Monarca: Capítulo 6

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ADVERTENCIA: El capítulo a continuación posee gore, horror corporal , violencia extrema y lenguaje vulgar. No apto para menores ni sensibles.


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«No esperes a que el pueblo te respete si eres un alfa débil

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«No esperes a que el pueblo te respete si eres un alfa débil. La debilidad es el peor veneno que existe para un rey y si dejas que eso se adueñe de ti, nunca podrás demostrarme que eres digno del trono, que puedes ser capaz de manejar una nación, siquiera que tienes la capacidad para ser llamado un principe. ¿Acaso es eso lo que quieres ser, YoonGi? ¿Un maldito alfa débil? Porque si es así, solo dílo, no dudaré un segundo en desterrarte a ti junto con esa escoria.»

La oración se repetía una y otra vez en mi cabeza como una sucesión de recuerdos tortuosos; pero, al mismo tiempo, un recordatorio que de que no podía permitirme ser débil, un estúpido cobarde.

No podía dejarme llevar por las emociones o los sentimientos. Porque ser débil también significaba dejarte impulsar por ellos, hacer estupideces y no tener la mente clara. La debilidad física podía trabajarse, pero la debilidad emocional era una enfermedad, una aberración para un monarca, alguien de quien dependía una nación.

Y una debilidad clara para un rey, un alfa, eran los omegas.

Esas jodidas criaturas débiles, llenas de olores que te atraían como sirenas, y te hacían ser dependiente de ellos, querer protegerlos a toda costa porque eran los más bajos en la jerarquía.

Despreciaba a los omegas, los repudiaba, mi mente sabía qué hacer cuando los tenía cerca, pero aún así, mi alfa se dejó guiar por esa escoria y su celo. Dejé caer mis instintos más básicos por una presa, un omega de ave, y antes de darme cuenta ya no era mi parte humana quien hablaba o hacía las cosas. Fue el alfa, el animal que vivía dentro mío mayormente dormido, quien había tomado mi razón por completo. Antes de que pudiera registrarlo, estaba en mi rutina y mente solo podía pensar en follar, anudar y llenar de semen al omega hasta criarlo.

Sin embargo, mi estúpido y débil alfa hacia ellos, lo trató de manera suave, lo guió, lo complació de todas las maneras como si ese plebeyo fuera mi compañero, alguien digno de llevar mi marca. Era por esa razón que nunca pasaba mis rutinas con nadie, ni dejaba salir mi lado animal a menos que fuera en batalla, porque mi alfa nunca fue guiado por la razón; sino por sus instintos y ahora yo debía arreglar los problemas que acarrearon esos estúpidos impulsos. Ahora debía lidiar con haber marcado a un omega que no quería y haberlo anudarlo.

Ahora debía acabar con el omega que mi alfa había decidido como compañero, matarlo a sangre fría. Tenía que hacerlo... pero no podía.

—Sabe que no puede hacerlo, magestad —habló NamJoon, al otro lado de la habitación, con la mirada baja y un ligero ceño fruncido—. Se enlazó a él hace apenas una semana, lo anudó —enfatizó la última parte, como si yo no lo recordara, como si aquello no estuviera en mi mente todo el tiempo—. Sabe que si lo mata usted también morirá. Su alfa no podrá tolerar el dolor de perder a un omega que recién marcó, menos uno con el linaje que usted posee.

MONARCA | YoonMin [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora