George Weasley - los mellizos

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- Te dejamos a los niños mamá. Espero que no te importe - sonrió el pelirrojo inocente.

- Claro que no. Estoy encantada de tenerlos. Mirad que grandes estáis ya mis pequeños campeones - la mujer pelirroja sonrió abrazando a sus tres nietos.

- Muchas gracias Molly - sonrió la mujer del pelirrojo abrazándolo

- No hay de qué Tn. Bueno, pasadlo bien en vuestro viaje de aniversario. Niños, despediros de vuestros padres

- ¡Adiós papá. Adiós mamá! - los tres abrazaron a su padre.

- Pórtate bien Feyre, nada de quejas Azriel y come lo que te pongan Selene. - les avisó su madre.

- Sí mami - dijeron los tres.

- Y haced caso a vuestra abuela. Ella sabe más que vosotros - avisó George

- Sí Papi - dijeron los tres de nuevo

- Os queremos chicos - ambos besaron las frentes de sus hijos y se fueron.

Y así pasó. Sólo fueron dos meses. Pero a los siete después de volver, tuvieron que volver a separarse. Tn daba a luz a dos pelirrojos nuevos en la familia Weasley.

George no podía para de llorar. Tenía una familia. Una grande con la mujer que amaba. Justo lo que pensó que su gemelo tendría y él no. Como muchas cosas.

Pero ahí estaba, sosteniendo entre sus brazos a la pequeña Ginger mientras su mellizo Fred estaba en los brazos de su mujer.

A los pocos días, Fred no podía para de tomar en brazos a su sobrino Fred Junior. Aunque su hijo George Junior se quejara.

- ¡Papá! Suéltalo - lloriqueó el pequeño.

- Georgie, no seas celoso - bufó Fred

- Georgie, ¿quieres ver a la pequeña Ginger? - le preguntó su tío por el que tenía su nombre

- Gracias tío.

George sonrió y dejó que el pequeño tomara en brazos a su pequeña hija.

- Muy bien. Así, con cuidado. Que no se caiga. ¿Está bien?

- Sí - sonrió el pequeño moreno

- Feyre,Roxane, cuidado con los fuegos artificiales - avisó Tn

- ¡Tranquila mamá! ¡Están conmigo! - en cuanto escuchó eso salir de la boca de su hija Selene, Tn abrió los ojos y salió corriendo.

Angelina escuchaba a Azriel quejarse de que su hermana mayor sólo quería venir por las bromas y que él era la víctima número uno de su hermana y prima. El gran dúo. Justo como sus padres.

- Mira mami, algún día seré un padre orgulloso yo también - comentó George Junior a su madre.

Pero la alegría se fue a los pocos meses. Cuando los mellizos lloraban por lo que tenía uno, lo quería el otro.

Sí Ginger estaba en los brazos de su madre y Freddie en los de su padre, lloraban por estar en los brazos del contrario.

Sí Freddie tenía zumo de pera y Ginger de manzana, querían lo del contrario.

Tn y George tuvieron que darle lo mismo. Y si estaban en brazos de diferentes, se iban a otras habitaciones hasta que lloraban por estar con el otro mellizo.

- Ya me cansé - bufó George con sus dos hijos en sus brazos, llorando porque Ginger tenía una diadema y Freddie una escoba pequeña y querían lo del contrario.

- Ahora papá tiene la diadema - Tn le quitó la diadema y se la puso a George. George le dio la escoba a su mujer

- Y mamá la escoba.

Phelps twins one shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora