Beso de sangre [Jujutsucreepytober2021]

Muerte ~GoYuu~

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(Chica x chica)

~Yuuji: Yumi~

~Satoru: Satomi~

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(...)

Año 1950

"Querida Yumi, hoy me encuentro sencillamente interesada en que usted sea parte absoluta en mi vida.

Desde que la conocí no ha hecho nada más su mera presencia en inundar cada uno de mis pensamientos. Me estoy volviendo loca y mis manos arden ante el hecho de querer tocar de nueva cuenta su suave piel tigreña.

Por favor, hágame el favor de permitirme verla, aunque sea una vez más.

Con cariño: Satomi Gojo"

Esa fue una de las muchas cartas que le escribió Satomi a su enamorada Yumi.

Satomi escribía tantas cartas como se lo permitían sus intensos sentimientos y paraba cuando sentía la mano acalambrada; sin embargo, después de descansar un poco, volvía a escribir como si su vida dependiera de ello.

Y es que ambas casi no se podían ver, se encontraban lejos la una de la otra y el que se vieran en público estaba penado, solo tuvieron uno que otro encuentro casual y, aun así, Gojo sintió muchas cosas estando cerca de la peli rosada.

Satomi se preguntaba cuando sería el dichoso día en que ambas no tuvieran que esconderse de la sociedad y hacer su relación pública no por el hecho de vanagloriarse, sino que en su pecho había una llama ardiente queriendo consumir todo a su paso. Estaba orgullosa de poder tomar la mano de Yumi entre las suyas con una suave delicadeza. Aun si la tomara en privado, de vez en cuando a Satomi le hervía la sangre de adrenalina al querer salir así con ella, tomadas de la mano, paseando como si nada...sin fingir amistad, cuando claramente había amor de por medio.

Pero claro que la sociedad no lo aceptaría, por supuesto que no y eso Gojo lo tenía más que claro. Entonces, y para no alterar los nervios de su querida Yumi, le escribía cartas a esta, con más confianza, aunque en parte decepción.

El sueño de Gojo siempre, desde que la conoció, había sido ir caminando de la mano de la dulce peli rosada.

¿Cuándo sería el día en que llegara a pasar eso? No estaba segura, pero mientras tanto seguiría redactando sus sentimientos en aquellas miles hojas de papel que tenía esparcidas sobre su escritorio de madera.

...

Al fin había llegado el día en que podría ver a su adorada Yumi. Esa tarde, Gojo se había preparado meticulosamente bien, utilizando un pantalón de cuero negro junto a una blusa del mismo color con círculos blancos y sus fieles tacones. Su peinado fue algo sencillo: una coleta alta resaltando su sedoso cabello blanco. Se echó algo de maquillaje, pero solo al natural. A Yumi le encantaba verla así, no usando tanto, solo el necesario.

Y ya lista y arreglada fue a ver a su peli rosada a un café cercano de su casa. Caminó unos minutos hasta que finalmente pudo divisar el dichoso café y una sonrisa se balanceó en sus labios pintados de rojo.

Yumi se encontraba cerca del local y en cuanto divisó a la de cabellos blancos alzó la mano saludándola con alegría y una enorme sonrisa pintada en sus rosados labios.