Mi Destino Incierto

Capítulo 1

Hola me llamo Solange y ésta es mi triste y difícil historia.

Naci en Argentina, mi familia solo estaba compuesta por mamá, Lidia y Margarita mi abuela. Mi papá es un cero a la izquierda en mi vida, digamos que no lo conocí porque desapareció de la vida de mi madre antes de que yo naciera pero bueno, éstas cosas suceden frecuentemente.

A mis 5 años todo en mi vida era lo más normal posible, seguíamos siendo nosotras 3 contra el mundo. Me afectaba no tener padre porque en el jardín de niños creo que era la única del salón sin una figura paterna en su vida y por eso hacia mil preguntas; entre ellas cuando va a venir mi papá? Por qué todos mis amigos tienen papá y yo no? Y tantas otras que para mi madre eran muy difíciles de responder.

Cuando yo estaba por cumplir 6 años mi madre se casó con Dante, un hombre que no tenía hijos y me adoptó dándome su apellido. Por órdenes de mí mamá comencé a decirle papá porque él adoptó ese rol que a mí padre biológico le quedó grande. Comencé una escuela nueva, nos mudamos a su casa y lamentablemente todo comenzó a irse al diablo en mí vida. ¿Que podría haber hecho yo para que todo fuera diferente? Era algo que muchas veces me preguntaba pero terminé entendiendo que no había manera de predecir nada

En la escuela al inicio de clases yo era súper tímida, si bien era nueva jamás fui la niña más sociable y ser nueva como comprenderán no ayudaba demasiado en mí situación. A la semana de clases tuve un desmayo lo cual fue algo raro para todos, llamaron a mis padres y me llevaron al hospital urgente pero por más que buscaron que podría haber causado el desmayo no encontraron la causa. Claro que en aquel momento pasé de ser la tímida e insignificante niña nueva del colegio a ser la rara y hasta enferma porque los niños no eran precisamente amables ni en mí curso ni en los demás lo cual fue demasiado triste y más difícil me hizo aún tratar con los demás.
Los desmayos sucedieron unas pocas veces más en los siguientes 3 meses, ya a éste punto los exámenes médicos eran mayores pero los resultados los mismos, todo estaba bien. Los niños más se alejaron de mí y las maestras estaban más pendientes de cada movimiento que yo hacía, quizás ya habían tenido suficientes sustos por mí parte.
A los 5 meses de haber comenzado primer grado puedo decir que todo empeoró para mí y vaya manera. El último desmayo que tuve fue acompañado de fuertes convulsiones que me dejaron inconsciente, incluso cuando volví en sí no reconocí a nadie a mí alrededor y todo esto ocurrió en el inicio de la clase, todos estaban asustados y no es para menos ¿Cierto? No todos los días se desmaya un compañero de clases y se sacude en el piso como si se le hubiera metido el diablo pero volviendo al tema ahí todo empeoró mucho más.