¡No Soy El Mismo! [JunZhe]

#14

— ¡¿Y si le pasa algo malo?! — Gong Jun quería volver a llamar a Xiao Zhan, pero Zhe Han le detenio arrebatandole el celular de sus manos.

— No seas tan exagerado, el ya es mayor ¿No es verdad?

— Pero... — soba su sien con sus manos tratando de calmar sus nervios y miedos.

— Yibo sale solo, hasta sabe protegerse.

— ¿Le enseñaste? — sonrió tomando la mano de Zhe Han.

— Es difícil decir lo que ahora Yibo es, creo que ama la justicia.

— Ya veo...

— Siempre tenía que ir a su colegio porque se agarraba a golpes a sus compañeros.

— ¡Que bueno! — río sentándose un poco mas cómodo, se sentía como un padre orgulloso que su hijo aprenda a pelear.

— No es bueno idiota — suelta un suspiro — Es difícil controlarlo.

— Pero... ¿Por que?

— No lo se, fue de un momento a otro. Me llamaron para hablar conmigo, según porque hizo algo que no debió. — Zhe Han se sentó en una silla alado de la camilla de Gong Jun.

— ¿Que hizo?

— El me dijo que ayudó a una niña, pues dice que uno de sus compañeros le estaba golpeando a la niña.

— ¡¿Ah?! — Gong Jun trago saliva ante eso, pues eso sólo le daba recuerdos a algo

— Si, solo se la pasa defendiendo a los merecen justicia, no le gusta la... traición.

Gong Jun sonrió, su hijo ahora era como un héroe, aunque el no fue el que le enseño eso, si no le influyó a ser eso, en si Gong Jun se sentía decepcionado de si mismo, por ser tan tonto e idiota. No había momento que se odie cada día, siempre estaba diciendo cosas por lo que había hecho, no necesitaba que se lo recordarán, el lo tenía siempre en mente.

Miró a Zhe Han con una sonrisa, realmente lo necesitaba, solo con mira los lindo detalles de su aun esposo le recordaba a cada mueca que hacía cuando algo no le gustaba. El quería acercarse y acurrucarlo en sus brazos, no quería que vuelva a irse, no lo permitirá esta vez, lo recuperara así tenga que sacrificar todo a su alrededor.

— Cuando salgamos de aquí, te llevaré a un lugar muy hermoso.

— Debo trabajar, apenas salga de aquí debo ir a mi trabajo.

— Esta bien, luego puede ser.

— Trabajo casi todos los días — Zhe Han sonrió.

— Pero debe a ver un día ¿Sábado o Domingo?

— Quiero pasar mas tiempo con Yibo, así que no puedo.

Gong Jun cruzó de brazos haciendo un puchero no tan notable.

— Entonces no saldré de aquí nunca, si eso se necesita para que te quedes conmigo.

— No te portes como un niño.

— Pero... has estado mucho tiempo con Yibo, me toca a mi.

Zhe Han no sonrió esta vez, se levanto y salió sin decir nada, Gong Jun internamente se mal decía por dentro, no debía decir esas cosas tan tonta, se dio unas cachetadas no tan duras, mas le dolió el pecho por sus tontas palabras.

— ¿Acaso salí por el trasero de mi madre? — dio otra cachetada.

— ¡Gong Jun! — Zhe Han se acerco y lo detenio, vio que sus mejillas estaban un poco coloradas por los golpes — No... hagas eso — se acerco y lo abrazó — No seas idiota.

— Te falle — lo aferró a el — Jamás, jamás... me lo perdonare.

— Ya, ya — trato de consolarle — se...se que te equivocaste...yo.

— Yo no te merezco — sollozo cerca de su cuello.

— ... — Zhe Han se subió a la camilla para sentarse en su regazo. Gong Jun lo miro y lo acomodó en el.

Juntaron sus frentes, por el lado de Gong Jun estaba ya con lagrimas deslizando sus mejillas, y Zhe Han solo pudo cerrar los ojos y suspirar con un poco se dificultad al querer llorar.

— Jamás perdonare lo idiota que fui, si pudiera...si pudiera retroceder el tiempo y... te cuidaria mejor...Yo

— No podemos hacer eso — Zhe Han hablo en un tono suave, sonrió abriendo sus ojos y fijarlos a los de Gong Jun. — Solo dejemos que el destino haga su trabajo.

— Hizo un mal trabajo conmigo — dijo serio.

Zhe Han sonrió ampliamente, lo abrazó y quedaron así por un momento.

.....

Dai Kun se despertó, tallo sus ojos para luego ver su techo, soltó largos bostezos hasta despertar bien, levantándose de su cama abrió la puerta y fue directo hacia abajo.

— ¿Yibo? — busco en la cocina — Debe estar durmiendo — dijo viendo la hora, ya era un poco tarde, así que lo mejor era es que debía estar durmiendo, fue al cuarto de Yibo para ver si estaba ahí y nada, se preocupo un poco, luego pensó bien donde podía estar — ¡Cuarto de su papá! — Yibo estaba acostumbrado a dormir en el cuarto de su padre cuando el no estaba.

Fue directo hacia allá, abrió la puerta, la luz estaba apagada, la prendió y ahí estaba. Se acercó para verlo mejor, ya estaba bien dormido.

Dai Kun salió del cuarto para irse a dormir de nuevo. Cerró la puerta y se fue.

— Eso estuvo cerca — dijo Yibo susurrando en la cama.