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Habían pasado ya un par de semanas y Yuri se estaba acostumbrando a la rutina. Se levantaba temprano, desayunaba con sus padres, luego se despedía de ellos y se iba a la escuela para sentirse semi miserable hasta que era tiempo del receso, donde se encontraba con sus amigos en los pasillos, camino a sus siguientes clases. Porque, sí, ya los podía llamar amigos, y estaba muy feliz por eso.

Con el pasar de los días había conocido mejor a cada uno de los chicos, Sara era muy dulce, siempre pendiente de todos y amorosa con su hermano, era también muy bromista, podría pasarse todo el día jugando con Emil y a veces se unía a Mila para molestar a Yuri; Emil simplemente era un entusiasta, era la persona más positiva que Yuri había conocido, además de ser un excelente amigo; Michele era un gruñón, pero en un buen sentido, era algo así como el padre del grupo, y Sara y Emil sus bebés, definitivamente; Georgi era simplemente el rey del drama, un romántico sin remedio y por último pero no menos importante Yuri ya conocía a Mila, y su concepto de ella era sencillo, Mila era la chica más molesta de todo el jodido planeta.

Aunque, claro, le faltaba una persona. Otabek Altin también formaba parte de su grupo de amigos, aunque Yuri no sabía mucho de él. Okay, no sabía nada, en realidad. Siempre se sienta frente a él, pero nunca le ha dicho nada más que "hola" y "gracias", y eso último fue porque el rubio le regaló una servilleta.

Se sentía un poco frustrado, siendo honestos, Otabek parecía genial, era ese tipo de chico del cual tú definitivamente querías saber más. Era un misterio, solo se sentaba con sus amigos, escuchaba en silencio y a veces (si tenías suerte) se reía de alguna broma, dejando de lado esa expresión intimidante para mostrar una sonrisa perfecta... que dura dos segundos, y luego la expresión seria regresa. Mila había definido a Otabek como un completo nerd, pero Yuri no podría creer algo así, es decir, imposible. El moreno usaba chaquetas de cuero, pantalones ajustados, camisetas viejas de algunas bandas, botas oscuras y guantes, él obviamente no era un nerd. De tan solo pensarlo, Yuri podía carcajearse.

Pero aún así sentía curiosidad por saber más, aunque no sabía como acercarse. Una vez el moreno fue con una camiseta de Placebo, y Yuri sintió unas enormes ganas de sacar todo su lado fanboy y decirle que a él también le gustaba mucho esa banda. Pero no se atrevió. También quiso entablar una conversación preguntándole donde compraba sus chaquetas de cuero, pero una vez más no se atrevió. 

Se negó a pedirle ayuda a Mila o siquiera preguntarle sobre Otabek, porque la pelirroja podía ser demasiado molesta en ocasiones.

Como en ese preciso momento que estaban en el almuerzo y ella no paraba de parlotear sobre el chico nuevo que había llegado a su equipo de patinaje, quien al parecer era de Canadá. Sara le escuchaba atenta, chillando con ella cuando su relato se ponía emocionante, mientras que Michele las veía con clara molestia. Yuri por su parte hablaba con Georgi y Emil, riendo ante el drama que estaba armando el pelinegro, todo gracias a una chica que le tenía flechado. Otabek llegó rato después, desplomándose en su asiento habitual, masticando un sandwich sin ganas. Emil, sentado a su lado, es el primero en advertir su malhumor, por lo que pasa un brazo por sus hombros, intentando animarle.

— Hey, buddy, ¿Por qué tienes la cara más larga que de costumbre? — Al escuchar eso, las chicas dejan de lado su conversación y le ponen atención a Otabek, al igual que el resto.

— Umh, no es nada, solo me está yendo un poco mal en inglés.— El moreno se encoje de hombros, como restándole importancia. Emil suelta una risita.

— ¿Y por eso tienes esa cara de afligido? Ay, Otabek, no te preocupes, ya te acostumbrarás. La primera vez que reprobé en matemáticas me sentí muy mal, ahora, en cambio, cuando saco más de un cuatro* me siento como un genio.— El checo le sonríe a su amigo, quien ríe entre dientes.

— Es distinto, Emil.— Sara mira con obviedad a su amigo, con Michele asintiendo a sus palabras, apoyándola.

— Pero puedes arreglarlo fácil, consíguete un tutor.— Georgi le sonríe, a la vez que los ojos de Mila se iluminan.

— ¡Yo conozco al tutor perfecto!— La pelirroja se pone recta en su asiento, llamando la atención de todos en la mesa. Otabek le ve intrigado, y ella sonríe con malicia, dejando un mal presentimiento en Sara.— ¡Yuri!

La reacción en dos de sus amigos es instantánea, porque el rubio suelta una exclamación de desconcierto a la vez que Sara mira a Mila con una ceja alzada, lista para regañarla. Otabek se muestra igual de desconcertado, aunque no lo hace tan evidente.

— ¡¿Qué dices, bruja?! ¿Cuándo he sido yo un tutor?— Yuri frunce el ceño, sin querer ver a Otabek.

— Yuri, hablas inglés desde que tienes un año de vida, obviamente puedes enseñarle a Otabek, ¿No es así?

El rubio siente sus mejillas arder, sin saber qué decir. Es cierto que maneja muy bien el inglés, pues es lo que más se habla en su hogar al ser sus padres tan distintos. De hecho Yuri desde pequeño que aprendió tanto el inglés como el japonés y ruso, además de un poco de otros idiomas. Pero aún así le daba vergüenza pensar en enseñarle a alguien más, sobre todo si se trataba de Otabek.

— Vamos, Yuri, no dejarás que Otabebé repruebe inglés, ¿No es así?— Emil le sonríe al rubio, a la vez que recibe una mirada asesina por parte de Altin. Yuri se siente incómodo con la mirada de todos sobre él, así que, guiado por la presión social, dirige sus ojos hasta Otabek, sonriéndole.

— Claro que puedo ayudarte, Otabek.

El moreno le muestra una genuina sonrisa, a la vez que le agradece un montón de veces. Mila ve la escena satisfecha, sonriendo enormemente incluso cuando siente la mirada molesta de Sara, junto con el empujón que le dio, un claro mensaje de "Dijiste que no te ibas a meter". La pelirroja le ignora y sigue con su plan, fijándose en su rubio amigo, quien dejó de lado la vergüenza y ahora bebe algo de jugo.

— Oh, Yuri, entonces como serás el tutor de Otabek, ¿No crees que deberías llevarlo a tu casa?

La pelirroja codea a su amigo, quien con solo imaginarse la escena de Otabek en su casa, con su padre, juntos en un mismo lugar, el moreno con pinta de chico malo y su padre sobreprotector... No puede evitar atorarse con su bebida, tosiendo sin control.

Sus amigos ven su reacción con desconcierto, aunque quedan aún más confundidos al ver como Sara le pega a Mila en la cabeza, sin explicación alguna.

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Placebo en la multimedia porque me gustan mucho sus canciones sip, tw en el video musical, su1cidio. Anyways, gracias por leer 🌻

Cinco Pasos para Enamorar al Amigo de Mila  {otayuri}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora