camino a la barra de bebidas que tenia la universidad, pidió un batido de fresas y lo pago bebiendo el frío contenido camino a donde sus amigos estaban.

-Buenos días hyung -dijo Jimin y el asintió.

-Hola, Park -comento y miro a Jeongguk quien lo veía atento- Hyung -dijo de nuevo y saco las galletas que le iba a dar a Jeon.

Pero su enojo era mayor que sus ganas de compartir. Sabia que no debía enojarse ya que el era el muy nombrado "cuerno" pero le era inevitable, el le gustaba mucho.

-Oh hyung ¿me da una? -pregunto el pelirrubio y Taehyung negó. 

-No he comido nada desde ayer y muero de hambre, lo siento niño -dijo y continuo comiendo.

La mirada curiosa de Jeongguk lo acorralaba, no mentía, realmente no había comido nada desde ayer debido a la ansiedad que le producían dos cosas.

Uno: el no saber que hacer de proyecto final para su clase de arte barroco y dos.... Su progenitor.

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Salió del cubículo en el que hacia sus necesidades y se fue a lavar las manos, mientras tarareaba una canción levanto la vista hacia el espejo topándose con quien menos quería hacerlo. 

Ahí, frente a el, estaba la persona que se autodenominaba su padre.

Su garganta se seco en ese momento, sus piernas no respondieron ante el llamado de huir y se quedo ahí, quieto tal escultura. 

"Corre, no seas idiota, huye Taehyung ¡huye!"

A pesar de que su subconsciente le gritaba huir no podía hacerlo, sentía sus pies pegados al suelo y el miedo invadirlo ante la mirada tan horrenda que aquel hombre le dedicaba, se fue acercando a paso lento hacia el y lo tomo de la mandíbula, una bomba de malos recuerdos fue lo que lo atormento, había dejado de tenerlos desde hace un par de años, dos de sus mejores años de independización.

Su respiración fue cortada cuando el rostro de aquel hombre se acerco a sus labios, sentía su cuerpo entumecerse por completo, las manos las tenía exageradamente frías y sus ojos se nublaron ante los malos recuerdos. 

-Ayuda....