24

2.7K 215 41
                                    

MARA.

una vez en el boliche, las cuatro nos miramos, nos sentíamos protagonistas de una película.

—pórtense mal.— nos avisó Ari.— por mí, que yo no puedo.

las tres asentimos. 

pusimos tres mil pesos cada una y compramos una promoción de espumantes, no nos importaba lo berrera que eran, pero algo teníamos que tomar.

cada una llevaba su valde con hielo y las botellas, nos hicimos lugar en una de las mesitas y pusimos ahí nuestras bebidas.

mientras nos poníamos en ambiente, mirabamos disimuladamente-mentira- y nos avisábamos entre nosotras si encontrábamos algún pibe que nos pareciese lindo.

estoy segura que la que más tomó de ese espumante de dudosa calidad fui yo, borracha no estaba, pero hacía cosas que cien por ciento sobria no me animaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

estoy segura que la que más tomó de ese espumante de dudosa calidad fui yo, borracha no estaba, pero hacía cosas que cien por ciento sobria no me animaba. Por ejemplo: socializar.

nos habíamos hecho "amigas" de unas chicas con las que compartíamos mesa, agarré a la rubia, la más linda en mi opinión, e hice que me bailara al ritmo de una canción de Alejo Isakk.

seguimos bailando, me olvidé completamente de que estaba compartiendo oxígeno con la persona que más rencor le tengo.

—¿querés que te diga donde estoy pedazo de cornudo?– las ocho simulamos hablar por teléfono. — y yo estoy con tu amiga.

la rubia me agarró de la cadera, alentándome a bailarle, y eso hice.

un chico morocho, con cara de turro se me acercó y m hizo dar una vuelta, agarrandome la mano.

— ¿como te llamas linda?— me preguntó.

—Mara ¿y vos?— alcé la mi tono de voz.

— Lindo nombre.— me sonrió. — yo Sebastian.

le devolví el gesto.

—¿te puedo robar un beso?— me preguntó.

yo lo miré y miré a las chicas. ellas asintieron.

—Dale Mara.— me animó Mica.

—Dale.— asentí.

Sebastian agarró de mis caderas y me besó, le seguí el ritmo al toque, fue fácil. Puse mis manos en su nuca y profundicé el beso.

MAURO.

mentiría si dijera que no estoy mirando a Mara bailar, y también mentira si dijera que no me dieron ganas de partirle la botella en la cabeza al pibe con el que se está besando y tocando la parte descubierta que yo quería tocar.

—¿Mara se está chapando a Neo?— preguntó Alejo a mi lado, tomando.

— si.— confirmé.

— Uuhh.— musitó Monzón.— al menos no se chapó a ecko.

❝woman.❞ dukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora