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No fue necesario que Jimin se obligara a sí mismo a decirle algo a Jungkook

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No fue necesario que Jimin se obligara a sí mismo a decirle algo a Jungkook.

Una tarde, mientras luchaba contra Jungkook para poder darle de comer con la televisión de fondo, la triste verdad acerca de su ex prometida se transmitió como una mala broma del destino.

Al principio no había tenido interés en ella, pero cuando Jungkook dejó de esquivar la cucharada de sopa que había estado intentado darle y lo sintió tensarse mientras su atención estaba totalmente en la televisión fue cuando comprendió que el cambio de actitud de Jungkook no era para menos.

Alta, hermosa y con una presencia única como la recordaba, la chica que había afirmado ser la ex prometida de Jungkook se paseaba de la mano de un hombre a través de la televisión como si de dos estrellas de Hollywood en plena alfombra roja se tratasen, luciendo como una pareja excéntrica y magníficamente adinerada que anunciaba su reciente compromiso.

La pareja afirmaba haber estado en una relación a escondidas desde hacía casi tres años, en los cuales, habían luchando por poder mantenerse juntos por terceros que no deseaban verlos unidos. Incluso Jimin, quien desconocía todo el contexto podía ver la mentira a través de dichas afirmaciones, sin embargo, la entrevistadora había hasta gemido de entusiasmo al ver al hombre rodear la cintura de la mujer y besarla en la coronilla como si el recuerdo de lo dicho fuera algo extremadamente delicado con lo que habían tratado.

En la nota no decía nada más que el hombre, Kim Namjoon, era un joven empresario que acababa de ascender a la gerencia en la compañía en la que trabajaba, y que, su ahora prometida, había sido una pieza clave para su éxito y que por ende, el anunciarlo como si de verdad fueran más que simples mortales hipócritas era algo que había decidido hacer para demostrar que ya no tenían miedo de mostrarse juntos. Después de ello, lo demás de la nota fueron solo estupideces que Jimin escuchaba a lo lejos y que no competían con lo que presenciaba en vivo.

Jungkook, con su postura erguida y su semblante inquebrantable había tomado de improvisto la mano de Jimin, apretujándola como si fuera el único sostén que le quedaba mientras sus ojos seguían fijos en la pantalla.

Jimin no sabía si para ese momento Jungkook seguía escuchando o si la conmoción lo había baldado. Si hubiera sido por él, la televisión ya no seguiría encendida, pero para ello tendría que soltar a Jungkook y algo en la oscuridad y tristeza reflejados en sus ojos le afirmaba que sí lo hacía Jeon realmente se rompería.

Se quedó ahí, a su lado, devolviéndole levemente el apretón en su agarre para que supiera que no estaba solo. Y entonces, se dio cuenta de que nunca antes las lágrimas de nadie le habían dolido tanto como lo habían hecho las de Jungkook cuando comenzó a llorar en silencio, quebrándose.

Stand by me ─ Kookmin AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora