Capitulo 5

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Corría lo más rápido que podía, su vida literalmente dependía de eso y mientras intentaba llegar a sus armas también pensaba en la cara de decepción de Haymitch por desobedecer sus órdenes, la preocupación y miedo de Effie y Chad, sabía que correr en esa dirección era lo más estúpido que alguien podía hacer ahí dentro pero también esa era su única oportunidad de conseguir lo que necesitaba para sobrevivir a los juegos, logró llegar a la cornucopia y sin pensarlo se colgó el estuche de flechas al hombro y sostuvo con mucha fuerza el arco, el estuche de cuchillos estaba perfectamente acomodado en un chaleco por lo que rápidamente lo sostuvo con su mano libre y miró hacia sus laterales y vio que todos estaban muy concentrados en seleccionar sus armar por lo que aprovechó la distracción de todos y salió de la cornucopia, frente a esta había algunas mochilas esparcidas, eran muy pocas pero logró ser más rápida que la chica del distrito 6 y le arrebató la mochila para después salir corriendo en busca de un refugio, mientras recorría la zona escuchó el cañón sonar indicando que alguien ya había muerto, cuatro cañones más sonaron haciéndole saber que ya sólo quedaban 19 tributos vivos contándola a ella, sin duda alguna pasaría unos días muy difíciles o en dado caso llegaría a tener una muerte bastante violenta
-Cerillos, cuerda y... un termo vacío-hablo sola
Esas eran las cosas que la mochila contenía, se quedó pensando unos segundos en un buen plan para sobrevivir pero no se le ocurría nada, tenía que encontrar una fuente de agua pronto o correría el riesgo de morir deshidratada, necesitaba comida pero sobre todo necesitaba una buena estrategia para ser la ganadora, sabía que no podía matarlos a todos así que de alguna forma podía utilizar eso a su favor, dejar que todos los demás se cazaran y se mataran y cuando quedaran pocos tributos ella podría atacar y ganar, no era mala idea pero aún así seguía siendo muy arriesgado tomando en cuenta que es de las más chicas ese año. Decidió seguir con su camino y después de un buen rato encontró las ruinas de una casa, solo quedaba una pared en pie mientras que todo lo demás eran escombros, buscó un buen lugar y logró acomodarse detrás de una pila de escombros
-Espero que dormir aquí no me traiga problemas-mencionó a la nada
Se quedó callada unos minutos pensando en todo lo que podría estar pasando fuera de la arena, los patrocinadores estarían apostando por sus favoritos mientras que las familias de los tributos estaban en los distritos con el alma pendiendo de un hilo esperando saber que pasará con los chicos y chicas que están ahí esperando lo peor
-Abuela si puedes ver esto quiero que sepas que te amo y trataré de volver-hablo mirando el cielo
Era consiente de que alguna cámara había captado esas palabras y ahora serían transmitidas a todo Panem, lentamente cerró los ojos y cayó dormida olvidando que debía mantenerse alerta por si alguien la encontraba... abrió los ojos cuando escuchó el pitido de algún objeto, vio como un paracaídas caía frente a ella y sin pensárselo mucho lo abrió y leyó la nota que estaba ahí dentro
-El agua está cerca mocosa, deja de holgazanear y búscala. H.-
Sonrió en cuanto leyó el apodo y la última letra le confirmó quien estaba detrás de ese regalo, a pesar de haber desobedecido sus órdenes Haymitch seguía ayudándola, miró el contenido del paracaídas y encontró un frasco de sopa y una cuchara, se comió la sopa y al terminar guardó la cuchara en su mochila y se la colgó al hombro lista para seguir buscando el agua que necesitaba
-Gracias-dijo sin más
Estaba segura de que su mentor entendería que ese agradecimiento era para él. Caminó durante un largo rato pero finalmente logró encontrar un río, sonrió y se acerco mientras sacaba su termo de agua y lo llenaba, bebió con necesidad y sintió como el agua refrescaba su garganta y hidrataba su sistema, se sentó sobre una roca y observó cada punto del rio, parecía un lugar tranquilo pero ella estaba segura que en cualquier momento esa tranquilidad podría esfumarse, escuchó algunas pisadas y de inmediato se puso de pie mientras cargaba el arco con una flecha, un conejo de color blanco salió detrás de unos escombros y al ver a la chica cambió de dirección para escapar de ella
-No puedo creer que haré esto-dijo la chica
Guardo la flecha y se colgó el arco en la espalda, sacó un cuchillo del chaleco que llevaba puesto y comenzó a correr detrás del conejo, tenía que atraparlo ya que esa sería su comida, cada vez estaba más cerca y cuando ya estaba a pocos centímetros de alcanzarlo saltó sobre él y sin pensarlo clavó el cuchillo en el estómago del animal, se puso de pie y cargó al animal en busca de un nuevo lugar para dormir, quería estar cerca del rio pero era muy arriesgado. Encontró un edificio que aún seguía en pie, era muy evidente que podría derrumbarse en cualquier momento pero decidió arriesgarse a entrar y pasar la noche ahí, antes de entrar recolectó un poco de madera para hacer una pequeña fogata, el edificio era de solo tres pisos y ella decidió quedarse en el segundo piso, hizo su fogata y cocinó al conejo, comió un poco y todo lo demás decidió guardarlo para las siguientes comidas, después de un rato apago la fogata y se recargó en una de las paredes lista para dormir pero le resultó imposible conciliar el sueño, no dejaba de pensar en lo que podría estar pasando con los demás tributos, tal vez los profesionales ya estaban cazando a los más débiles y pequeños, o tal vez el vigilante jefe de los juegos ya tenía alguna sorpresa para los tributos, algún muto o incluso podría provocar que la ciudad en ruinas terminara de desplomarse matando a la mayoría de tributos que aún siguen vivos.
Pasó la noche en vela esperando el amanecer para salir del edificio y así poder seguir tratando de ser la última que quede viva, se estaba comenzando a inclinar más por la opción de dejar que se mataran entre todos y cuando solo quedara uno ella aparecería y utilizaría su ventaja de seguir con energía y fuerza suficiente para acabar con dicho tributo, solo así ganaría o eso pensaba ella pues su plan se vino abajo cuando escuchó ruidos en el primer piso del edificio, escuchó dos voces que cada vez se iban acercando más
-¿Estas seguro que está aquí?-preguntó un chico
-Si lo estoy, la vi entrar aquí anoche y no a salido aún-respondió otro
La segunda voz le parecía familiar pero aún no lograba distinguir quienes eran, cargo su arco con una flecha y se escondió detrás de una pared mientras apuntaba la flecha hacia la entrada que estaba junto a ella, sin duda mataría a quien entrara por ahí clavándole la flecha en la cabeza
-Mira ahí!-exclamó un chico-Son las cenizas de una fogata, vamos-
Agarró con más fuerza el arco y tensó aún más la cuerda, el primer chico entró al cuarto y ella no dudó ni un solo segundo en soltar la cuerda y permitir que la flecha fuera dispara directo a la yugular del chico, lo vio caer de rodillas al suelo mientras la sangre brotaba en grandes cantidades de su cuello, segundos después el chico terminó de caer al suelo sin vida y dejando una gran mancha de sangre ahí mismo
-Choc!!-gritó alguien-Mierda!-
El segundo chico entró corriendo al cuarto sin reparar en la presencia de la chica a sus espaldas, al verificar que Choc del distrito dos estaba muerto se dio la vuelta y vio a la chica ahí parada observándolo fijamente
-Yelena-murmuró él
-Marcus-dijo ella molesta
Los dos tributos del distrito doce estaban cara a cara, Marcus tenía en la mano un pequeño cuchillo mientras que Yelena llevaba puesto su chaleco tapizado de cuchillos por el frente y su arco en la mano con el estuche de flechas colgado en su espalda, ella tenía la ventaja pero él era demasiado persuasivo
-Te aliaste con Choc solo para que él me matara, que hijo de puta eres-dijo ella
-Todos estos días tú fuiste la favorita del equipo. La consentida de Haymitch y la adoración de Effie!-dijo Marcus-A mi me hicieron a un lado, pero aquí no tienes a nadie para que te proteja-
Marcus estaba molesto y la odiaba por razones que ya eran conocidas por todos, y aún así seguía en desventaja porque no importaba cuantas veces intentara hacer sentir mal a Yelena con esas cosas, no lo lograría nunca, Haymitch se había encargado muy bien de enseñarla a ignorar los comentarios negativos de los demás y seguir adelante
-Te sugiero que te des la vuelta y te largues si no quieres morir-dijo ella tranquila
-No pienso hacer eso, primero te quiero ver muerta!-grito Marcus
El chico fue demasiado estúpido al intentar lanzarse sobre Yelena para matarla, ella fue más rápida y logró esquivar dicho ataque, se puso detrás de Marcus y lo empujó hacia la pared, tiro el arco al suelo y sacó un cuchillo para que así estuvieran las cosas equilibradas y fuera una pelea justa
-No quiero matarte, detente-dijo ella
Marcus la ignoro y una ves más intentó golpearla, Yelena le dio un golpe en el estómago dejándolo sin aire por unos segundos, luego le dio un golpe más en el rostro cerca del labio y fue entonces cuando Marcus cayó al suelo, la chica puso en alto su cuchillo lista para dejarlo clavado en el pecho de Marcus
-¿Vas a matarme? ¿De verdad?-cuestionó el
-Para eso estamos aquí, para matarnos unos a otros-respondió ella
Clavó el cuchillo en el pecho de Marcus y por un instante sus miradas chocaron
-Yelena...-susurró Marcus débil
Segundos después el niño del distrito doce de tan solo doce años murió en manos de su compañera de distrito, Yelena observó como el cuerpo de Marcus perdía la vida lentamente, sus músculos se aflojaron, sus ojos se cerraron y su respiración dejó de escucharse
-Lo siento pero eras tú o yo, y en este lugar debo ser solo yo-dijo Yelena
Recogió su cuchillo y su flecha, los limpió y los guardo, agarro su arco y salió del edificio rápidamente, acababa de matar a dos personas ahí dentro y se sentía muy extraña, no sentía culpa mucho menos sentía miedo de lo que había hecho, estaba tranquila y en paz consigo misma, aparentemente el ángel del Capitolio no era tan inocente como todos creían.

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