Cinco Pasos para Enamorar al Amigo de Mila {otayuri}

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N°2: Avanza en la relación

Si ya sabes que quiere el gatito, será mucho más fácil avanzar con él. Debes ir lento, por supuesto haciendo solo lo que a él le agrade, como pasar más tiempo juntos, ir de a poco. Por favor no asustes a Yurio, y por sobre todo, ni se te ocurra ir a su casa, confía en mi ❤

🌻

Otabek ve con confusión el papel con la perfecta caligrafía de Mila. Siendo honestos, no entendía a qué se refería la rusa, y ya estaba comenzando a desconfiar de sus "infalibles" cinco pasos. Aún así, con toda la duda del mundo, ideó un plan, algo que hacer con Yuri y poder acercarse un poco.

Estaba esperándolo fuera de su salón, para que ambos fueran a la biblioteca del centro, para estudiar inglés y de paso algo de matemáticas. Era viernes, y Otabek se sentía suertudo, listo para avanzar un poco más en el enamoramiento de Yura.

Y justo cuando tuvo ese pensamiento, escuchó el timbre anunciando la salida. Yuri tardó solo un par de segundos en estar a su lado, saludándole ansioso, listo para irse de una vez por todas.

— ¿Qué tal las clases?—Yuri suelta un gruñido molesto, arrastrando su mochila con desgano. Otabek no puede evitar acordarse de su hermanita.

— La escuela es estúpida y el maestro es un idiota, solo eso te voy a decir.

— ¿Tan mal te fue en tu exámen?—Otabek alza una ceja, Yuri infla sus mejillas.

— Como la mierda.

El kazajo hace una mueca, sintiendo el fastidio en la voz de Yuri. Toma la mochila del menor y la pone en su brazo, a la vez que abraza a su amigo, apegándolo contra él.

— Es por eso que hoy vamos a estudiar juntos, luego tendrás un diez.

Yuri suelta una risa, asintiendo.

🌻

— Espera, espera, más lento. Mira, no entiendo, ¿Cómo voy a calcular algo con un i? Mierda, que no tiene sentido...

Otabek intenta no soltar una risa, viendo el ceño fruncido de Yuri, a la vez que golpea la mesa con su lápiz. El kazajo le sonríe comprensivo, sacando a flote su enorme paciencia.

— Son número imaginarios, Yuri. Adquieren valor cuando están elevados a otro número, ya sabes, si es dos resulta -1 y así... —Yuri recuesta su cabeza sobre la mesa, con cansancio.

— ¿Qué estaba pensando el idiota que inventó los números imaginarios?

— No nos interesa eso, Yuri, el punto ahora es que aprendas a resolver ejercicios con imaginarios.

— ¿Y de qué mierda me sirve? Ni siquiera puedo ir a comprar con esto, "Disculpe, ¿Me da dos i elevado a seis de tomate?"—Otabek suelta una risita, negando con la cabeza.

— Si supieras usarlos, te darías cuenta de que lo que acabas de decir te da un resultado negativo, Yuri.

— Cállate, ya me cansé, ya veré que hago. 

Otabek vuelve a negar con la cabeza, empezando a guardar sus cosas. Si Yuri estaba desanimado no podrían seguir, pues no tenía caso. El rubio le ve aún tirado sobre la mesa, mientras refunfuña.

— Ya, vamos a comer algo, ¿Seguimos mañana?

Yuri tarda un segundo en ponerse de pie, recobrando su buen humor. Guarda todo en su mochila, sin importarle si algo se golpea o pierde en el desorden que tiene dentro, acomodando su chaqueta antes de bajar las escaleras de dos en dos. Poco después, Otabek se dio cuenta de que Yuri le estuvo manipulando con esa faceta de chico derrotado, para no estudiar.