⧼ Día 6: Cacería Nocturna ⧽

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༄ Arte: Oficial del Audio Drama.

༄ Edición: Propia.

༄ Personajes involucrados: Xiao XingChen, Song Lan.

༄ Etiquetas: Romance, soft.


Los cultivadores emanaban un aura de poder que era capaz de opacar todas las energías de humanos comunes alrededor, razón por la cual las criaturas solían prestarle más atención a sus potenciales enemigos que a sus potenciales víctimas. Si un cultivador era bueno lograría atraer la atención y salvar al mayor número de víctimas posibles. Si era malo, con suerte podría salvar a una pequeña parte.

Pero cuando se trataba de la Luna Brillante y la Nieve Distante, había una nueva categoría para este nivel de poder.

La velocidad para moverse de Xiao XingChen algún día se convertiría en algo legendario y Song Lan estaba más que seguro de eso. Por otro lado, La ofensiva de Song Lan y la limpieza con la que segaba cadáveres era algo que no molestaba en absoluto la audición de XingChen, su compañero podría rebanar cien cadáveres y no ensuciarse ni hacer ruido innecesario.

Mientras ambos corrían lado a lado en dirección a la horda de cadáveres al frente, Shuanghua y Fuxue fueron colocadas en escuadra con los batidores de cola de caballo blanco y negro.

—Yo por la derecha y arriba.

Y sin necesidad de una respuesta, XingChen pegó un salto y cumplió con sus palabras. Song Lan por su lado, arremetió con toda la fuerza y coraje que tenía contra los cadáveres a su izquierda sin preocuparse por cubrir su espalda, pues siempre que algún cadáver quería atacarlo desde ese flanco, un destello de luz azul se encargaba de segarlo. El brillo de Shuanghua era único en las espadas de cultivador, pues no solo cortaba sin piedad y dejando una estela fría detrás, sino que también dejaba una marca de hielo tras de sí. Aquella era como la marca personal de Xiao XingChen, cosa que maravillaba cada vez a Song Lan.

Tardaron un par de minutos en vencer hasta al último ente maligno presente, y cuando todos los cuerpos estuvieron inmóviles en el suelo, Xiao XingChen finalizó la tarea con un último tajo a uno de los cadáveres a su izquierda que aún conservaba la suficiente vida para gruñir en voz baja.

—Es extraño, nunca habíamos topado tantos en un área tan pequeña.

«Lucían desnutridos, probablemente venían desde otro lugar»

—Ah, eso tendría un poco más de sentido. Eso podría significar que incluso tendremos noches tranquilas en esa dirección.

«Sí, pero será mejor no bajar la guardia»

—Estoy de acuerdo. Creo que debería comenzar a apilarlos en una montaña para sellarlos.

«Te ayudaré»

—ZiChen, no es necesario, tu misofóbia...

«Soy misofóbico, no un inválido. Y son demasiados cadáveres como para dejar que lo hagas tú solo. Llegando a la posada podré tomar un baño»

—¿Estás seguro de eso? Puedo encargarme solo, en verdad.

«Comienza con los de la izquierda, yo iré por la derecha»

Y al ver que su compañero de verdad se lo había tomado en serio, XingChen sonrió e hizo caso, comenzando a "acarrear" los restos de las criaturas hacia un centro en común.

—ZiChen ¿qué opinas de cenar algo dulce hoy? Tengo hambre de algo dulce como bollos rellenos con algo azucarado, o quizá un poco de leche con miel y canela.

Debido al estado de la garganta de Song Lan, este solo podía hacer un par de sonidos afirmativos o negativos a la distancia. En esta ocasión, afirmó mientras se encargaba de acarrear los cadáveres utilizando solo sus manos, procurando no ensuciarse de ninguna otra forma.

—Me gusta la comida dulce, aunque no negaré que la comida salada sabe más deliciosa, y no lo digo porque seas tú quien mayormente se encarga de la cocción de nuestras cenas —entre carcajadas, continuó haciendo su labor— Pero la dulce... Es como una caricia al corazón después de un largo día, ¿a ti cuál te gusta más, ZiChen? ¿Salado?

Una negación se escuchó a pocos metros de él.

—¿¡Dulce!? ¡Eso sí que fue una sorpresa! ¿Por qué nunca me lo habías dicho? ¡Creo que hay dulces que de verdad deberías probar! BaoShan SanRen nos enseñó a hacer pequeños dulces con caramelo, eran nuestra recompensa de fin de mes si lográbamos completar nuestro entrenamiento sin percances, ¿te gustaría que hiciera un poco para ti, ZiChen?

Ah, el pobre e incrédulo Xiao XingChen, creyendo que Song Lan se refería a que le gustaba explícitamente la comida dulce, sin saber que lo a que Song ZiChen le gustaba era lo dulce.

La suave brisa, aquel hombre que podía hablar de comida mientras acumulaba una pila de cadáveres en compañía suya, aquella persona que podía ser letal y sigilosa en la batalla haciendo movimientos dignos de elogio que convertían sus cacerías nocturnas en espectáculos dignos de ser presenciados como una muestra de la elegancia y la belleza combinadas con la letalidad de un cultivador... Ese cultivador que siempre que se reía podría alegrar a cualquier persona que tuviera el privilegio de escucharlo.

Ese hombre que cuando le sonreía, posaba de inmediato una pequeña y casi imperceptible sonrisa en sus propios labios a pesar de que este jamás lo podría ver.

Si, le gustaba lo dulce.

Le gustaba en demasía esa persona dulce.

Tras sellar esa pila de cuerpos, XingChen batió un par de veces su batidor y acto seguido se posicionó junto al pelinegro, permitiéndose recargar su cuerpo contra su hombro mientras soltaba un suspiro.

—ZiChen, vayamos a descansar.

Song Lan había limpiado sus manos lo mejor que pudo con el pañuelo que siempre cargaba XingChen consigo por si su compañero lo ocupaba, y gracias a esto es que pudo utilizar uno de sus dedos para acomodar un mechón de pelo tras la oreja de su compañero.

A la luz de la luna, el inmaculado y fino rostro de su amigo le otorgó una de sus sonrisas más brillantes.

—Gracias, ZiChen.

Había sido una cacería interesante, pero Song Lan había encontrado aún más maravilloso, poder apreciar la belleza del cultivador vestido de blanco, de una forma que nadie nunca podría hacerlo.

SongXiaotober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora