Phelps twins one shot

James Phelps - Aesthetic

Ella era amante de las obras de arte, de la lectura, de la tranquilidad, de la soledad, de las noches con manta y peli o libro y chocolate, era amante de las librerías, del silencio.

Nadie la comprendía, pero eso a ella no le importaba.

Ella solía vestir con colores otoñales. 

Él era un mero centro de atención, era sol o luna, amante de la astronomía, los animales, las calles llenas de parejas y niños correteando en los parques, de cosas irrelevantes y de pequeñas cosas preciosas que pocos veían.

Todos lo amaban, pero él sólo buscaba algo que lo comprendiera realmente

Él vestía elegante o formal. En tonos azulados o negros.

Ambos eran de camino diferentes hasta aquel día de Septiembre.

- Me gustaría que vinierais a mi exposición de fotografías en el Museo de Londres - comentó Adam Phelps, primo hermano de los famosos gemelos Phelps

- Por mí está bien - musitó James

- ¿Podré llevar a Katie? - preguntó Oliver

- Sí - suspiró Adam

- ¿Cuándo es? - preguntó James curioso

- El miércoles. Sobre las ocho de la tarde. Venid bien vestidos. Vendréis como invitados especiales. - informó el muchacho

- No te preocupes Adam, allí estaremos - sonrió Oliver

- Gracias - sonrió el menor de los Phelps.

Mientras, en otra parte de la ciudad, una chica sonreía andando por las calles abarrotadas de personas, pero eso a ella no le importaba. Acababa de conseguir un pase para una exposición de arte y fotografía.

Esperaba con emoción al miércoles.

También quería conocer al autor de todas las obras. Otro de los prestigiosos Phelps. Había amado Harry Potter toda su vida, y no le extrañó que los hombres con ese apellido tuvieran tanto talento. 

Adam era famoso por sus obras, y ella, una gran fan.

Al fin el miércoles llegó. 

Tn llevaba un vestido largo, de color verde y floral. Parecía sacado de un cuento de hadas, como si de la nada fuera a salir corriendo por un castillo y su príncipe detrás.

James llevaba una camisa negra a juego con sus zapatos. Los pantalones eran grises y su chaqueta azul oscura. 

Oliver llevaba solo una camisa arremangada y unos pantalones marrones. Su prometida llevaba un vestido azul turquesa. Eran una pareja ideal, y James los envidiaba por encontrar a su otra mitad.

Los tres entraron con Adam por la parte de atrás. 

Tn veía la exposición tranquilamente. Se maravillaba con cada cosa que veía. Tan perfecto. 

Una voz la sacó de su asombro.

- Siempre supe que sería increíble - Tn se giró y la vio. 

Era rubia acercándose a castaño. Sus ojos eran verdosos, con un toque amarillo. Sus labios eran carnosos y estaban pintados de un rosa palo precioso. Su cuerpo no era delgado, pero con ese vestido rosa, lucía radiante. Parecía segura de sí misma, sobretodo con esa sonrisa.

- Lo es. - murmuró Tn

La mujer sonrió - Soy Maia por cierto.

- Tn - se presentó ella. 

- Parece que te encantan estas cosas. 

- Sí. Adam es un genio. Me encantaría conocerlo alguna vez. - confesó Tn avergonzada