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La mañana siguiente me levante cerca de las nueve y treinta. Me bañe y vestí rápidamente, cepillando mi cabello antes de hacer mi camino fuera de mi habitación hacia el primer piso. Tía Dane se encontraba en la cocina, preparando algo de lo que para mí olía a sus muy famosos desayunos. La suave melodía de lo que sonaba a una tranquila canción clásica inundaba todo el ambiente en la primera planta; sarah revoloteaba por toda la cocina, poniendo platos y cubiertos en nuestros asientos designados en la mesa; Lessa a su vez, llenaba nuestros vasos con el contenido naranja de una jarra de cristal. Frote mis manos en la tela de mis shorts mientras me unía a ellas en la cocina con una sonrisa extrañada y divertida.
- ¿puedo ayudar en algo? -pregunte, pues me sentía una tanto extraña siendo la única que no ayudaba.
-oh, Brooke, claro -Tía Dane me recibió con una sonrisa cuando me miro, girando el encendedor para apagar el fuego de la estufa-. Podrías ayudarme a servir.
Asentí caminando directamente hacia ella, tomando uno de los platos en la mesa antes de parar. Serví una porción justa en cada plato, volviéndolos a poner en su lugar cuando terminaba. El desayuno estuvo listo en pocos minutos, y las cuatro nos sentamos alrededor de la mesa dispuestas a empezar a comer.
- esto esta delicioso, Sra. Ricci -Lessa sonreía con deleite tras haber probado su primer bocado, y una sonido de sumo placer salio de sus labios. Sonreí antes de llevar una porción a mi boca. Como todo lo que tía Dane preparaba, estaba delicioso.
-Me alegra que te guste, querida -Ella le sonrió a Lessa de vuelta-, y puedes llamarme Tía Dane, no hacen falta tantas formalidades.
Lessa se sonrojo y asintió hacia ella con una tímida sonrisa. No la culpaba, toda la cordial amabilidad de tía Dane constantemente hacía sentir a las personas demasiado tímidas.
-entonces, Brooke -lleve mi mirada hasta Sarah-. ¿Qué tal te fue ayer en tu cita, eh?
- ¿una cita? -La cara de tía Dane se iluminó inmediato a las palabras de Sarah y mis labios se abrieron mientras le lanzaba una mirada mortal a la rubia-. ¡oh, cariño eso es maravilloso!¿Quién fue el afortunado?
- Nathan Weasley -aportó Lessa, que al parecer al igual que Sarah disfrutaba de ver la verguenza tatuada en mi rostro.
- ¿el hermano de la pequeña Emma?-pregunto Tía Dane, obteniendo un asentimiento de sarah en respuesta-. Ese es un gran chico, Brooke cariño, harían una hermosa pareja juntos.
- solo hemos salido una vez Tía Dane-murmure acompañada de una sonrisa apretada, mientras que su maduro rostro lucía como si acabara de anunciarle nuestro compromiso.
- pero apuesto que él se lo pedirá otra vez-Sarah intervino otra vez, con una enorme sonrisa en sus labios. Apreté los dientes, amenazandola con la mirada.
- seria un tonto si no lo hiciera -acordó tía Dane-. Brooke es una muchacha muy guapa.
Su comentario calentó mis mejillas, y pude escuchar a Lessa tratando de contener la risa a un lado de mí.
-ellos deberían salir
De nueva cuenta Sarah insistio, y de nueva la amenze con la mirada, por encima del vaso de jugo que había llevado a mis labios.
- tendrían unos hijos muy bonitos juntos
El líquido naranja se atoro en mi garganta y me atragante, ahogandome en una escandalosa tos. Lessa a mi lado reía desvergonzadamente al igual que Sarah, mientras tía Dane se inclinaba para dar golpecitos en mi espalda-. ¿Cariño te encuentras bien?
Asentí, jadeando para recuperar un poco de aire. Mi cara se sentía más roja de lo que alguna vez había estado.
- apenas lo conozco-espete espantada ante la idea-, como el infierno que no habrá niños.
- lenguaje, Brooke -me reprendió tía Dane frunciendo el ceño. Aprete mis labios.
- lo siento
Lessa se esforzó en volver a respirar con calma a mi lado, sarah ahora solo sonreía, mientras yo mentalmente planeaba mi manera de desquitarme con ella. Con ambas. No podía creer que sarah hubiera dicho eso enfrente de Tía Dane, conociendola tanto como la conocía.
La mirada de Lessa se encontró con la mía, negué débilmente con la cabeza, articulando sin sonido la palabra "traidora." La muy sinvergüenza sonrió.
- ¿y qué hay de ti querida Lessa?-Lessa miro a mi tía sin comprender-. Tengo entendido que saldrás esta tarde con Jayden.
Mire a mi traidora mejor amiga con sorpresa e indignación, exigiendole con la mirada una explícita explicación. Ellla me miro en disculpa y le sonrió a la mujer frente a nosotras.
- sí, o al menos eso es lo que él dijo -Tía Dane, al igual que su hija, sonrió
- Jayden es un gran chico -Ella sonrió con cariño-, estoy segura de que no te vas a arrepentir.
- y además a él le gustas -aporto Sarah, sonriéndole abiertamente a lessa-, tal vez puedas convencer a Brooke de rendirse ante unos cuantos niños.
- oh, yo estoy segura de que ella lo hará -Lessa dijo en respuesta, una sonrisa cómplice se formo en sus labios-, pero no creo que sea con Nate.
Lessa sonrió, y yo me sonroje. Un tono más allá del rojo. Si, ella era una completa traidora.
- pero tu y jayden -volvió a hablar tía Dane sonriendo con aprobación-, serian encantadores. Esperaba que Sarah terminara saliendo con él, pero ella es simplemente demasiado terca.
Las mejillas de la susodicha se sonrojaron con fuerza mientras miraba a su progenitora. Contuve la risa dentro de mi, aunque internamente me alegraba por su pequeño momento de vergüenza.
- mamá
Sarah siseo
- bueno, bueno -Tía Dane sonrió sin nada de culpa en su rostro-, ¿qué se le va a hacer?
Continuamos comiendo después de eso, y tras terminar nos encargamos de limpiar mientras que tía Dane se marchaba a la librería. Subí a la habitación de lessa después de terminar, indignada por el hecho de que ella no me había contado nada acerca de su cita con Jayden.
Abrí la puerta y entre, encontrandola inmediatamente sacando ropa de su maleta LV. Me pare detrás de ella con los brazos en jarra y golpeteando el suelo con la suela de mi zapato.
Lessa giro sobre sus pies con una mirada arrepentida en su rostro
- yo iba a decirtelo -se defendió a si misma y yo arquee una ceja-, de verdad, pero cuando fui a tu habitación estabas dormida y yo no quise despertarte.
-¿desde cuando?
-¡oh, vamos!
Bufe y revolotee los ojos, negando con la cabeza.
-¿a donde iran?
-no lo sé -Lessa respondió, surcando sus labios con una sonrisa entusiasmada-, lo cierto es que no importa mucho el lugar, ¿sabes?
Una de mis cejas se arqueo hacia arriba con un atisbo de sorpresa
-¿tanto así?
Lessa sonrio de oreja a oreja, y aquello fue todo lo que necesitaba saber, basto solo eso para que toda mi indignación se disolviera. Me sentía muy alegre por ella.
-Nathan y tú podrían venir -sugirió con una mirada cómplice. Hice una mueca y frote la parte trasera de mi brazo.
-en realidad, planeo ir a la librería
-¿vas a leer un libro a esta hora? -Lessa inquirió con el ceño fruncido. Mordisquee mi labio inferior
-voy a buscarlo en realidad, y leerlo, depende si es lo que busco.
Lessa parpadeo, la emoción se disipo de su mirada y fue sustituida por alguna emoción a la que no pude darle sentido. Si no la conociera mejor diría que estaba preocupada, y tenía miedo.
-¿sobre Damian?
-sobre su hermano, sobre los Cartwright.
-¿estas segura?
-¿porqué lo dices?-inquiri con el ceño fruncido, me resultaba extraño que ella me preguntara eso, cuando había sido ella quien había sugerido buscar ahí en primer lugar.
-bueno, es que tú no crees en esas cosas, ya sabes
-si, pero no estaría mal saber un poco más sobre la familia de este chico-murmure, sin poder dejar de mirarla con cierta sospecha-. ¿Qué te sucede, Lessa?
-¿a mi? -sonrio, como si la pregunta hiciera gracia-. Nada, solo creo que no deberías ir sola. No creo que a tu tía o a sarah les vaya a agradar que escarbemos en esto.
Y tenía razón, por supuesto, pero conocía a Lessa Brooks lo suficiente para saber que se encontraba nerviosa, y no exactamente por la cita que tenía en menos de unas cuantas horas. Había algo detrás de su comportamiento, algo que se estaba negando a decirme. Entrecerre los ojos en su dirección, y cruzando los brazos por debajo de mi pecho pregunte:
-¿que no me estas diciendo, Brooks?
Los labios rojo carmín de la rubia se entreabrieron titubeantes, pero antes de que siquiera pudiera decir algo la voz de Sarah interrumpió desde la puerta. Ella sonreía y me miraba con picardía.
-alguien te busca allá abajo-canturreo, y esta vez no me tomo mucho tiempo pensar que ese alguien era Nathan. Aprete mis labios entre si y le di una larga mirada a Lessa antes de salir de la habitación. Tendría que hablar con ella cuando ambas volvieramos a la casa. Baje los escalones trotando con ligereza, cruze el umbral de la puerta y cerre detrás de mi.
-hey
Salude a Nathan con una amigable sonrisa a la que él no tardo en responder.
-creí que te gustaría salir a dar una vuelta
-de hecho -lami mis labios y sonreí enigmática-, esperaba que pudieras acompañarme a un lugar.

Red ||Pausada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora