Mi ángel gurdián

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Boruto estaba en su cama dando vueltas,sudando frío. El temor no le dejaba dormir,sentía punzadas en su pecho y le costaba respirar. Miles de terribles escenarios pasaban por su cabeza,tenía que averiguar dónde se encontraba Sarada.
Boruto sabía que a donde estaba Sarada era imposible llegar,al menos para él. Pero tal vez no tanto para su padre. Boruto debía contarle la verdad. Sarada era su amiga,y tal vez él sintiese algo más por ella,pero sus padres estaban sufriendo por no saber nada de su hija en tanto tiempo. Así que Boruto decidió esperar a que amanezca para salir a buscar a Sasuke y contarle sobre Sarada.

Mientras tanto en otro lugar...

Sarada se encontraba en una habitación,a un lado de la habitación había una cama,donde estaba su tío durmiendo,y al otro lado de la habitación se encontraba su cama. Sarada se levantó,al parecer se había desvelado. Se bajó de la cama,se acercó a la cama de su tío,que estaba profundamente dormido,bajó para estar a la altura de la cama y a unos centímetros de su oído susurró tratando de no hacer mucho ruido.

-Tío,¿puedo salir a entrenar? No tengo sueño... -dijo mientras apartaba el largo cabello sin recoger de la cara de él.

-Hmmm,¿pequeña?

-Si,soy yo.

-De acuerdo...ten cuidado...-dijo éste aún dormido mientras se estiraba.

Sarada salió de la casa. A unos cuantos metros estaba el lugar donde siempre entrenaban,enfrente de la puerta mágica. Sarada observó aquella puerta,imaginando cómo estarían las cosas a través de ella. Sabía que si regresaba no volvería a ver a su tío,y ella le tenía demasiado cariño y aprecio como para aceptar eso. También sabía que en realidad estaba muerto,por lo cuál en algún momento iba a presenciar su muerte,y esa idea la aterraba. No quería perderle,él significaba mucho para ella. Era como un hermano y un padre para ella,a pesar de ser su tío. Era su guardián protector. Cuando ella invocaba a los cuervos,sentía la presencia de Itachi a su lado,guiándola. Eso es lo que hacía que ella tuviese confianza en sí misma,que se enfrentara a todo lo que le viniese sin importar el que,pues si tenía a su tío nadie la podía vencer.

Itachi no pudo dormir tranquilo sabiendo que Sarada estaba fuera,así que se levantó y al ver que la cama de enfrente estaba vacía,se convenció de que no fue un sueño,ella había salido.
Itachi se levantó,amarró su pelo y salió de la habitación.

Itachi al no ver a la niña en el patio trasero,supuso dónde debía estar

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Itachi al no ver a la niña en el patio trasero,supuso dónde debía estar. Salió y con las manos en los bolsillos,se dirigió hacia el descampado. Antes de llegar escuchó unos ruidos metálicos,parecían shurikens chocando entre sí. Itachi se acercó sin hacer ruido para no desconcentrar a la joven y la observó apoyado sobre un tronco. Observaba los movimientos de ella,eran realmente ágiles. Itachi la observaba entrenar en silencio porque sabía que su presencia la ponía nerviosa y no lograba hacer sus técnicas correctamente,si ella no sabía que él la observaba se manejaría mejor.
Itachi miró su reloj,marcaban las 02:57 de la madrugada. Itachi recordó que cuándo él tenía la edad de Sarada,también solía salir a entrenar en la madrugada cuando no se encontraba mentalmente bien.
Era consciente de lo que pasaba por la cabeza de ella,pero nada podía hacer él. Si por Itachi fuese,Sarada no tendría porque regresar,pero no es posible.

"No me gusta verla sufrir,pero tendré que acostumbrarme...ya que en algún momento no podré hacer nada ya que yo ya no estaré... Me gustaría poder acompañarla siempre,pero por ahora debo disfrutar su compañía al máximo,y sobre todo enséñale todo lo posible,para que en un futuro se pueda defender sola y no le pase nada..."

-¡Tío Itachi! -exclamó sorprendida la joven.

Ese apodo era música para los oídos de Itachi.

-Venía a ver si estabas bien.

-Si,estoy bien. No tenía sueño y he venido a entrenar.

-Lo sé.

-¿Me escuchaste? Pude jurar que estabas dormido.

-Y lo estaba,sólo que mi sueño no es tan profundo como parece. ¿Te parece si vamos a dormir?

-Vale,he echo demasiadas técnicas en poco tiempo y me he agotado.

Itachi posó su brazo sobre el hombro de la joven,y juntos caminaron de vuelta a la casa. La joven comenzó a bostezar e Itachi sonrió. Ya dentro de la habitación,Sarada dijo.

-Voy al baño y vuelvo,no apagues la lámpara aún que no llevo las gafas.

-Entendido.

La joven salió de la habitación. El baño era perfectamente ordenado,todo estaba donde debía estar. Sarada inmediatamente comprendió de dónde viene su manía con el orden y la simetría de las cosas. Al cabo de un rato salió del baño,al no llevar zapatos no hizo ruido al acercarse a la habitación. Antes de poder entrar,vió Itachi cambiarse de camiseta.
Itachi al descubrirla se tapó rápidamente con la camiseta que se iba a poner.

-¡Sarada! No sabía que estabas ahí,lo siento.

-No,tranquilo,somos familia.-dijo la joven tranquila sin parecer importarle.

Itachi se sintió más tranquilo,él normalmente era un chico muy respetuoso,sobre todo con las mujeres,pero Sarada tenía razón,eran familia.

Sarada ignorando la escena de su tío cambiándose de camiseta,dejó sus gafas encima de la mesilla de noche que separaba su cama de la de él.

-Buenas noches,tío.

-Buenas noche,pequeña.

En busca de mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora