Cinco Pasos para Enamorar al Amigo de Mila {otayuri}

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N°1: Entiende su interés amoroso

Yuri es el gato más complicado que podrías encontrar en tu vida. Es por eso que debes entenderlo antes de intentar cualquier cosa, tienes que saber qué quiere y qué no, cual es su visión sobre el romance. Obviamente no será fácil, supongo que si de verdad te gusta el gatito tendrás que hacer sacrificios ¯\_(ツ)_/¯

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Ese día, luego de un intenso fin de semana en que estuvo repasando los cinco pasos que Mila escribió para él, estaba listo para comenzar. Nunca en toda su existencia había estado más nervioso, ni siquiera cuando era pequeño y nació su hermanita. Es que en tan solo pensar sus planes ya se estaba muriendo, nunca había sido bueno con la gente.

Es por eso que se había enamorado de Yura, de hecho, y es que no puede comprender cómo, pero de un momento a otro, ya eran amigos. En sus 17 años eso nunca le había ocurrido, y fue en ese momento en que pudo entender que Yuri era especial, todo era fácil a su lado, podía decirle cuan difícil fue dejar Kazajistán, podía extrañar a su familia con él, incluso le podía revelar ese vergonzoso secreto de que le gustaba hacer de dj... y los osos de felpa.

Otabek Altin estaba seguro, amaba a Yuri Nikiforov, y haría hasta lo imposible para que él le ame.

Obviamente su determinación seguía intacta cuando llegó la hora de almuerzo y vio al rubio esperando junto a los demás, con un montón de comida en su bandeja. Otabek estaba decidido, mas los nervios de ver la hermosa sonrisa del rubio le jugaron en contra, dejándole con un fuerte sonrojo en el rostro. Mila le veía con una enorme sonrisa, aumentando el calor en sus mejillas. Yuri le miró preocupado, posando una de sus delicadas manos en su frente, sin saber que eso podría matar al moreno.

— Beka, ¿Estás bien?—Yuri veía consternado a su amigo, tocando su frente para saber si tenía fiebre. Otabek aguanta las ganas de morir ahí en medio de la cafetería, sintiendo las suaves manos de su amigo.

— Está bien, Yura, no es nada.

— Oh, creo que Otabebé tiene fiebre.—Mila comenta algo divertida, siendo seguida por Georgi, quien comparte su sonrisa.

— Mila tiene razón, deberían ir a tomar aire, o quizás a la enfermería.

Sara se cubre el rostro, completamente avergonzada y furiosa con sus amigos. Intenta contar hasta diez antes de golpearlos a ambos, porque recuerda muy bien haberles dicho que no se metieran entre Otabek y Yuri. Emil por su parte, completamente ajeno al plan malévolo entre el ruso y la pelirroja, les apoya.

— Es cierto, sería mejor que fueran a un lugar más tranquilo.

Entre la insistencia de todos, Yuri se pone de pie y toma su emparedado y su jugo, sonriéndole a Otabek para irse. El moreno le sigue, no sin antes voltearse y enviarle una mirada de profundo odio a sus amigos. Mila ni se inmuta, sonriendo emocionada y alzando sus pulgares hacia el kazajo, al igual que Georgi.

En cuanto Yuri y Otabek salen de su campo de vista, Sara le pega a Mila y Georgi con su cuchara, siendo apoyada por su hermano y la estridente risa de Emil.

🌻

Una vez fuera de la cafetería, Yuri decide ir junto a Otabek a las mesas del patio, esperando que la brisa ayude en algo a su amigo. El moreno le sonríe agradecido, sentándose a su lado para compartir audífonos, igual que siempre. Mientras pasan los minutos, Otabek deja de lado toda vergüenza, hasta el punto de casi olvidar su plan. Mientras hablaban de todo y nada, una pareja demasiado acaramelada pasaba frente a ellos, provocando una mueca en el rostro del ruso.