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decidí ignorar lo que me dijo Aylen, problema de ella.

volvimos a la ronda, y no tardé en ponerme a bailar con las chicas. Mientras los chicos solo hacían su típico pasito mientras tomaban, nosotras lo dábamos todo. Mi vida por el perreo.

Guaya Guaya de don omar retumbó por todo el boliche, Mauro le dió un ultimo trago a su vaso, terminándolo, y bailo con nosotras, hasta abajo.

Guaya Guaya de don omar retumbó por todo el boliche, Mauro le dió un ultimo trago a su vaso, terminándolo, y bailo con nosotras, hasta abajo

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me cansé de bailar las canciones de el Peipper con las chicas, así que me fui a la parte de afuera del boliche, donde se encontraba Mauro.

y no estaba solo, estaba hablando con una chica.

Dios mío. ¿qué es éste demonio que se está apoderando de mi?

Caminé hacia el, y me puse al lado de la chica.  Su vista se posó en mi, y me sonrió.

—Ah, mira. Ella es Mara.— me presentó.— Mara, ella es Dulce.

¿Dulce? ¿lo dice por su forma de ser? ¿o ese es su nombre?

—Un gusto.— me sonrió.— ¿todo bien?

— Perdí mi encendedor, y Dulce me prestó uno.— explicó Mauro.

— lo tenía yo, me hubieses preguntado.— lo miré.

Dulce rió.

— me encanta tu traje bizarro.— tocó a Justin.

el traje de ella era una remera negra, la cual tenía escrito con tempera blanca "Montevideo" un pantalón largo de plush estampado, unas ojotas y unos "tatuajes" decorando su cara, bajo de unos de sus ojos se había dibujado unas alas de ángel, y bajo el otro, las del diablo.

que lindo.

— a mi también me gusta el tuyo.

Dulce me volvió a sonreír, Dulce es muy Dulce.

— Acá estás, te estábamos buscando.— Un chico alto apareció, hablándole a Dulce.

— Perdón, me quedé hablando con los chicos.— Dulce le agarró la mano.— él es Samuel, mi novio.

— Hola.— saludamos Mauro y yo.

— Bueno, ¿nos vamos? Emma ya habrá salido del baño seguro.

— si, está con Leon, nos están esperando.— agregó Samuel.

— nos vemos chicos.— Dulce sacudió su mano.

—¿qué onda? ¿estabas celosa?— Mauro le dio una última calada al porro, antes de que se apague.

— ¿yo? nada que ver.

rodé los ojos.

— Si casi te la comes viva, loca de mierda.

— deja de flashar.

—igual me gustas así.— ladeó su cabeza.

que gil, todavía no me acostumbro a que me trate así.

❝woman.❞ dukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora