XXIII: Las Vueltas de la Vida

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Robin y Nami salieron de compras al día siguiente tal como lo habían conversado, las amigas disponían de un automóvil con su conductor y vidrios oscuros que las llevaba a donde ellas quisieran, y sin que lo supieran, eran vigiladas por dos guardias privados, cortesía de Marco, que por cierto, estaba muy contento de saber que Robin haría vida social con su amiga como cualquier otra chica, quizá podría tener avance con sus memorias, nunca se sabe en estos casos.

- ¿Robin? - la morena miraba por la ventana del auto mientras se acercaban al estacionamiento de un gran centro comercial - ¡Robin!

- ¿¡Eh!? Perdón, estaba distraída

- Así veo - sonrieron, su amiga no dejaba de mirar el lujoso interior del auto y al chofer -. ¿Puedo preguntar algo?

- Adelante...

- Marco y tú...

- No - se reía con ganas-. Es un no rotundo - dijo sin dejar de sonreír.

- ¡Pero si no he dicho nada aún! - la pelirroja se rascaba la cabeza algo avergonzada, al parecer su amiga conservaba el don de la agudeza mental a pesar de su amnesia.

- No hace falta que lo hagas en realidad. Marco es soltero, bien parecido, tiene billetes y parecería el partido perfecto, nada más ni nada menos que un doctor ¿No? - Robin se reía de la cara que ponía Nami, estaba dando en el clavo con la posible pregunta al parecer -. Sólo somos amigos, es mi ángel...

- Él es un buen tipo, muy buen doctor y sí, es bastante atractivo, pero ¿en serio entre ustedes no ha pasado nada de nada?

- ¡Nada! - ella se empezó a reír con ganas de la cara de asombro de Nami -. Podrías preguntarle a él la razón ¿no?

- ¡No haré eso ni loca! - se le puso la cara tan roja como su cabello -. Mejor cambiemos el tema - entraron en una de las tiendas a mirar ropa para bebés, entre los pasillos, la conversación continuaba.

- Háblame de él, Nami - la expresión de Nami cambió en un segundo, su amiga claramente no se iba a andar con rodeos -. Quiero despejar las miles de dudas que tengo

- ¡Uffff! ¿Por dónde comenzamos?

- Pues por el principio. Esto es lo que yo entiendo. Lo conocí a principios de este año, tuvimos sexo y estoy embarazada, todo lo que pasó en medio es un misterio para mí

- ¿Vaya! que resumen... La verdad es que pasaron muy rápido las cosas entre ustedes, apenas había entrado al grupo, estábamos conociéndolo, sólo que ustedes fueron más lejos, de un momento a otro los vimos besándose y asumimos que eran pareja, sinceramente no sé si te pidió que fueras su novia... - la morena se quedó pensativa.

- Cielos ¿y qué más?

- Sanji era el que más desconfiaba de él y parece que no se equivocó - la morena frunció el ceño.

- ¿Sanji y yo...?

- ¡No! - la chica negó rotundamente -. Ustedes siempre han sido sólo amigos. Aunque a ese rubio le gustan todas las chicas, contigo nunca tuvo un chance

- ¿Por qué me secuestraron, Nami?

- Esa pregunta es algo difícil de responder

- ¿Es algo relacionado con él?

- No, suponemos que Zoro no tuvo que ver en tu secuestro, verás... - la pelirroja adoptó un tono algo más serio y la morena le puso toda su atención -. Antes de entrar a estudiar con nosotros tú te dedicabas a algunas cosas que nunca nos contaste del todo pero que sabíamos te avergonzaban y querías olvidar

- ¿Le hice daño a alguien? - la pelirroja guardo silencio y ella la miró con tristeza -. Tu silencio me responde

- La verdad no sé qué responder a eso, solo sé que eres una gran chica, todos te admiran y te quieren, yo creo que por sanidad mental deberías empezar de cero

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2022 ⏰

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