*Segunda parte de Fred Weasley*
No me lo podía creer. Era como una especie de milagro e inconveniente al mismo tiempo.
James y yo llevábamos dos años juntos. Nos veíamos lo justo ya que trabajamos.
Igual que Oliver y Katy. Pero ellos al menos ya estaban casados. Y tenían una hija de un año. Se llamaba Jane y era preciosa.
Yo ya estaba en el puesto de jefa de mi trabajo, era un sueño hecho realidad. Pero cuando todo iba de maravilla, estaba mal que tuviera que dame de baja un par de meses.
Aunque esto sea una ilusión. Y tampoco es esto, después de todo, es mi hijo. Y el de James claramente.
Tenía que decírselo.
Pero conociéndolo, capaz es de decir que sí aunque no le guste. Aunque yo estoy en duda, necesito solucionarlo.
Me enteré en el trabajo. Fui al baño llena de valor después de una semana llena de dolores y vómitos. Me había hecho mejor amiga del baño.
Y sí, estaba embarazada. De dos meses. Normal. Me notaba hinchada y no me bajaba la regla. Como suelo ser irregular con la regla no le di importancia. Había meses que me venía dos veces y otras que no me bajaban hasta tres meses después.
Pero esta vez no vendría hasta dentro de siete meses. Por mi embarazo.
Me acerqué andando rápidamente hasta la mesa de Katie. Mi mano derecha en el trabajo y mi mejor amiga. A parte de mi cuñada.
- Katy - susurré
- ¿Pasa algo jefa? - preguntó confundida
- Ahora te necesito como amiga
Katy sonrió de lado - ¿Qué pasa? ¿Aniversario olvidado? ¿No sabes que regalar? ¿El aniversario de los suegros?
Negué con la cabeza.
- Mejor, porque sabes que tú los conoces más que yo. Creciste con ellos como tú segunda familia. Normalmente soy yo quien te pide opinión.
Me mordí el labio y me senté en su mesa - Necesito tu opinión.
- Y la tendrás. Sabes que soy directa.
- Sí - suspiré. - Esto es serio. Verás, tengo que contarle algo a James, pero al mismo tiempo no quiero porque no sé si lo tendré. Sé que le repercute, pero aunque él no quiera, dirá que sí.
- Tú sabes leer sus expresiones
- También es verdad, pero no sé. Esto... es serio. Porque yo lo quiero, y al mismo tiempo no. Pars decidirme necesito que él sea sincero.
- Díselo.
- ¿Y si no y decido no seguir adelante con ello? Es decir, yo lo perdería y él no se enteraría. Dolería, pero es que ahora ... me viene mal.
Katy me miró como si le estuviera contando una adivinanza.
- Mejor pídele opinión. Al final sabe cuándo mientes o escondes algo. Es normal en él.
- ¿Tú crees?
- Es la verdad
Suspiré - Sí lo es.
- ¿Y bien?
La miré confusa. Ella sonrió de lado.
- ¿Qué te pasa?
Me mordí el labio y miré mis manos - Estoy embarazada.
Katy dejó caer el clip que sujetaba y me miró con la boca abierta.
