Mi Destino Incierto

Capitulo 34

Solange
Discutimos y de pronto nos besamos. Me abrio mí toalla dejando mí cuerpo desnudo expuesto ante el. Me avergonzó un poco pero cuando quise taparme sujetó mis manos y comenzó a acariciarme, besarme y dejé de luchar.
Que reparta besos por mí cuerpo es excitante pero que me hiciera llegar al orgasmo con su boca se sintió tan bien que me es imposible describir con palabras ese momento mágico.
Ésta vez me hizo el amor más pasional y menos cuidadoso y no podría haber sido más perfecto. No sé por qué me negué al placer por tanto tiempo sinceramente.
Cuando levantó mis piernas sentí que entraba más en mí interior, nuestros cuerpos estaban tan juntos y nuestra piel se rozaba en su totalidad provocandome más placer del que sentía.
Al salir de mí interior me sentí vacía y desconcertada pero al girarme y ponerse detrás de mí me hizo sentirlo más aún y al tocar mí clítoris fue sumamente placentero. Ya no pude contenerme más y acabé expresando todo lo que sentía sin que me importe lo más mínimo. Sentí que él orgasmo no tardaría en llegar y hacerlo de ese modo fue súper intenso y asombroso. Jacob se detuvo mientras esperaba que yo recupere mis fuerzas unos momentos, dándome suaves besos en mis hombros y comenzó a moverse lentamente.
Me giró poniéndose entre mis piernas nuevamente mientras volvía a besarme despacio, después de unos momentos más ambos terminamos al mismo tiempo. Salió de mí y me atrajo a sus brazos, me preguntó si me había gustado y acabé diciéndole que si mientras sentía el cansancio hacerse presente y como mis ojos comenzaban a cerrarse. No sé cuánto tiempo dormimos pero al despertar me levanté con cuidado y me metí a darme una ducha.
Me puse un vestido corto y salí del baño. Jacob se levantó, me besó y fue a darse una ducha.
Decidí preparar un bocadillo para ambos, estaba tan concentrada en mí tarea que me sobresalte al sentir su cuerpo pegado al mío mientras me abrazaba por detrás y su respiración caliente en mí cuello hizo que se erice completamente mí piel. Un escalofrío recorrió mí espina dorsal y creo que el lo notó. Al sentir sus labios en mí cuello ya no pude concentrarme en mí tarea y solo disfrute ese momento. Metió sus manos debajo de mí vestido, acariciándome por encima de mí pequeña braga de encaje y suspiré de placer al momento que apoyaba mí cabeza en su cuerpo. Me giró para así poder besarnos y me tomo en sus brazos mientras me sentaba encima de la mesa. Sentí su gran erección en mí entrepierna y lo besé rápidamente pegándome más a su cuerpo. Le quité la ropa dejándolo solo con sus ajustados bóxers. Mí vestido no tardó mucho en desaparecer, sus dedos se metieron debajo de mí ropa interior acariciando mí clítoris muy despacio.
No sé que me impulsó a bajar su única prenda y una sonrisa curvo sus labios. Posicionó sus manos en mis caderas y me besó tan lento mientras sentía como su pene me acariciaba pero cuando creía que entraría en mí solo se apartaba. Era una dulce tortura y ya mí excitación estaba al límite. Lo empuje hacía adelante para que al fin entre en mí pero solo se apartó y me miró a los ojos
-¿Que pasa hermosa?- intenté besarlo pero se apartó sonriendo y beso mí cuello
-Te necesito- le dije bastante desesperada mientras se frotaba sin entrar en mí
-¿Qué necesitas?- me dijo posicionándose en mí entrada y volví a suspirar de placer
Y de una estocada entró completamente en mí haciéndome gritar, enrolle mis piernas y lo atraje más hacía mí. Apoyé mis manos en la mesa al tiempo que el intensificaba el ritmo y me besaba el cuello. Tire mí cabeza hacia atrás y el tocó mí clítoris mientras me embestía fuertemente. Acabamos juntos y nos abrazamos, apoyó su frente en la mía al tiempo que nuestras respiraciones se iban calmando y salió lentamente de mí.
No supe en que momento se colocó un condón pero agradezco que lo haya hecho xq yo no pensé en ese detalle. Me bajó con cuidado de la mesa y me abrazó.
Nos vestimos, comimos y me besó de una manera súper tierna
-Sos hermosa, me encanta estar con vos- dijo mirándome a los ojos sonriéndome. Por un momento me perdí en sus ojos que tenían un brillo tan especial
-A mí... también me gusta estar con vos- le dije intentando que mis mejillas no se pusieran rojas pero fracasé en el intento
-Me encanta verte así sonrojada, me parece súper tierno. Aunque no debés de avergonzarte de nada estando conmigo. Podes decirme lo que sea y pedirme lo que necesites- me dijo moviendo sus cejas y sonriendo pícaramente, sabía que se refería a lo que pasó minutos atrás.

Jacob
Ver a Sol preparando algo de comer con ese corto vestido fue súper excitante. Me hubiera encantado arrancar su ropa y follarla salvajemente en esa posición pero no es algo que deba hacer, debo ir despacio. Lo que menos deseo es que piense que soy un pervertido o que solo pienso en sexo.
La abracé y me acerque a su cuello para inspirar su aroma y note como su respiración se hacía más pesada y su piel se erizaba.
La toque por encima de su braguita y apoyó su cabeza en mí torso apoyando su cuerpo más contra el mío. La giré y la besé, la senté encima de la mesa y mientras la acariciaba me quitó la ropa y retire su vestido. La toque, acaricié su clítoris. Estaba tan empapada y lista para mí que solo hizo que mí erección creciera más aún.
Sonreí cuando sentí que me quitaba mí ropa interior y comencé a frotar nuestras partes privadas usando todo el autocontrol necesario para no entrar en ella de una fuerte estocada. La provoqué aún más preguntándole qué le pasaba y al decirme "te necesito" le pregunté que necesitaba y entré profundamente en ella sintiendo su humedad y como sus paredes me apretaban.
Sentí su grito de placer, lo cual fue música para mis oídos y le hice el amor de un modo poco delicado y acaricie el clítoris. Vi el placer en su rostro, cuando mientras la embestía tocaba su clítoris y su orgasmo acompañado del mío no tardaron en llegar. La besé y la baje de la mesa.
Nos vestimos y comimos y la besé. Le dije lo hermosa que era y que me encantaba estar con ella y tímidamente me respondió diciendo que le gusta estar conmigo mientras su cara de tornaba roja.