Red ||Pausada||

Jayden

¿Sabes que es lo más raro de este lugar? -Lessa murmuró inclinada contra el pequeño mostrador en la librería de mi tía Dane. Nos encontrabamos las dos solas, esperando el regreso de Sarah, quien había salido en busca de algo de comer.

Levanté la mirada para dar con la grisácea de Lessa, quien miraba hacia mi sobre su hombro.

- ¿Qué?

- Las personas -dijo, reí por lo bajo-. Dios, te miran como si no hubieran visto a una sola persona en años. No, es como si tuvieran miedo por ti. Es escalofriante.

-te dije sobre ello -le dije-. Toda la rareza de este pueblo es debido a las personas.

Lessa bufó, y yo devolví la vista al libro que mantenía inherte sobre mi regazo. Ya que no venían demasiadas personas, había optado por pasar el tiempo leyendo algo, cualquier cosa. Mientras mantenía la vista enfocada en las letras plasmadas en el libro, escuché a Lessa seguir hablando.

-tal vez... Sin embargo, llámame loca si quieres, creo hay algo que debio alterarlas demasiado -murmuró, me detuve de poner los ojos en blanco , y en su lugar levante la mirada para ponerla sobre ella. Lessa miraba al otro lado de la puerta de cristal, sin ver realmente a nadie-. La manera tan desconfiada de mirarte... No lo sé Brooke, da miedo de verdad.

Suspire con pesadez, y el libro que había mantenido abierto en mi regazo fue nuevamente cerrado. Lessa me miró.

-es tu segundo día aquí Lessa -dije con un poco de condescendencia-. Si te sirve de algo, han sido de esa forma desde que puedo recordar. Yo aún no puedo acostumbrarme.

Los rosados labios de Lessa se apretaron en una fina línea, y supe que, al igual que siempre que se trataba de temas misteriosos, ella dudaba si creerme. Gracias a dios, antes de que pudiera presentar otro de sus elaborados argumentos, la campanilla de la puerta tintineo y la atención de ambas se volvió hacia el nuevo visitante, quien entró parloteando con suma familiaridad.

-He salido tan pronto recibí tu mensaje, y déjame decirte que no creo... -Las palabras murieron en su boca en cuanto levantó la mirada del celular en su mano y se encontro con nuestras miradas expentantes. Pude escuchar el débil suspiro/jadeo de Lessa, rindiendose ante la belleza masculina que teniamos frente a nosotras. Escanee al chico frente a nosotras con rapidez y discreción, notando su alborotado cabello rubio, su piel clara, los seis centímetros que lo hacían más alto que yo y Lessa, luego, finalmente, su rostro: rasgos definidos que le daban esa apariencia de masculinidad y al mismo tiempo de inocencia, labios delgados, nariz ligeramente curveada, y en sus ojos varios tonos de azul que saltaban de lessa hasta a mi avergonzados-... oh, hola

-hola

Lessa respondió con una peculiar sonrisa formandose en sus labios rosa mexicano.

-yo, eh... lo siento, creí que Sarah se encontraría aquí.

Nos explicó. A un lado de mi, la expresión de Lessa parecio perder un poco de intensidad, y sus ojos un poco de brillo. Si este chico era el novio de Sarah, ella definitivamente acababa de perder cualquier tipo de oportunidad.

-ella salió por algo que comer-tomé el control de la conversación-. No creo que tarde demasiado, por si quieres esperarla.

El chico asintió, y no perdió tiempo alguno antes de moverse hacia una de las mesas redondas. Se sentó frente a una, con sus piernas estiradas hacia delante y los brazos cruzados a la altura de su pecho.

- ¿y quien eres tú, por cierto?

Presione mis labios antes de contestar.

-soy Brooke -dije a secas, y luego señale a Lessa-, y ella es Lessa.

-¿Brooke? -Él inquirió, sus ojos me miraban llenos de incredulidad y sorpresa-. ¿Cómo Brooke Ryder?

Frunci el ceño, preguntandome interiormente como este desconocido sabía mi nombre, pero aún así asenti en respuesta.

- ¿Cómo sabes quien soy?

Un risa salió de su boca, y mis ojos se dirigieron a Lessa, quien tenía la misma expresión confusa que yo. ¿Quién demonios era este chico?

-Soy Jayden, Jayden Lethwood ¿me recuerdas? -Mi entrecejo se arrugo, y yo no podía recordar a ningún Jayden Lethwood. Lo escanee de nuevo, bajo su mirada divertida y alegre, luego, finalmente lo recorde.

-oh por dios -murmure, sorprendida. Jayden rio, y yo mordí mi labio. No podía creer que hubiera olvidado a este chico, quiero decir, una chica nunca olvida su primer beso ¿cierto?. Y además, él era el mejor amigo de Sarah. Toda mi brusquedad se desvaneció-. Estás tan... diferente
Y era cierto, Jayden había pasado de ser un escualido y flacucho niño de 13 a... bueno, un hombre malditamente guapo

— se llama pubertad Ryder—dijo, y yo sonreí a medias, antes de que Lessa carraspeara a un lado de mi.

— bueno, estoy empezando a sentirme fuera de lugar aquí.

Murmuró con una sonrisa incomoda, reí y Jayden también lo hizo.

— lessa, él es Jayden, el mejor amigo de Sarah —Le presente, los ojos grises de Lessa volvieron a brillar.

— es un placer lessa —Jayden titubeo un poco, y sus mejillas adquirieron un endeble tono rosa. Me mordí el labio para retener mi risa— . Soy Jayden

— Lo sé, lo dijiste hace unos momentos —Ella murmuró con una sonrisa.

En el momento exacto, la campanilla de la puerta de entrada volvió a sonar. Tan pronto sus ojos nos notaron, una sonrisa se extendió por los labios de Sarah.

— Jay, ya conociste a Lessa—Sarah le dijo al chico, y este se limitó a mirar a Lessa y sonreír—, y seguro que recuerdas a Brooke.

— claro, pero ella no parecía recordarme a mi —Jayden bromeó, y yo entorne los ojos con una expresión divertida.

— claro, si —espete y volvi mi mirada suplicante a Sarah—Por favor dime que has traido comida.

Y en efecto, ella lo había hecho. Puso dos bolsas de papel sobre el mostrador, con el logo de Joy's plasmado en ellas. Un olor a pan y especias lleno mis fosas nasales, y casi al instante sentí a mi estómago gruñir necesitado.

— woah, un poco más y me hubieras comido —Lessa bromeó ante el sonido hecho por mi hambriento estómago. Sarah y Jayden rieron, incluso una media sonrisa se colo en mis labios.

—bueno, no sé ustedes —sarah murmuro—, pero yo muero de hambre.

Y nada más así, empezamos a sacar la comida de las bolsas.