CAPÍTULO 11

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Sasha se había quedado petrificada viendo la escena. Kan se encontraba a algunos metros del cuerpo inerte de Tyler, con la camisa completamente rota y con el vello corporal más grande y grueso de lo normal, lo cual denotaba que había salido de su forma lobuna hace recién algunos segundos.

El licántropo se encontraba con la respiración agitada, se veía cansado y abatido, pero aun así estaba claro que se trataba del ganador del sangriento encuentro que se había llevado a cabo hace unos instantes.

- ¡Tyler!- Súbitamente, ella rompió su silencio y, recién salida de su perplejidad, corrió para dejarse caer junto a Tyler para examinar su estado. El horror no tardó para desatarse en ella al ver que la herida, que seguía sangrando sin parar, era tan profunda que podía meter sus dedos en ella.

Intentó bloquear la herida con sus manos, pero le fue inútil. En su desesperación, arrancó un buen trozo de tela de la blusa que usaba para dormir, dejando su abdomen y espalda lumbar al descubierto. Sin detenerse a pensar en el frío que invadió su piel ahora descubierta, ajustó la tela alrededor de la herida de Tyler para intentar hacer un torniquete improvisado, cosa que no fue de mucha ayuda ya que ella nunca había hecho algo así.

- Es... inútil hermosa- Vociferó Kan, dificultosamente y con su respiración jadeante- Una herida de un hombre lobo tan profunda no es tan fácil de tratar. Además, lo hice transformado en lobo, por lo que no se curará.

"No se curará"

Esas palabras hicieron eco en su cabeza, pero en lugar de hacerse poco a poco mas silenciosas, se hicieron cada vez más fuertes, al punto de que taladraban sus pensamientos.

Horrorizada, se dio cuenta de que Kan no mentía. Ella había sido testigo de su potente factor de curación de Tyler, puesto que se había sanado muy rápidamente la última vez que ella lo hirió por accidente. Pero ahora no solo su herida no se recuperaba, sino que no dejaba de sangrar y con cada segundo que pasaba, se veía peor.

No solo es aspecto de la mordida en el brazo del vampiro era malo, él también se veía mal. Estaba realmente pálido, más de lo normal, y sus ojos entreabiertos denotaban que se encontraba inconsciente.

- Tyler... Tyler reacciona por favor - Balbuceó ella entre sollozos, mientras agitaba su cuerpo inerte.

- Déjalo Sasha, no despertará- Dijo kan, con un tono más frío todavía que esa noche ventosa- Estuve entrenando día a día para este momento ¿Qué hacía nuestro amigo mientras tanto? Estaba desesperado por encontrarte. Prácticamente te buscó por todo el mundo hasta que te encontró. Sabía que lo haría, solamente tuve que seguirle la pista para que me guiara hasta ti.

Al oír esas palabras, Sasha sintió como se le estrujaba el corazón ¿La había buscado por todo el mundo? ¿Cuánto tiempo habrá pasado? Y... ¿Cómo es que no se había rendido después de tanto?

- Para mí fue muy fácil- Sin que ella se diera cuenta, Kan se había incorporado y se había puesto justo al lado de ella- No quedan muchos como él ¿Sabes? Puedo detectar el olor pestilente de un vampiro a muchos kilómetros de distancia. Eso siempre nos dio cierta ventaja a los de mi especie, en especial a las manadas con rastreadores como yo.

- ¿Cómo... Cómo pudiste?- En las palabras de Sasha no se podía notar otra cosa además de ira, rabia y cólera.

- "¿Cómo pude?" ¿De verdad lo preguntas?- Un tono rabioso y sobre todo maniático se había apoderado no solo de la voz de Kan, sino también de sus facciones- ¡Toda la vida estuve esperando para acabar con este malnacido! Que te apartó de mi lado y por el cuál me preferiste... ¡Me dejaste SOLO!- Exclamó, haciendo énfasis en esa última palabra- Y todo por culpa de este murciélago asqueroso.

Opuestos enamorados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora