¿Que es la libertad? ¿Por qué no podemos cruzar la reja? ¿Por qué hay números en nuestros cuellos? Son preguntas que rondan en mi cabeza constantemente pero, probablemente a la que más quisiera hayar una respuesta es al ¿por qué tu y yo no podemos s...
--------------------------------------------------------- Las vidas que se irán apagando poco a poco... ---------------------------------------------------------
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Corría por los pasillos de Lambda, tenía que llegar con su amiga cuanto antes, tenía que asegurarse de que ella estuviera bien. Llegó a la puerta de su habitación y entró. La encontró mirando al horizonte con una mano apoyada en el vidrio. Se acercó a ella y la abrazo entre lágrimas.
— Ari, estas aquí, estas a salvo, que alivio — dijo la castaña y con su cabeza en el hombro de Ari.
La peliroja correspondió al abrazo mientras que calmaba los llantos de su compañera acariciando su espalda.
— _____, todo está bien, no tienes porque llorar — dijo la peliroja dando suave es caricias en la espalda de la ojirosa.
La castaña se calmo de a pocos y se separó a ver a su amiga, ella traía la amable sonrisa con la que solía recibirla cada vez que ella volvía del exterior.Sin embargo, su memoria se hizo presente y recordó todo lo sucedido, rápidamente comprendió de que era lo que estaba pasando.
— Ari, tu... — dijo con gran pena y bajando la cabeza.
— ______ — interrumpió la peliroja — tranquila, ya te dije que estoy bien y lo mas importante es que tu estas bien, ya no tienes que servir a Ratri, ya no tienes que fingir estar con el- dijo mientras ponía su mano en la mejilla de la castaña limpiando las lágrimas volvían a caer.
— Pero tu también tenías que venir, tu también debiste salir de ese infierno — contestó ____ mirando a su amiga con un semblante decaído.
— ____,yo también salí, ya no tengo que cuidar los intereses de nadie, ¡ya no estoy encerrada! —dijo la peliroja entre risas.
La castaña bajó la cabeza con tristeza — No, esto, esot no debió pasar, yo debí estar contigo ¡Yo debí protegerte!
Ari se sorprendió por el tono con el que comenzaba a hablarle su amiga — Te equivocas, _____ no siempre podrás proteger a todos, se que haces tu mejor esfuerzo, pero hay cosas que no podrás controlar. Yo tome esta decisión y no quiero que te lamentes ¿si?
— No, yo... — contestó ella con pesadez.
— _______— llamó la pelirroja levantando la cabeza de su amiga con su mano — Se lo terca e impulsiva que eres a veces por lo que ten cuidado haya afuera ¿si?- le sonrió levemente — Ya no te lastimes tanto, se que podrás encontrar a tu familia y todo terminará.
La castaña comenzó a llorar nuevamente, aunque su amiga le dijera que no se culpara por lo sucedido, no podía evitarlo, estaba profundamente triste, estaba sumergida en el resentimiento y el odio que invadían su ser. Tenía que hacer algo, no podía dejar que la muerte de Ari haya sido en vano.
