Capítulo 6

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Algo había cambiado dentro de él, las palabras de Sakura le habían dado fuerza y le habían hecho recobrar el valor y la voluntad, tenía que escapar de ahí.

Estaba decidido, escaparía de ahí.

Empezó a tocar la puerta de su habitación desde adentro. — Gaara por favor, quiero hablar contigo, por favor — dijo repitiendole muchas veces hasta que Gaara abrió la puerta.

Lee lo miró con ojitos inocentes y llenos de falsa culpa. Intento acercarse a él pero dudo por un segundo deteniéndose a medio camino. Gaara se quedó inmóvil mirando la indecisión de Lee, quien al cabo de unos segundos se acercó dándole un abrazo.

Gaara rodeo con sus brazos la cintura de Lee y apoyo su rostro entre en espacio del cuello y el hombro descubierto de este. Rock Lee en un movimiento rápido, tomó el puñal que Gaara tenía guardado entre su ropa e intentó clavarselo en la espalda.

Gaara adivino las verdaderas intenciones de Lee y se sintió traicionado, lo empujó alejando lo de él, haciéndolo caer de espalda hacia el suelo.

Furioso, golpeó a Lee que estaba en el suelo y con fuerza aplasto con su pie la mano en la que Lee tenía el puñal, escuchó el crugir de los huesos de Lee, quien lastimado grito de dolor.

Gaara se sintió culpable a los pocos segundos. Veía cómo Lee gritaba y se retorcía del dolor. Intentó ayudarle.

Lee seguía llorando y gritando, así que corrió desesperado, debía curar a Lee, salió de la habitación buscando algo con lo cual sanar a Lee, pero para cuando volvió, Lee estaba inconsciente en su habitación, tal vez el incontrolable dolor lo había hecho perder la conciencia.


[...]


Cuando Lee despertó no sabía en dónde estaba, su mente tardó un poco en recordar lo último que sucedió, miro con pesadez su brazo vendado, estaba en otro lugar, acostado sobre una cama, las luces apagadas y sintió el cuerpo de Gaara medio acostado a su lado.

El pelirrojo despertó al poco rato, estaba vestido de manera extraña. Un traje de color rojo tinto y un chaleco gris.

Rock lee se sentía muy mareado, con pesadez, miró su mano lastimada, ahora estaba completamente vendada.

— Tranquilo, te pondrás bien — dijo Gaara como si estuviera en un lugar lejano, pero en realidad estaba a pocos centímetros de él y entonces todo empezó a darle vueltas y nuevamente se quedó dormido.

[...]

Despertó en su habitación, nuevamente en el calabozo. Pensó que todo se trató de un sueño, pero miró su mano y entendió que no se había tratado de un sueño.

Gaara lo había llevado algún otro lugar para que pudiera curar su grave herida, la misma que él había ocasionando.

Se sintió cansado, adolorido, prefirió no moverse.

— Pronto te recuperarás, es lo que han dicho los médicos, Aunque es mejor que guardes reposo.

El solo asintió en forma de respuesta y recibió sin girarse la caricia que Gaara deposito en una de sus mejillas.

Aún tenía mucho sueño.

[...]

Cada día que pasaba se sentía mejor, poco a poco fue recuperando la movilidad de su mano lesionada, pero seguía cuestionandose que es lo que había sucedido, a donde fue que Gaara lo llevó y quien fue la persona que curó sus heridas. Además Gaara portaba un atuendo un poco extraño.

Había algo más, debía existir alguien que ayudaba a Gaara, que sabía lo que estaba sucediendo, de lo contrario no sabría explicar lo que sucedio. Era imposible que alguien no hubiera descubierto al pelirrojo.

— ¿Estas bien?

La cercanía del pelirrojo lo asustó, ni siquiera sintió el momento en el que había ingresado.

— Sí

Gaara extendió una bolsa, dentro habían unos chocolates y bolsas coloridas con snacks. Rock Lee más que observar la bolsa, observó con detenimiento a Gaara, le pareció muy extraño la actitud tan pacífica.

Aceptó la bolsa, agradeció el gesto y bajó la mirada aún consternado por la extraña situación. Gaara no se había movido de su sitio, coloco su mano sobre el cabello de Lee quien volvió a levantar la mirada, quedando sorprendido por el suave rose de unos labios posando se sobre los suyos.

Un beso.

No era su primer beso, la primera vez se había besado por accidente con Tenten mientras corrían escondiéndose de Neji. Apenados cuando eran unos niños, ambos se avergonzar y se rieron de ello. "Nuestro primer beso" habían dicho al mismo tiempo volviendo a reírse. Era el secreto que compartía con la que era su mejor amiga. Le pareció divertido que su primer beso hubiera sido con alguien tan especial como lo era Tenten y su amiga parecía sentirse de igual forma, aunque ella hubiera preferido que sea alguien más, no pareció molestarle el hecho de que fuera Lee.

Entonces lloró, lágrimas empezaron a recorrer sus ojos al recordar tan lindo momento con su amiga que ahora se hallaba muerta por culpa del tipo que ahora lo estaba besando.

Gaara se separó de él un poco sorprendido al ver las lágrimas recorrer las mejillas del pelinegro.

Un sentimiento de tristeza y profundo rechazo vibró en el pecho de Lee, quien se sintió más que vulnerado. Porque un beso era algo mucho más íntimo, un beso representaba un acto de cariño y amor hacia alguien y Lee sentía de todo menos cariño y amor por Gaara.

Bajo su mirada en silencio, quieto, tratando de controlar sus lágrimas. Aún podía ver a Gaara parado a un lado suyo, inmóvil, tal vez incrédulo por lo que había sucedido.

No dijo nada cuando se fue, sólo cerró la puerta y el silencio reinó. Lee dejó la bolsa en el suelo y se acostó sobre la cama, abrazándose a sí mismo, preguntándose cuando acabaría ese encierro, preguntándose cuando podría volver a casa.

Al Final de TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora