Flashback
Hace mucho tiempo…
Estaba siendo vigilada desde las sombras, tenían la mirada clavada en ella, muy fija, tanto que era casi palpable. Ella estaba a las orillas de una laguna, completamente sola y tranquila, muy concentrada intentando mantener flotando y en movimiento unas cuántas rocas que sacó de la laguna. La precisión en los movimientos etéreos de sus manos y la presión que ejercían sus dientes en su labio inferior, eran evidencia de cuán concentrada estaba y de cuán importante era su entrenamiento.
Ella llevaba todo el día ahí, en una larga sesión de relajación y entrenamiento. Había llegado muy temprano y dejado sus cosas a la orilla del agua. Se quitó poco a poco su ropa, quedando completamente desnuda pues estaba segura que nadie llegaría a ese lugar tan remoto, y se sumergió en el agua para nadar, saltar y bucear en la profunda y extensa laguna, para despejar su mente y despejar todos sus pensamientos innecesarios antes del entrenamiento. No pasaron muchos minutos antes de que comenzara a sentirse observada.
Por otro lado, desde las sombras se encontraba un depredador en todos sus sentidos. Su nariz se mantenía concentrada en su fragancia, sus ojos pardos estaban muy fijos en ella, dilatados y profundos; sus patas estaban clavadas al suelo y preparadas para cualquier cosa. Sin embargo, y muy al contrario de lo que se pudiera pensar, el lobo no estaba en asecho para cazar, sino que se encontraba perplejo y curioso.
Aquél lobo, por más grande, fuerte, imponente e intimidante que pudiera parecer, era realmente muy joven. Era la primera vez que veía algún ser que no fuese ni miembro de su manada ni tampoco animal, y sentía curiosidad por la chica, por el aura que emanaba de ella, por su olor tan peculiar y por los movimientos extraños que hacía con sus manos, pues se encontraba a sus espaldas y no podía ver las rocas flotando y moviéndose delante de ella.
— ¿Cuánto tiempo más vas a estar escondido ahí?— Cuestionó la chica en voz alta.
El lobo se encontraba muy extrañado, era imposible que ella hubiese podido notar su presencia de forma convencional, pues estaba muy entrenado para ello, por lo cuál pensó que su comentario era una mera coincidencia o algo parecido y decidió permanecer inmóvil.
— Vamos, sé que estás detrás de mí— La chica hablaba, pero permanecía moviendo sus manos, imperturbable, mientras practicaba con las rocas— Puedes salir, necesito seguir practicando y me incomoda un poco que me observen.
El lobo, más confundido que otra cosa salió lentamente de su escondite y lentamente se acercó hacia ella mientras ella permanecía imperturbable en su labor. En su camino, el lobo se preguntaba qué hacía una humana que nunca había visto en un lugar tan común para él, pero tan alejado de todo. Al llegar a su lado, ella dejó caer las piedras al suelo.
— Dime ¿Por qué me observabas?— Ante su pregunta, el lobo permaneció mudo e inmóvil— Vamos, puedo sentir que eres un hombre lobo y no un lobo normal. ¿Podrías volver a tu forma humana? Se me hace extraño hablar si tengo que mirar a un lobo a los ojos— Espetó, mientras reía.
Acto seguido, la cabeza del lobo tornó una forma humana, sus cuatro paras se convirtieron en manos y piernas y toda su forma de lobo se fue, dejando a gachas a un hombre joven, musculoso, de rasgos definidos y ojos lobunos.
— ¿Quién eres? ¿Cómo sabías que no era un lobo normal?— Cuestionó el joven, muy curioso.
— Es de mala educación contestar una pregunta con otra pregunta ¿Sabes?— Dijo ella en forma de broma, con una sonrisa en sus labios— Yo pregunté primero, así que dime, ¿Por qué me estabas observando?
— Es que… Quería saber qué estabas haciendo. Nunca te había visto por aquí, esta es zona de nuestra manada, y vi que estabas moviéndote de forma muy extraña como nunca había visto antes.
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Opuestos enamorados
RomanceTyler Campbell, Sasha Miller y tres almas separadas por el odio y la codicia, pero destinas a reencontrarse. Él; rudo, cruel y misterioso. Ella; fuerte, dominante, y atrevida. Ambos capaces de amar de una forma tan intensa como el carmín de la san...