31 relatos de extensión variada centrándose en uno de los personajes favoritos de Yu-Gi-Oh Duelo de monstruos: Yugi.
Y claro, los shipps no pueden faltar, así que hallarán más de un relato en estos días con alguna parejita y Yugi.
Advertencia:
Los s...
NA: Ese es el nombre que le coloco _LittleKuriboh_ a la parejita ❤️
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La palabra escondido no le gustaba en lo absoluto, el solo estaba... oculto.
Si, el estaba oculto, no es que se escondiera en lo absoluto, para nada, ¿de qué podría esconderse el poderoso Aigami Diva?
– Ay Joey, ¿qué cosas dices?, claro que voy a participar en el próximo torneo de Seto.
– Yo pensé que ibas a sacarlo a patadas de tu vida después de que te dijo que eras un recipiente – Se quejó el rubio, le había dado un puñetazo al CEO una vez que estuvo enterado de ello, lo cual lo veto de los torneos que se realizarían lo que restaba del año.
– Sólo estaba resentido, no es como si me importarán sus palabras de todas maneras – Le resto importancia el tricolor.
Aigami se abstuvo de soltar un suspiro al verlo pasar, habían pasado cuatro meses de que sucedió la locura dimensional y había logrado recuperar su cubo antes de que Seto Kaiba hiciera alguna locura.
No es que estuviera vigilando al tricolor, ¡para nada!, simplemente buscaba el momento exacto para pedirle disculpas por su comportamiento y, no sabía, tal vez... invitarle un café.
– Deberías de hablar con él, hermano – Susurró Sera detrás suyo, su hermana menor le había acompañado a su rutina de vigilancia – Él es bueno, no por nada el maestro Shadi creía firmemente que sería parte de Prana sino fuera la vasija que uso el faraón para su regreso.
– Él no es una vasija, Sera – Le regaño, Yugi Mutou no era una vasija.
Él era más que una vasija, el faraón debía estar agradecido de haber usado el cuerpo de Yugi-kun en su estancia en la Tierra, porque sino, lo hubiera llevado consigo para que fuera parte de Prana.
– Deberías decírselo ahora mismo e invitarlo a algún sitio, hermano – Sugirió la castaña.
– ¿Por qué?
– Porque se está acercando a tu escondite – La respuesta de la menor le hizo saltar, busco un escondite con rapidez pero no hallaba nada que no fuera la pared donde se hallaba.
Y, en efecto, Yugi llegó a dónde estaba el par de hermanos.
– Queríamos saber si estabas desocupado, Yugi-san – Habló su hermana.
– Se podría decir, Joey fue a ver a su hermana.
– Perfecto, mi hermano también está desocupado, ¿podría tomar un café con él?, lo necesita con urgencia.
– ¡Sera! – Exclamó el mayor viendo a su hermana sonreír con falsa inocencia.
– ¿Eh?, claro, por supuesto – Murmuró él tricolor extrañado por la solicitud de la hermana menor de Diva.
– Gracias y hasta pronto.
Ambos se quedaron en silencio cuando vieron a la joven irse corriendo lejos de ahí.
– Entonces, ¿seguirás oculto o quieres ir a tomar ese café, Aigami-kun?
– Yo... – Lo pensó un momento antes de asentir – S-si.
– Perfecto, te llevaré a un café cerca de aquí, tienen un delicioso chocolate con malvaviscos para este frío y también un pastel de chocolate con fresas encima que te hace agua la boca.
No dijo nada, sólo le siguió en silencio mientras oía lo que le decía el contrario con una sonrisa en sus labios.
Le agradecería después a Sera por esto.
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