𔘓 〞ᴍɪɴɪ ᴀᴜ𔘓 〞
‧₊˚ ୨Tras meses de visitas constantes al hospital, Jimin nota que hay un hombre postrado en cama en un aparente estado de coma, quien al igual que él parece no tener a nadie que vea por él, por lo que decide ir a visitarlo todos los...
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黒いDías después黒い
Jimin miró con curiosidad los largos mechones de cabello de Jungkook, los cuales habían cubierto, nuevamente, parte de su rostro. Indignado, los coloco detrás de sus orejas, aún con el malestar por lo descuidado que podían dejar a una persona si no contaba con alguien que lo cuidara. Se preguntaba qué hubiera sido de Jungkook si no hubiera entrado por casualidad a su habitación y descubierto que estaba solo.
Por lo que sabía, Jungkook llevaba casi un año en coma, lo que significaba que durante todo ese tiempo lo habían dejado a su suerte visitándolo solo lo necesario sin siquiera molestarse en asear al menos su cuarto, el cual estaba lleno de polvo que constantemente ensuciaba la piel liza de Jungkook.
Decidido, se dirigió hacia la recepción para pedir unas tijeras, conseguir una bolsa y un bandeja para colocar agua y poder cortarle él mismo el cabello.
Cuando se había hecho de todo lo que necesitaba se dirigió nuevamente a la habitación de Jungkook, sin embargo, a unos pasos de la puerta la figura de una mujer parada enfrente de la misma lo detuvo.
Joven, alta, con un moño atado a lo largo de su cabello azabache, con una figura digna de una mujer hermosa y facciones deslumbrantes y bellos, la mujer se mecía a sí misma de un pie a otro, mirando a través de la ventana como si un monstruo habitara adentro y no se decidiera si ser devorada por él era una buena idea ese día. Después de unos minutos que parecieron eternos tomó la perilla de la puerta y con un atisbo de miedo reflejado en su semblante se adentro a la habitación.
Sin molestarse en cerrar correctamente se acercó a la cama con una lentitud que hizo que el corazón de Jimin diera un vuelco. Inconscientemente, dio los pasos que le faltaban, quedándose parado en el lumbral de la puerta para verla de cerca y saber sus intenciones.
¿Era familiar de Jungkook? ¿Había ido por él? ¿Se lo llevaría o simplemente lo vería y se iría? ¿Quería Jimin que eso pasará incluso sabiendo que él y Jungkook no eran nada?
Su corazón latía tan fuerte que sentía como su caja torácica se movía con el agitado palpitar. Tuvo que reforzar el agarre en las cosas que llevaba para no soltarlas y correr hacia Jungkook para evitar que la mujer se lo llevara.
Dios, era increíblemente estúpido al pensar que Jungkook no tenía a nadie de verdad. Si estaba ahí por un accidente, muy probablemente sus familiares no habían podido localizarlo debido al desastre y la falta de identificación correcta en su situación. Jimin no era nadie, y que Jungkook lo fuera y tuviera algo fuera de esas cuatro paredes lo angustiaba de una manera que no debería angustiarlo.
Tan solo dos meses cuidando a un hombre que no conocía más que su nombre y ya se había apegado a él como la plaga. Era sensacionalmente patético.
Un jadeo de sorpresa lo hizo despabilarse de su angustia. Se preguntaba si había sido él quién lo había producido, pero al ver a la mujer cubriendo su rostro y los sollozos que le siguieron después del jadeo le quedó más que claro que no había sido él y que la mujer sí era algo de Jungkook. La mujer lloro por tanto tiempo que todo el ambiente se volvió tenso y áspero, dificultado la respiración de Jimin y de la misma mujer.
