Capitulo 33

4 1 0
                                    

Solange
Despertar por la mañana fue raro, estar desnuda lo fue aún más. Los recuerdos de la noche anterior vinieron a mí rápidamente y no se que hacer luego de todo lo ocurrido. Me siento abrumada por todo esto, fueron demasiadas situaciones en poco tiempo.
Nuestra convivencia es rara, incluso somos opuestos, pensamos diferente y actuamos aún más distinto. Pero ahora quisiera adivinar cómo será todo después de esto; y sólo una palabra que lo define viene a mí mente: incómodo. Él fue suave y delicado, realmente lo disfruté, me hizo sentir muchísimas cosas que no creí posibles; jamás creí soportar que alguien me toque por encima de la ropa y él lo hizo hasta por debajo, se preocupó por mí placer, me habló antes de iniciar y me preguntó si estaba lista. No creí posible que pudiera dejarme llevar.
Lo que siento ahora es vergüenza, cualquiera diría que no tiene ningún sentido porque a éstas alturas no sólo me vio desnuda, sino que me recorrió con su boca completamente. Pero aunque lo disfruté, hoy no se cómo mirarlo a los ojos y pienso que todo fue demasiado, que no tendría que haber sucedido. No sé que hacer, 
Jacob despertó y me abrazó fuerte, estar piel a piel se siente diferente. Pero mí incomodidad aumentó, no solo por estar desnuda sino que fue todo demasiado intenso y no se cómo lidiar con ello, ni siquiera se que decirle, ni se que somos.
-Un dólar por tus pensamientos- me dijo sonriendo
-¿Qué?
-Te dije buenos días y ni siquiera me escuchaste, ¿En que pensabas?
-lo siento no te escuché, buenos días- le dije apartandome de su abrazo
-¿No vas a decirme?- negué
-¿Te sentís bien?, ¿Te duele?, ¿Que pasa? Podes decirme lo que sea, ¿Te lastimé?
-Solo estaba pensando, nada más. No quiero hablar ahora, sólo quiero vestirme e ir al baño- le dije con la mayor seguridad que pude reunir
-Hablaremos en otro momento, vestite, yo haré lo mismo- se levantó y yo aparte la mirada, se vistió tranquilamente y ya cuando tuvo su ropa puesta me dijo- y por cierto, no me molesta que mires, no es como si ya no lo hubieses hecho antes, te dejo vestirte mientras preparo el desayuno- y sonriendo se fue
Ok si creí que todo sería raro no me equivoqué, que tenga tranquilidad hasta en situaciones tan íntimas me resulta increíble.
Busqué mí ropa que estaba por todas partes y rápidamente fui al baño. Siento una molestia en mí interior, una pequeña incomodidad. Hice mis necesidades y al secarme vi un poco de sangre, ahora sólo espero que no haya manchado las sábanas porque sino no se que haré. No sé cuánto dure en el baño pero al salir fui rápidamente a la cama y al destaparla vi sangre. Mis ojos se cristalizaron, la prueba de la noche anterior estaba ahí.
Jacob ingresó a la habitación y vio la escena, yo mirando las sábanas mientras una lágrima se deslizaba por mí mejilla. Intenté cubrir todo pero me abrazó impidiendo mí acción.
-Shhh no llores, tranquila. Si te sentís mal por las sábanas no tenés por qué, es normal la primera vez. Voy a cambiarlas luego, ahora vamos a desayunar.

Tenía tanto que pensar que ya ni recuerdo que desayunamos, ni que pasó el resto del día. Tantos sentimientos encontrados. No solo pensaba en que tuvimos relaciones, sino como se acercó a mí la primera vez, lo insistente que fue cuando lo ignoraba, la primera vez que cenamos juntos, todo lo ocurrido hasta llegar a este punto. Evité todo tipo de conversaciones y contacto físico, necesitaba pensar.

Jacob
Despertar con Solange luego de hacerla mía no fue lo que esperaba. Comencé a hablarle pero estaba perdida en sus pensamientos. Le pregunté que tanto pensaba pero no me lo dijo. Me levanté desnudo como estaba, busqué mí ropa y Sol, tan adorable, se volteó para no verme. Ya me vió completamente desnudo y yo a ella, no tiene mucho sentido que tenga algún tipo de pudor. Luego de decirle que no me molesta que me vea y ver su rostro sonrojado me fui sonriente a cocinar.
Al acabar mi tarea fui a la habitación donde la ví completamente vestida y a punto de llorar mirando un punto fijo en la cama, en éste caso una mancha de sangre. Cuando me vio empezaba a llorar y la abracé para que se calmara, le dije que eso era normal y que luego cambiaría las sábanas, que está todo bien.
Fuimos a desayunar, intente que hablemos pero estaba muy concentrada pensando que no creo q me haya escuchado. Preferí darle su espacio.

Mi Destino InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora