IX-V: E

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???

Estaciono el Mercedes a un lado de la acera de la casa y bajo del auto con cuidado, ya que no quiero ocasionar algún rastro o descuido que los lleve hasta mí...al menos, no aún.

El viento está helado y la luna ilumina la calle con su brillo venenoso e intenso, el cual me golpea en el pecho e impacta en el lugar donde se supone que debería estar mi corazón.

Y digo debería, porque es obvio que las cosas como yo...no tenemos corazón.

Me acerco hasta el buzón y saco la nueva nota de mi abrigo, mientras miro por encima de la valla el gran jardín de la casa.

Así que este es el lugar ¿Eh?

Se ve tan acogedor...es una lástima. Realmente, una lástima.

Admiro las torres y una sonrisa ladina se cruza en mi rostro cuando lo veo.

Allí, de espaldas hacia mí y con una chica tomada del brazo, se encuentra el motivo de mi llegada.

Gerard.

¿Debería acercarme y mostrarme ante él?

Presiono mi pie contra la madera, pero de inmediato retrocedo.

No. Así no es como deben ser las cosas.

¡Así no es como lo planeé!

Presiono mi mano contra la madera y solo me limito a observar la pantomima de Gerard con la chica, la cual...de alguna manera se me parece terriblemente conocida.

Agudizo mi vista y algo parece hacer clic en mi cabeza. —¡Ah! Con qué eres tú...¿eh? —Murmuro y la comisura de mis labios tiran hacia arriba en una mueca irónica.

Ella no es tu objetivo, me reclama mi cabeza y solo ladeo la cabeza con la sonrisa pegada a mis labios.

No. Mi objetivo es él.

Tanto tiempo sin vernos...

Tanto tiempo sin verte la cara, mi estimado Gerard. Pero muy pronto...muy pronto volveremos a vernos.

Muy pronto, sabrás quién soy.

Y no sabes con cuántas ansias espero ese día...

Él se voltea incómodo y yo me escondo tras la valla, mientras ahogo mi risa con el puño. —Esta no es la forma de conocernos, no aún. Y no así. Pero muy pronto.

—¿Qué pasa Señor Gerard? —¿Señor? Él tiene de señor lo que yo tengo de decente...lo cual, no es mucho.

—Me pareció sentir a alguien...pero creo que no es nada. Mejor vamos dentro.

Escucho sus pasos de regreso a la casa y solo me alzo sobre la valla cuando la puerta ha sido cerrada.

Una sonrisa se curva en mi cara y miro a la luna.

La venenosa luna.

—Eres tan hermosa como letal. Así como yo...pero espero, que esta vez no arruines mis planes.

Me alejo de la valla después de colocar la carta en el buzón y me dirijo hasta la cámara más cercana. —Sé que no puedes verme ahora...pero quiero que sepas que es mi deseo que lo hagas...solo que...hay que esperar, pero...pronto...muy pronto...

Muevo la mano en dirección al aparato y escucho un leve chasquido eléctrico emanar del mismo.

—¡Así es, hijo de puta! No trates de ser el listo conmigo...aún...aún no sabrás de mí. Todavía...no.

Me monto en el Mercedes y el motor ruge en bienvenida cuando lo enciendo. ¿Ahora a dónde vas a parar? Escucho su voz y solo la ignoro mientras pongo el auto en marcha.

¿Qué a donde voy a parar?

Hasta el fin del mundo.

Y conmigo, ellos también irán.

Caerán.

Y se revelarán.

Pero...Todo esto, es cuestión de tiempo.

Todo esto, es cuestión de tiempo

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House of Wolves [W #01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora