BABY ✧ Stiles Stilinski

009.

Baby suspiró mientras lo arrastraban de vuelta a la escuela.

—¿Por qué tengo que venir?— Se quejó.

—Porque necesito vigilarte. Podrías salir corriendo y matar a alguien. Y eres un vampiro, nunca habíamos conocido a un vampiro. Así que te necesitamos cerca.— respondió Stiles dándole una breve mirada.

Baby suspiró cuando Stiles se detuvo en el estacionamiento de la escuela. Habían recibido una llamada de Lydia. Otra desaparición y posiblemente otro sacrificio que estaba a punto de ocurrir.

—Entiendo que esto es importante pero, ¿no puedo ir a casa ahora? No es como si pueda hacer algo para ayudarlos.— sé quejó Baby, siendo arrastrado por Stiles quién seguía tirando de su capucha, mientras se dirigían a la sala de música en dónde se encontrarían con Lydia.

—En realidad los vampiros tienen un excelente sentido del olfato, mucho mejor para olfatear emociones y olores personales que cualquier hombre lobo.— explicó Deaton. Los había acompañado para ver si podía probar si realmente era un druida el que estaba detrás de todo esto.

—No me ayudas.— resopló Baby.

Entraron en la sala de música para encontrarse con Lydia junto al piano, una mano temblorosa sostenía su teléfono, mientras que con la otra señaló una marca en la madera.

—Miren esto, hay sangre aquí.

Baby olió la sangre nada más entrar en la habitación y sacudiéndose de las manos de Stiles, cruzó hacia el piano 

En la tapa de las teclas había una marca de arañazo salpicada de sangre seca. Deaton había cogido el teléfono y estaba escuchando la grabación. Un cántico ominoso resonó en el altavoz.

—¿Podemos obtener una copia de esto?— preguntó Deaton. Lydia tomó el teléfono y comenzó a cargar la grabación en su propio teléfono.

—Oye doc, cualquier ayuda podría ser útil.— incitó Stiles. Estaba rebuscando en los cajones de los profesores, buscando cualquier cosa que pudiera ser útil.

—No me llega mucho el olor.— mencionó Baby. —Sólo miedo, ceniza de montaña y el material que el tipo llevaba en su traje.

Deaton pensó por un momento. —Cada agrupación de tres tendría su propio tipo de propósito, su propio poder.— explicó. —Vírgenes, sanadores, filósofos, guerreros.

—Espera, ¿un guerrero podría ser un soldado?— interrumpió Stiles. Levantó una foto del profesor desaparecido con un uniforme del ejército. —Kyle estaba en los cadetes con Boyd.

—¡Eso es!— exclamó Deaton. —Ese es el patrón. ¿Dónde está Boyd ahora?

—Probablemente en casa, intentaré llamarlo.— Stiles sacó su teléfono.

Baby, que había estado observando cómo se desarrollaba todo, se fijó en la expresión de Lydia. —¿Lydia? ¿Tienes algo?— Preguntó.

Ella se sobresaltó. —Oh um, acabo de pensar en alguien más con experiencia militar.

Stiles levantó la vista de su teléfono. —¿Quién?

❪...❫

Habían llegado a la sala de química demasiado tarde. El Sr. Harrison se había ido.

—Esta es una de las muchas posibilidades, podría haberse ido por el día.— intentó Deaton mientras Stiles, Baby y Lydia miraban a su alrededor.

—Sí, ¿sin su maletín?— Stiles dejó el maletín negro sobre el escritorio.

Baby, que estaba revolviendo los papeles del escritorio, se detuvo. —No creo que esa R sea un aprobado.— levantó el examen que tenía una enorme R roja escrita encima.

—Este es una H.—dijo Lydia levantando otro papel.

Deaton cogió los papeles y los dejó caer sobre el escritorio mientras los ordenaba. Hizo una pausa y levantó la vista.

—Ya sabes que druida significa roble sabio. Si el druida iba por el camino equivocado, se decía que el roble sabio se convertía en un roble oscuro.— pareció positivamente asustado mientras explicaba. —También hay un nombre para eso, Darach.— Señaló los papeles del examen que ahora deletreaban la palabra en enormes letras rojas.

—Oh, mierda.— tragó Baby. —Estamos jodidos. Supongo que después de todo, me quedaré con ustedes un tiempo. La seguridad en los números.

—Puedes repetir eso.— murmuró Stiles.

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me alegra qué esta historia les guste tanto como a mí <3