CAPÍTULO 12

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Luego de varias semanas, las cosas parecían estar en calma, Tyler se había curado gracias a los cuidados constantes de Sasha, ciertamente esto había hecho que ambos tengan una conexión muchísimo más fuerte que antes, apenas podían estar separados. Tyler estaba realmente agradecido con Sasha por haberle salvado la vida; si antes la amaba, ahora la amaba al triple. no había luchado por encontrarla en vano, era suya y no iba a dejar que Kaleth se la quite.
El lobo estaba dolido y enojado por el hecho de que Sasha lo había cambiado por Tyler, pero es que Tyler era más delicado, cariñoso y romántico. En cambio, Kaleth era muy salvaje, agresivo y fuerte. Lo cierto es que ella había amado a ambos profundamente y recordar aquella aventura salvaje con Kaleth en el fondo la había hecho desear revivirlo.

Sasha sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos impuros de su mente, ella estaba con Tyler y lo amaba, no iba a permitir que ese lobo peludo la confundiera.

La chica estaba cocinando lo que iba a cenar esa noche y de reojo vio una sombra correr por el pasillo, se volteó inmediatamente y reconoció aquella risa sarcástica y frente a ella apareció Kaleth.

— Kaleth, maldición. Te he dicho que no puedes andar por la vida entrando a las casas sin tocar la puerta, terminarás metido en grandes problemas si sigues haciendo eso y robando comida.

— ¿Y así recibes a tu mascota? —Kaleth fingió ofenderse. —Huele muy bien, ¿qué estás cocinando? Espero que haya comida para tres, porque esto está muy bueno. —Añadió, luego de robar una cucharada de pasta con albóndigas.

— ¿Comida para tres? —Sasha parecía confundida.

—Así es, comida para tres. —Respondió Tyler, entrando a la cocina.
— ¿Qué? No entiendo ¿Ahora son amigos? La última vez que ustedes se encontraron tuvieron una pelea muy fuerte. —Sasha parecía muy confundida.

—Luego te explicaremos, pero primero. —Kaleth pausó para servirse comida en un plato. —La comida es más importante.

El lobo se puso cómodo a comer y Sasha lo miró con desdén, ella no esperaba tener invitados para su cena, pero tenía a dos frente a ella y no le quedó otra opción que comer con ellos, en la cena el silencio era incómodo y de vez en cuando Kaleth y Tyler se miraban fijamente a los ojos, como si hicieran un duelo de miradas.
Al terminar de comer, Sasha se levantó y puso su plato frente a los dos chicos, habían comido gratis y sin ser invitados, lo menos que podían hacer para compensarla era lavar los platos.

—Les encargo los platos para que los laven. —La chica les hizo saber. —Ah, y también las ollas. No quiero ver nada sucio cuando regrese.

Sin esperar una respuesta, Sasha se fue por el pasillo hacia su habitación, necesitaba tomar un baño para relajarse. Pero se le hizo imposible, en la bañera no hacía más que pensar en Tyler y Kaleth ¿Qué hacían esos dos en su casa? ¿Y por qué parecían haber hecho tregua? Miles de preguntas invadían su mente.

Ella cerró los ojos y se concentró en relajarse, disfrutando del agua tibia y del olor a frutas de la espuma de baño. Para cuando se había terminado de dar un baño, le pareció sospechosamente raro que los chicos estuviesen tan callados. Se vistió luego de secarse y se acostó en su cama, mirando el techo. En menos de cinco minutos sintió el colchón hundirse a su lado y al girarse, se encontró a Tyler frente a ella, y del otro lado estaba Kaleth, los dos la miraban como si ella fuese la presa que estaban a punto de comerse.

— ¡¿Pero qué diablos pasa con ustedes?! ¡Me están asustando!

Sasha se levantó, ya cansada de ese extraño comportamiento. Ella les lanzó una almohada y Tyler la atajó, riendo. Ambos se pusieron de pie y caminaron hacia ella, haciéndola retroceder y caer sentada en la silla de su escritorio.

Opuestos enamorados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora