Firma: Barracuda

Parte 5; Wally y Barracuda

Hace un par de días, en la actualidad (2021):

- Si vas a comprar, que sean cigarros mentolados. - Dijo Wally mirándome en la entrada del pequeño supermercado de la... Ciudad¿ -vivimos en la costa, el lugar no es ni muy chico para llamarlo pueblo ni muy grande para llamarlo ciudad, así que dile como te salga de los huevos-

- Cuántos salen esos?- pregunté viendo las monedas que tenía en mi mano. La verdad es que tenía el dinero justo para una cajetilla y no es que en mi casa abunde mucho la plata así que una parte de mi se sentía algo culpable por estar gastando en eso, pero no lo suficiente como para no hacerlo

- Creo que lo mismo que los normales.- miró las monedas en mi mano y subió la vista a mi. Yo lo miraba con desconfianza, sonaba raro que unos cigarros con sabor a menta salieran lo mismo que unos cualquiera.

- Si vos decís... - Respondí simple y entré al local con el siguiéndome. Yo llevaba la plata para los cigarros y el para un par de helados de agua. Generalmente Wally siempre compraba todo, no teníamos el mismo problema de dinero claramente. Pero a él no le molestaba gastarlo en comida o lo que quisiéramos en el momento, era muy cervical en ese sentido, le gustaba ver a sus amigos felices y sobretodo si era el mismo el que causaba el sentimiento.

Cuando llegamos a la caja de la nada me invadió una ola de calor y definitivamente el puto tapabocas no ayudaba en nada. Me puse nerviosa al preguntarle a la cajera cuánto salían los cigarros "me--mentolados" como pronuncié en ese momento, a un volumen bajo que es lo que suelo hacer cuando estoy insegura de lo que digo.

Debido a que como ya suponía los mentolados salían el doble que los comunes terminé llevando la segunda opción y al salir no tardé en abrir mi boca.

- Era obvio que iban a salir mas caros.-

Bajamos a la playa comiendo los helados y abrí la cajetilla pasándole un cigarro.

- Fumaste marihuana estos días?- le pregunté mientras veía su intento inútil de prender el encendedor. Wally contra el maldito viento de la costa.

- No... Tu?- negué con la cabeza. El y yo hicimos el trato de dejar de fumar porro al menos por un par de meses. Teníamos la sospecha de que esa mierda ya nos estaba quemando más neuronas de las que nos gustaba admitir.

- Tampoco...-