O1

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Faltaban cinco minutos para que la prueba de química termine, y yo voy por menos de la mitad del examen.

Bueno, me sacaré un uno, ¿que es lo peor que me pase? ¿repetir?

—Ari, ¿tenes la siete?— codee a mi amiga.

—¿qué te hace pensar que tengo las respuestas? estoy peor que vos. — suspiró.

el timbre sonó y me recosté sobre la mesa, frustrada. La puta madre no me la quiero llevar.

Después de darle el examen a la profesora y que la vieja chota haga una mueca de desaprobación, bajé al recreo.

al poner un pie en el último escalón, sentí como algo chocaba contra mi espalda, haciéndome caer de rodillas al piso.

La puta madre, mire hacia el principio de las escaleras y estaba Mauro riéndose.

Me paré y lo ignoré, admito que este año fue mucho más amable, al menos me dejo terminar de bajar.

—¿sos pelotudo? ¿como le vas a hacer eso?— Ariana paso por su lado, chocando su hombro con el de él.— ¿y vos por qué no te defendes? tarada.

Me encogí de hombros y Caminamos hacia el quiosco.

—¿para qué? déjalo así nomas.

—Yo no sé cómo te puede gustar ese Imbecil, te hace la vida imposible y vos le agradeces.— Se apoyo en el mostrador y miro al kiosquero.— ¿me fías un Baggio?

—¿qué tiene de malo que me guste una persona?

— esa persona te hace bullying.— me dió un tincazo en la frente y se rió.— ¿por qué no te buscas otra persona más buena?

— Estoy bien así.— caminamos hacia un banco y nos sentamos a desayunar.

Ariana un Baggio con unas galletitas y yo un Yougurt.

—¿estas bien así? ¿estas bien con que te guste Mauro? flaca, él te hizo pasar vergüenza en el acto de fin año.

— eso fue porque no quise bailar con él en sexto grado.— rodé los ojos.

— te tiró lavandina en el uniforme.

— fue un accidente.— Abrí el Yougurt y mire hacia delante, la mañana estaba algo fresca, pero no lo suficiente como para cagarnos de frío.

Mauro estaba con su grupo de amigos, El otro Mauro, Mauro Monzón, y Marcos Mansilla, Faltaba uno, que raro. Los tres se giraron a verme y me sonrieron.

—Algo están por hacer estos pelotudos.— me avisó mi mejor amiga.

y así fue, el agua con el que la señora de limpieza se encargaba de limpiar los salones cayó encima mío, Alejo estaba detrás de mi con el balde de agua sucia en sus manos.

Todos los del colegio me miraban, algunos con lástima y otros se reían, el yougurt que se encontraba en mis manos, ahora descansaba en gran parte de mi cara.

Solo veía como Mauro se cagaba de risa, como si fuera la cosa más graciosa del mundo.

¿tanto le divertía verme sufrir? ¿realmente vale la pena dejarme hacer todo esto solo porque me gusta un chico?

Si le digo que me gusta...¿dejará de hacerme la vida imposible?

❝woman.❞ dukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora