Capítulo 10
Espera… espera, que se me metió un Grey's Anatomy en el ojo
Le había hecho caso, otra vez, a Isadora. No sé cuántas veces más necesitaría sufrir para dejar de hacerle caso. Ella me dijo:
—Necesitas verte Grey's Anatomy, conocerás lo que es dolor.
Y como buena, o tal vez mala, amiga que soy, le hice caso. Busqué la serie en netflix y, con mi poca estabilidad emocional, me vi las primeras once temporadas y el inicio de la número doce, pero me detuve porque me comí varios spoilers. Obviamente terminé peor que antes, sin estabilidad emocional, con ojeras de mapache, con un helado en mis manos, el cabello aún con el gorrito de lana y mi celular en una videollamada con mis amigos, a las una de la madrugada.
—Te odio, Isa. —dije mientras buscaba un pañuelo para sacudir la nariz y quitar los mocos que había en ella.
—No es cierto, tú me amas. —aseguró con una sonrisa.
—Eres cruel. —añadí con enojo.
—Sí es. —afirmó Ian entrando en la conversación. —Me obligó a ver The Flash, las siete temporadas, y no sabes como quedé luego de ver eso.
—No es mi culpa que quisiera que sufrieran tanto como yo. —se defendió. —Pero tranquilos, el sábado en la noche sufrirán más cuando veamos todas las películas de mi querido Dom Toretto, la saga de rápidos y furiosos.
—No es justo. —se quejó Ian haciendo puchero, pero parecía más una sonrisa a través de la pantalla de mi celular.
No. Lo que no es justo es que hayan matado a Derek Shephard luego de que salvara a DOS PERSONAS, eso sí que no es justo. Sin evitarlo, volví a llorar, cada vez que recordaba a los personajes que se habían ido de la serie, lloraba como si fuera la primera vez en verlo o recordarlo.
—¿Irma? —llamó Ian— ¿Qué dices sobre ir a casa de Isadora?
—Espera… espera, que se me metió un Grey's Anatomy en el ojo. —dije secándome las lágrimas que habían caído de mis ojos.
—Exagerada. —se burló la castaña con una sonora carcajada. Sí, riéndose a las una de la madrugada.
Me recompuse y hablé.
—Mi mamá no me dejará salir, solo me dejará si ustedes vienen a mi casa. —respondí arruinando los planes de ambos.
—No importa, podemos ir a tu casa sin problema, aunque puedo asegurar que tu mamá sí te dejaría venir a mi casa. —señaló mirándome con desconfianza.
Sí, tiene razón. No quiero salir de mi casa e ir a otra, las veces que lo hice no me fue para nada bien, entonces no quisiera ir a su casa.
—Sí, es mi papá, ya sabes lo sobreprotector que es. —mentí, pero pude notar que Isadora no se creyó nada— ¿Ya sabemos a quien escogeremos como cuarto integrante del grupo? —inquirí, cambiando el tema.
—De eso quería hablarles. Lo estuve pensando bastante y se me ocurrió la estupenda idea de que busquemos la manera de tener al hijo del director como cuarto integrante. —soltó Ian bostezando.
Negué de inmediato.
—Voy a darte un golpe en la cabeza por pensar eso. —declaró Isadora.
—Pero es que, piénsenlo. Él es uno de los mejores estudiantes de nuestro salón, es hijo del director y, además, es quien le tiró el balde a Irma. Podemos vengarnos y descubrir cosas mientras hacemos el proyecto. —explicó leoncin.
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IRAM
Novela JuvenilDespués de la cuarentena Irma Ramos regresa a la escuela. Luego de tener tantas malas calificaciones y casi no pasar el año tiene claras sus metas: 1- Recuperar su lugar. 2- Demostrar que puede más que todos. 3- No permitir que nadie le gane. Ya...