Pareja: Liberashipping (Marik Ishtar x Yugi Mutuo)
Oro, metal precioso de alto valor monetario, junto con la plata y las joyas preciosas.
Uno de los metales preferidos en los accesorios de los faraones, así fuera su corona o unos simples brazaletes, todo era oro.
Muchas otras civilizaciones también gustaban de vestir de oro y, aún en la actualidad, era común ver a las personas pagar bastante por una baratija que estuviera hecha de este metal.
A Marik le encantaba el oro, cuando había abandonado sus raíces junto a su hermano Odión y su hermana Ishizu lejos de su padre (un demente que maltrataba al mayor de los tres por ser adoptado, le había tenido que golpear con una lámpara para que dejara de golpear a su hermano y poder escapar los tres), el usar algunos accesorios de oro causaban felicidad en él, hasta su propia motocicleta tenía algunos accesorios de oro que le hacían mejor que cualquier otra.
Le gustaba el oro y se esforzaba demasiado en sus pequeños trabajos de medio tiempo para poder comprar esas muñequeras y aretes que portaba en el instituto, además de los que les traía su hermano Odión cuando venía de una expedición en varias partes del mundo.
Le gustaba tanto el oro que, se le hizo inaceptable que alguien tan hermoso como Yugi Mutou no usará algún objeto hecho con ese precioso metal que le haría resaltar más.
– Pontelo – Exigió colocando la caja de metal en la mesa del tricolor.
El mejor amigo de Seto Kaiba (porque el tipo de pelo verde siempre alegaba que era su mejor amigo e iba a dejar en la ruina a quien quisiera ser amigo de su mejor amigo) vio extrañado la caja.
– Hola Marik-san, ¿qué es eso?, no es mi cumpleaños.
Sonrió al ver cómo examinaba la caja sin siquiera tomarla, el más bajo era tan lindo que debía ser pecado que no usará nada que resaltará su blanca piel.
– Ábrelo, es tuyo – Repitió y, en esta ocasión, Yugi acato su orden.
– Por dios, no puedo aceptar esto, Marik, debió costar una fortuna – Se negó tratando de devolverle las muñequeras de oro con incrustaciones de amatista.
¡Y claro que debió haber costado una fortuna!
Pero Marik Ishtar era el hermano menor de la mujer que trabajaba para el gobierno egipcio y del hombre que hallaba objetos de antiguas civilizaciones; esas muñequeras había sido un obsequio de sus hermanos por haber obtenido buenas calificaciones en el instituto, eran lindas pero, cuando las vio por primera vez, supo que el dueño era ese chico tímido que siempre le sonreía cuando entraba al aula.
– Estos brazaletes le pertenecieron a un antiguo gobernante, escondidas en su tumba junto con miles de joyas más, pero, cuando las vi, supe que te pertenecían a ti, fueron hechas para terminar en tus manos, ángel.
– Marik, yo...
Vio su rostro colorearse de rosa mientras le colocaba ambas muñequeras en sus brazos descubiertos, sonrío al ver qué, en efecto, le quedan perfectos.
Marik adoraba el oro, pero podía confesar que este era solo un simple accesorio que resaltaba a la verdadera belleza de Japón.
Su ángel.
– El oro queda perfecto en tu piel, te hace más hermoso de lo que ya eres.
Sintió orgullo al ver cómo este tartamudeaba, pensó que podría robarle un beso cuando sintió un golpe en su nuca que lo hizo caer al suelo.
– Ishtar, te dije que te alejarás de Yugi Mutou – Gruñó el de cabellos verdes, el dueño de Kaiba Corp, Seto Kaiba, quien le había golpeado con su maletín – Vámonos Yugi, ese tipo está demente.
Vio como el más alto se llevaba de la mano a su adorado ángel quien le hizo una seña de despedida con sus mejillas todavía sonrojadas.
– ¡Te veré mañana, ángel! – Gritó.
– ¡No lo verás mañana! – Oyó como respuesta del Kaiba y rió.
Claro que lo vería mañana.
ESTÁS LEYENDO
Yugitober (Yugi x all)
Fanfiction31 relatos de extensión variada centrándose en uno de los personajes favoritos de Yu-Gi-Oh Duelo de monstruos: Yugi. Y claro, los shipps no pueden faltar, así que hallarán más de un relato en estos días con alguna parejita y Yugi. Advertencia: Los s...