Capítulo 10

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Naruto estaba tratando de encontrar la forma de poder abrir las celdas, además de ello, estaba muy preocupado por la integridad física de Rock Lee, preguntándose qué cosas estaba siendo obligado hacer por culpa de Gaara.

Ya había pasado mucho rato y ningún de los dos volvía, deseaba con todas sus fuerzas que antes que Gaara, fuera Lee quien cruzara esa puerta. Desesperado, tomaba los barrotes con fuerza, tratando de abrirse paso entre ellos, pero estos no cedían ni un poco, la cerradura era endemoniadamente fuerte. Caminaba de un lado a otro pensativo en que más podría hacer para salir de ahí, pero nada se le ocurría, no había nada con que tratar de forzar la cerradura.

— ¡QUE ALGUIEN ME AYUDE POR FAVOR! ¡QUIEN SEA, AYUDA!

[...]

El eco que formaban sus pasos en el oscuro vacío de los pasadizos creaba un ambiente poco alentador para aquellos dos chicos que buscaban la salida o el paradero del rubio.

— ¿Escuchaste eso? — preguntó Sasuke quedándose quieto para no generar ruido con sus pisadas, Lee lo imitó y por unos segundos más lograron escuchar un poco lejos los gritos de auxilio de alguien.

— ((Qué alguien me ayude por favor... Quien sea))

Ambos jovencitos se miraron sorprendidos, era la voz de Naruto, estaba un poco lejano, pero aún sabían que podían dar con él. Tratando de adivinar, doblaron un par de pasadizos creyendo que de ese lado habían llegado los gritos.

— Yo creo que venían del otro lado

— No, estoy seguro de que venían de este lado

Ambos guardaron silencio y nuevamente se quedaron quietos.

— ((Ayuda)) — Se oía un poco más lejano

Sasuke se maldijo mentalmente porque Lee tenía razón, debía de ir por el otro lado.

— Volvamos — estaba vez estaban seguros que darían con Naruto

[...]

Naruto seguía gritando por ayuda, esperanzado en que alguien escucharía sus gritos. Tenía miedo, tenía un mal presentimiento que cada vez se iba incrementando, quería salir de ahí, quería alejarse lo más que pudiera. Deseaba poder estar en casa, quería darse una ducha y acostarse sobre su cama y dormir, que al despertar todo fuera solo una pesadilla, que Sakura aún estuviera viva y que Sasuke estuviera junto a él.

Se arrepentía de haber hecho aquel viaje, se arrepentía de no haber hecho caso a la advertencia por parte de las autoridades de no alejarse tanto de la ciudad. Rogaba con todas sus fuerzas que al menos Sasuke estuviera vivo y lograra escapar con vida.

Entonces se preguntó, cuántas veces Rock Lee había deseado lo mismo, cuántas veces rogó por poder irse de ahí, cuántas veces sintió miedo de lo que le pudiera pasar y cuantas veces tuvo que presenciar la muerte de tantas personas. Y lloró, no soporto más, se quebró al tratar de ponerse en los zapatos del pelinegro de ojitos redondos.

Sus lamentos eran sonoros y quebrados, el nudo en su garganta dolía debido a la impotencia de no poder salir de aquel lugar.

Entonces, como si el poder de su mente los hubiera llamado, la puerta se abrió estrepitosamente y ante él se pintaron la imagen de Rock Lee y Sasuke.

— ¡Naruto!

— Están aquí — dijo con lágrimas en los ojos y un llanto que se transformó en alivio.

Cuando abrieron la celda, Naruto abrazo con fuerza a Rock Lee, sintiendo pena por su situación, por todo lo que tuvo que pasar.

— Tranquilo, estoy bien — le dijo correspondiendo al abrazo del rubio — no me pasó nada, Sasuke me ayudó.

Naruto miró a Sasuke y no logró descifrar el revoloteo que sintió de solo verlo, era emoción, felicidad, alivio, pero también temor y frustración, porque Sasuke estaba ahí junto a ellos y no fuera, sano y salvo como se supone debería de estar.

— Debemos irnos

— Sasuke... Sakura está

— Sí, ya me lo dijo Lee — Sasuke se dio la vuelta ocultando su rostro de Naruto, no quería que él rubio viera lo mucho que le estaba costando asimilar la noticia, mucho más cuando estaban en una situación como esa.

— Vamos, tenemos que salir de aquí

Los tres, uno armado de un palo de Madera y los otros dos completamente indefensos siguieron a Sasuke. Casi se podían oír el eco de sus pasos apresurados caminando doblando los pasadizos engañosos que solo evitaban su escape, sombras que se formaban en los umbrales.

De pronto retumbo por todo el lugar un gran estruendo, los tres se quedaron completamente quietos, mirándose los unos a los otros, sabiendo que aquel ruido no lo habían generado ellos.

Rock Lee alzó un dedo hacia sus labios, indicándole que no debían de hacer ruido mientras todo su cuerpo empezó a temblar.

*BAM*

Otro fuerte estruendo, como el resonar de un par de puertas cerrándose con fuerza. Debia ser Gaara, estaba buscándolos.

Sasuke se movió lento, evitando hacer ruido con los pies y los otros dos lo siguieron. Siguieron sin hacer mucho ruido, tenia que ser cautelosos hasta que Lee vio algo inusual.

Una extraña línea en una pared que había empezado siendo lisa, pero que se partía en una línea casi fantasmal por el medio. Se detuvo observando con detenimiento. Tocó la pared, nada, tanteo con cuidado y al empujar un poco, la pared se abrió en dos.

El sonido alertó a los otros dos. Se miraron sorprendidos al ver cómo la puerta se abria ante ellos. Sin dudarlo entraron.

Ahí adentro estaba muy oscuro, además, el piso era medio rocoso, con piedras pequeñas que sonaban al pisar. El camino era muy angosto, debían caminar uno detrás del otro de lo contrario no podrían avanzar.

El camino se fue elevando, como si caminaran subiendo una colina. Una pequeña luz se iba haciendo cada vez más fuerte. Lee apresuró el paso, casi corriendo, como si fuera a llegar primero a la línea de meta, su respiración y latidos se aceleraron, cuando alcanzó la luz al final, el panorama de la inmensidad del desierto se pinto completo ante él.

Estaba fuera, era libre.

*Continuará*

Al Final de TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora