Capítulo 29

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Jacob
Ahora sí estaba en el paraíso, probar esos labios que apenas si dos veces pude besar fue magnífico. Verla cerrar sus ojos, sentir sus manos acariciando mi cabello y abrazarla solo hizo el momento más perfecto. El beso comenzó a volverse más pasional, cuando nuestras lenguas se hicieron presentes, al acariciarla escuché un tímido gemido de su parte y eso fue lo más sensual. Pero lamentablemente lo bueno dura poco y tan rápido como empezó el beso, también acabó. Creo que ese gemido logró ponerla nerviosa, se paró rápidamente, tomó su taza de chocolate y se fue a la habitación sin siquiera mirar atrás. Y yo me quedé sentado viendo cómo se alejaba, aún con la sensación de sus labios en los míos.
Momentos después fui a la habitación a ver si estaba bien y salir de dudas si lo que ocurrió fue mucho para ella o no. Si no me dirigía la palabra sabría que todo se pondría peor. Entré sin tocar, la ví envuelta en una toalla, con su cabello mojado y su taza de chocolate en la mano, buscando ropa interior. Tomarla por la cintura desde atrás sin que note mi presencia se que fue una pésima idea, ¿Cómo lo sé? El grito suyo casi acaba dejándome sordo y que su taza cayera encima de la pila de ropa de mi hermana que estaba prolijamente doblada encima de la cajonera no me lo esperaba; pero esto último solo logró ponerla más nerviosa; se preguntarán el motivo y es que la demás ropa estaba lavada y mojada y esas prendas que estaban perfectamente bien acabaron manchadas con chocolate.

Solange
Si creía que todo mejoraría estaba más equivocada que nunca. Luego de ver una comedia preparamos chocolate caliente, la combinación perfecta para una tarde lluviosa. Mientras dejamos las dos bebidas enfriar, nos sentamos nuevamente para buscar algo más para ver pero al momento de mirarnos a los ojos en una fracción de segundo, Jacob comenzó a acercarse a mi, sabía que iba a besarme pero no pude apartarme.
El beso que nos dimos fue perfecto, sentí tantas cosas que no se describir, pero de lo que estoy segura es de que hasta fue placentero. Jamás podría arrepentirme, pero ahora no se ni como mirarlo a los ojos. Justo cuando ese momento era perfecto se me escapa un gemido, esto jamás me había sucedido y estoy segura de que él lo notó, ahora no se que pensará de mi.
Pero claro, como mi suerte es inexistente debió ocurrirme la peor de las catástrofes; me di una ducha para calmarme, de tantos nervios que tenía acabé olvidando toda la ropa y no tuve más remedio que salir envuelta en una toalla, no sin antes comprobar que estuviera sola. Iba a tomar un sorbo de mi chocolate que seguro ahora estaría más que frío mientras me disponía a buscar un conjunto de ropa interior que estaba dentro de mi mochila. No sé en qué momento Jacob entró en la habitación pero me abrazó por la cintura cuando yo estaba de espaldas y del miedo que me provocó, no solo grité como jamás antes sino que acabe soltando la taza de chocolate, ¿Que tiene eso de malo? Verán... toda la ropa que Jacob me prestó acabó manchada y para completar mi mala suerte, la demás ropa estaba aún mojada. Así que no se que diablos podré usar.
Jacob vio que estaba nerviosa, alterada, histérica y al borde de una crisis, así que optó por pedir disculpas y salir más rápido de lo que entró. Que además estuviera con solo una toalla puesta me alteró aún más. Ahora debía encontrar algo decente que usar, ¿Que tan difícil eso podría ser? Bueno técnicamente sería imposible porque acabe poniéndome un camisón o no se que sea esa cosa pero creo que la ropa interior cubre lo mismo o hasta más. Es hermoso, no puedo negarlo pero muestra mucho pecho, sumado a que es bastante transparente desde el busto hacia abajo.
Ahora debía ocultarme hasta tener mi ropa seca y volvería a estar como antes. Pero como siempre todo acaba saliendo al revés de cómo debe de ser, Jacob me preguntó que me gustaría que prepare de cenar y al decirle que no tenía apetito y me dormiría temprano el abrió la puerta de la habitación. ¿Lo malo? Me vio con ésto que me deja tan expuesta y cuando quise cubrirme con la toalla en un rápido movimiento se paró frente a mi y me besó sin darme tiempo a reaccionar. Lo peor es que no pude detenerlo. Ésta vez el acabo separándose de mi dejándome aún más confundida pero fueron sus palabras las que más me afectarían, dónde por primera vez no supe cómo responder.
Cuando iba a intentar cubrime nuevamente tomó mis manos y habló mirándome fijamente a los ojos -Ya te lo dije mil veces, no hace falta que te cubras, no más, no me importa como vistas, me importas como persona. Sos hermosa, pero no podes verlo. Ya no se que más hacer para que en mi confíes. Jamás te haría daño, jamás intentaría nada que no quisieras- y así sin más me dejó sola en la habitación

Jacob
Luego de lo que pasó con la ropa creí que necesitaría tiempo para calmarse, realmente no la había visto tan alterada y preferí dejarla sola. Pensé que se tranquilizaria, que cenaríamos, luego no me hablaría y fin del problema. Golpeé la puerta, le pregunté que le gustaría cenar pero al decirme que dormiría sin comer me enojó bastante. Puede ser que no quiera cenar, que no tenga hambre o lo que sea pero que simplemente no lo haga porque no quiere tener que verme y así descuidar su salud es estúpido. Abrí la puerta dispuesto a hablar con ella, me escucharía a como diera lugar pero verla con ese camisón tan sexy me dejó sin palabras y juro que no me lo esperaba. Lo peor fue que enseguida buscara con que cubrirse; que parte no logra comprender que ya ví su cuerpo con menos ropa de la que en este momento lleva y que es absurdo que siga tapándose.
Lo que me duele es que no logre comprender que yo no la dañaría, si jamás intente ni siquiera tocarla aún estando prácticamente desnuda tampoco lo haría ahora. Yo nunca le faltaría el respeto. No sé por qué sigue sin confiar en mí y mucho menos tengo idea de que hacer para ganar su confianza.

Mi Destino InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora