Peca 6

273 35 10
                                    



Día 6: La OTP se arregla tras su primera pelea fuerte

Años antes

Cuando la gente decía que un rompimiento se vivía como la pérdida de un ser querido, no estaba bromeando.

Shinsou siempre creyó que era una exageración, que a la gente solo le gustaba hacer drama de todo y que, si en algún momento rompía con Izuku, estaría bien con ello, mientras ambos estuvieran de acuerdo. Claro que esperaba que le doliera un poco, y quizá hasta lloraría si ocurría, pero que después de una sana resignación, podría salir como si nada hubiera pasado.

Estaba preparado para ello, si ocurría.

No estaba preparado para sentirse como una mierda absoluta.

La luz le lastimaba los ojos, así que no había abierto las cortinas, a pesar de que ya casi daban las cinco de la tarde. La garganta de ardía, quizá por todos los sollozos que había soltado a lo largo de las noches sin dormir.

Porque no había dormido nada en los últimos días. Ni siquiera había salido de su habitación.

Estaba envuelto en una sudadera y un pantalón de gatitos que formaba parte de un pijama de dos piezas. La otra, la parte de arriba, la tenía Izuku. Apenas había salido de la cama para ir al baño, para darse una ducha -el día anterior- y para atiborrarse de comida chatarra que más tarde vomitaría. Su habitación seguramente estaría hecha un asco también, considerando que no se había preocupado por colocar la basura y la ropa sucia en su lugar.

Su cabeza daba vueltas la mayor parte del tiempo, los ojos le ardían después de horas y horas llorando mientras se aferraba al peluche de conejo que Izu le obsequió en su cumpleaños, y, como la cereza del pastel, tenía hambre, pero al mismo tiempo, apenas el olor de la comida llegaba a su nariz, le provocaba tantas nauseas que debía de correr al baño del dormitorio para vaciar lo poco que aún quedaba en su estómago.

Sorbió la nariz.

Y apenas habían pasado cuatro días.

Mierda.

Nuevas lagrimas se acumularon en sus ojos mientras pensada en eso.

Cuatro días.

Cuatro días desde que había terminado su relación con Izuku.

¿Por qué se sentía como si llevara años sumergido en la más profunda agonía?

Sollozó, enterrando su rostro enrojecido por el llanto en el adorable conejo que apestaba a lagrimas saladas y recuerdos dulces.

¿En qué momento creyó que sería buena idea terminar con él?

Recordaba haber recibido la noticia de que la editorial para la que comenzó a trabajar requeriría sus servicios por otro año, como quien recibe una sentencia de muerte. Era una oportunidad de oro, y solo un imbécil se negaría. Lo sabía.

Pero también sabía que no podía pedirle a Izuku que lo esperara por otro año.

Ni siquiera era capaz de pensar con claridad cuando le comunicó la noticia su novio. Y se sintió tan destrozado cuando vio al sol de sus días aguantarse las lágrimas mientras lo felicitaba con un rostro engañosamente alegre, cuando por dentro seguramente se estaba sintiendo tan mal como él.

Y las palabras habían abandonado su boca antes de que pudiera detenerlas;

—Deberíamos terminar —No tenía palabras para describir el sentimiento de autodesprecio que embargo su cuerpo cuando la carita de Izuku, horrorizada, le devolvió la mirada a través de la cámara de video.

31 Pecas [ShinDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora