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Scott, Derek y Stiles se encontraban en la clínica veterinaria, habían acudido a Deaton en busca de ayuda y él, sin fallarles, había podido encontrar la forma de rescatar a Erica y Boyd, lo cuál resultó en Isaac siendo casi ahogado en agua helada, sólo para descubrir que los dos lobos se encontraban encerrados en una bóveda en algún sitio en Beacon Hills.

Stiles se sentía cansado, era emocionante pero mentalmente agotador, aún así, él tuvo una pregunta más por hacer.

—Deaton— comenzó Stiles, el Dr. respondió con un tarareo, dándole la señal de que lo estaba escuchando. —¿Conoces alguna clase de criaturas sobrenaturales con ojos plateados?— Preguntó, probando la reacción de Deaton.

Deaton, que estaba limpiando el agua que se había derramado en el suelo, se detuvo. —Ojos plateados— repitió, su lenguaje corporal tenso. —¿Tienes algo más específico?

—Bueno, no.— admitió Stiles con torpeza. Ahora se sentía estúpido. Pero aún no lo reveló todo, había algo que quería mantener durante algún tiempo más. —Hay un chico nuevo en la escuela con brillantes ojos plateados y creo que tal vez sea algo.

Deaton reanudó la limpieza del agua. —No creo que sea una molestia. Deberías dejarlo estar por ahora.

—Eso es lo que dijo Scott.— refunfuñó Stiles. —Pero este chico es importante de alguna manera. Puedo sentirlo.

Y eso, era cierto. Cada vez que Stiles pensaba en el chico de cabello rojizo y ojos plateados, se sentía raro, simplemente no podía quitarse esos dos ojos de la cabeza. Ahora que pensaba en el chico, se dio cuenta de que el cabello del chico era del mismo tono que el de Lydia. Era el mismo pelo de jengibre fresa que le había encantado tanto de ella.

—Bueno, Scott y tú tienen cosas más importantes de las que preocuparse que ese niño. Mientras él no haya hecho nada, entonces no es un problema. Hay un montón de especies sobrenaturales en Beacon Hills viviendo en paz. Solo vamos a ir a por él si llega a hacer algo imprudente.— Deaton recogió el trapeador y el cubo del suelo y los volvió a colocar en la esquina. Hizo un gesto a Stiles para que se fuera. —Dejalo estar, Stiles. Tienes otras cosas de las que preocuparte.

Stiles le dio al veterinario una mirada más antes de salir de la habitación, siguiendo a Scott hasta su camioneta. Deaton tenía razón. Primero tenía que ayudar a Scott a salvar a Erica y Boyd.

❪...❫

Baby estaba aburrido.

Estaba en casa, acostado en su cama sin hacer absolutamente nada.

Su casa era un edificio antiguo, de aproximadamente el siglo dieciocho, ubicado en las afueras de la ciudad. Era un hermoso edificio de madera vieja y piedra blanca. Tenía dos dormitorios, dos baños, una cocina, una sala de estar y un gran jardín trasero. A Baby le encantó. Los edificios antiguos tenían cierto encanto, le recordó a su infancia.

Como planeaba estar aquí un tiempo, Baby había decorado el lugar. Había dejado las vigas visibles en las paredes y el techo, destacándose contra el yeso pintado como una caja torácica. Los cuadros decoraban las paredes azul oscuro de su habitación. Decenas de ellos cubrían las paredes, intercalados con algún que otro dibujo a mano. Cada imagen mostraba a diferentes personas, algunas incluyendo a Baby, otras sin él. Eran recuerdos de diferentes épocas.

El mobiliario habitual ocupaba el espacio del suelo. Un armario de roble sencillo, una cómoda a juego, un escritorio negro sobre el que se sentaba una computadora portátil, combinado con una cómoda silla giratoria; en general, parecía una habitación normal para adolescentes. Y eso era, sin contar las fotos antiguas y la caja llena de armas debajo de la cama doble.

Un zumbido rompió el silencio. Baby se dio la vuelta, tomando su celular y respondiendo la llamada.

—¿Hola?

La voz de Danny se filtró. —Hey Baby, ¿Te enteraste?

—¿Enterarme de qué?

—Esa chica a cuya fiesta fuimos, Heather. Ha desaparecido.

—¿Y...?-Baby puso los ojos en blanco. Llámalo insensible, pero la gente desaparece todo el tiempo. No es como si tuviera algo que hacer al respecto.

—Aparentemente, el último en verla fue Stiles Stilinski. Y él y Scott siempre están metidos en algún lío sobrenatural.

Sí, Danny sabía sobre los sobrenaturales en Beacon Hills. No era tonto. Lo había descubierto. También sabía sobre Baby y no guardaba rencor. Baby deseaba que más personas fueran como él, pero sabía que no sería tan fácil.

—Interesante...— tarareó Baby, no realmente interesado.

—No te mezcles con ellos Baby.— advirtió Danny. —Cosas raras, más allá de lo extraño sobrenatural, siempre le suceden a las personas conectadas a esos dos.

—Estaré bien.— declaró, haciendo a un lado las preocupaciones de Danny. —Me mantendré alejado de ellos. No te preocupes.— Y con eso, colgó.

Pensó por un momento en que podría hacer, y fue entonces cuando su estómago gruñó. Baby suspiró, poniéndose de pie, se quitó la sudadera roja del respaldo de la silla de su escritorio y se dirigió a la puerta.

Iba a cazar.

BABY ✧ Stiles Stilinski Donde viven las historias. Descúbrelo ahora