Capitulo 14

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Los días pasaban y pasaban con rapidez, su rutina era resumida en visitar a Haymitch brevemente y luego volver a su casa y disfrutar de la compañía de Hazel, hace dos días recibió una llamada de Johanna y estuvieron un rato hablando pero fuera de eso no había sucedido nada importante, las llamadas de Dylan seguían llegando pero Hazel se encargaba de quitárselo de encima, la mujer sabía que cada vez que el teléfono sonaba era un tormento para Yelena
-Ten tómatelo y luego duerme un rato-dijo Hazel
Le entregó un té acompañado de las galletas favoritas de Yelena, galletas sabor vainilla cubiertas con mermelada de cereza, Yelena le dio un pequeño trago al té y comenzó a comer las galletas, Hazel la miró durante unos segundos y una vez más notó que la chica tenía grandes ojeras y parecía estar desanimada
-Mi niña ¿que te pasa?-hablo Hazel
-No me siento bien, anoche vomité dos veces y hoy no aguanto el estómago-respondió ella
-Llamaré al doctor para que venga a verte, tu tranquila-dijo Hazel
Yelena asintió y siguió tomando su té, minutos después Hazel se acercó a ella diciéndole que el doctor llegaría dentro de un rato, recogió la taza y el plato ahora vacíos y cuando la puerta se escuchó fue a abrir rápidamente, el doctor entró a la sala y revisó a Yelena, todo parecía normal pero cuando la chica le contó sobre sus malestares estomacales todo cobro sentido, el doctor le hizo algunas preguntas y luego le dio una receta médica a Hazel para que comprara los medicamentos correspondientes
-Si la prueba sale negativa cómprele estos medicamentos-dijo el doctor
-¿Y si sale positiva?-preguntó Hazel
-Vayan al consultorio a verme, haya lo resolveremos mejor-respondió el doctor
Le pagaron por la revisión y luego Hazel salió de la casa para buscar lo que Yelena necesitaba, fue a la farmacia y compro lo necesario, cuando iba de vuelta a la aldea de los vencedores se encontró con Haymitch y le contó que Yelena estaba enferma así que por lo tanto no podría recibir visitas, el mentor se preocupó y ignoró las palabras de la mujer, llegaron a la casa y Hazel le ordenó a Yelena que se hiciera la prueba para salir de dudas, la chica entró al baño y algunos minutos después Hazel escuchó algo que la preocupó aún más
-Hazel!-gritó Yelena-Hazel por favor ven!-
-Aquí estoy, dime-dijo la mujer
Cerró la puerta del baño y vio a Yelena sentada en el piso con la prueba entre sus manos y lágrimas amenazando con salir de sus ojos, Yelena le entregó la prueba y Hazel no pudo evitar sentir lastima al ver el resultado
-Positivo-susurró Hazel
-Dios no! Esto no puede estar pasando!-gritó Yelena-Yo no quiero esto Hazel-
-Tranquila mi niña lo resolveremos ¿si?-dijo Hazel-Confía en mi, ven acá-
Yelena se puso de pie y luego se acercó a la mujer para que ella la envolviera entre sus brazos mientras la dejaba llorar en su hombro como una niña pequeña, cuando Hazel logró tranquilizarla un poco salieron del baño y se reunieron con Haymitch en la sala
-¿Que pasa? Hablen ya-pidió él
-Tienes que ver esto-dijo Hazel
Le entregó la prueba y segundos después la mirada de Haymitch cayó sobre Yelena
-Estás... tiene que ser una broma-dijo Haymitch-Se supone que te estabas cuidando!-
-Por favor perdóname Haymitch-sollozó Yelena-Tú me lo advertiste y yo no fui tan responsable!-
Haymitch no supo que hacer solo se puso de pie y le dijo que encontrarían una forma de resolverlo, salió de la casa dejando a las dos mujeres solas, Hazel abrazó a Yelena y una vez más la chica rompió en llanto por lo mal que se sentía, era difícil de creer todo lo que puede ocurrir en tan poco tiempo, al caer la noche Yelena tomó el teléfono y marcó el número indicado esperando encontrar en esa persona el consuelo que en verdad necesitaba
-¿Hola?-hablaron del otro lado de la línea
-Soy Yelena, disculpa la hora pero... necesito contarte algo-dijo la chica
-¿Estas bien? Suenas como triste-dijo él
Yelena respiro profundo y se armó de valor para decirle la verdad, lo necesitaba más que nunca
-Finnick... estoy embarazada-confesó Yelena
Silencio, eso fue lo único que escuchó durante unos largos segundos, pudo escuchar también como Finnick respiraba pesadamente
-¿Es... es mío, verdad?-preguntó él
-La ultima vez que estuve con alguien fue en el tren de regreso, contigo-dijo Yelena
No hubo respuesta, era bastante obvio que él al igual que ella no podía asimilarlo del todo aún
-Mi último comprador fue Senneca y me cuidé-siguió Yelena
-No lo dudó-hablo Finnick-Pero esa noche en el tren yo no lo hice, esto es mi culpa-
El error de Finnick podría llegar a costarles muy caro, siguieron hablando y quedaron en que Finnick viajaría al doce dentro de dos días y entonces buscarían una solución, decir que Yelena estaba nerviosa era poco se sentía mal y estaba muy preocupada, tenía miedo, esto podría meterlos en problemas muy graves a ella y a Finnick
-Deberías descansar, lo necesitas-hablo Hazel
Ya pasaban de las diez de la noche y la mujer seguía ahí cuidándola y permaneciendo atenta por si ella necesitaba algo más
-Y tú deberías irte a tu casa, ya es tarde Hazel-dijo Yelena
-Gale ya no tarde en venir por mi pero no quiero dejarte sola-respondió Hazel
-Estaré bien, además mañana temprano vendrás-dijo Yelena tranquila
Usaba ese tono de voz porque ya no quería preocupar más a Hazel, sabía que también para ella era difícil asimilar esto, Hazel la había visto convertirse en mujer los últimos cuatro años y existía un cariño muy grande entre ellas que hacía que esta noticia también la preocupara de alguna forma, Gale llegó y Hazel se despidió de ella, cuando se quedó sola lo único que hizo fue subir a su habitación, envolverse en una manta y sentarse en el balcón mirando el cielo oscuro que era adornado por unas cuantas estrellas, una silenciosa lágrima bajo por su mejilla y una vez más se reprimió por no haber sido lo suficientemente cuidadosa, no sólo fue culpa de Finnick si no que también de ella, fue culpa de los dos.

Dos días después.

Esperaba ansiosa en la estación del tren, un rato antes había ido al doctor para confirmar las cosas y efectivamente estaba embarazada, ya no había duda, el tren llegó y minutos después el bajo con su maleta en la mano y una sonrisa nerviosa apareció en su cara al verla, se acercó rápidamente y la envolvió entre sus brazos mientras que ella no pudo contenerse y rompió en llanto como llevaba haciéndolo desde hace dos días
-Ya estoy aquí, lo arreglaremos confía en mi-dijo él
-Finnick tengo miedo-susurró Yelena
-Lo se, también yo lo tengo-respondió él
Se separaron y emprendieron caminó a la casa de la chica, ahí estaba Hazel ya esperándolos con el desayuno listo, los tres se sentaron en la mesa de la cocina y desayunaron en completo silencio, al terminar Finnick y Yelena subieron al segundo nivel de la casa para que él acomodara sus cosas en la recámara
-Lo tenemos que decir, si intentamos ocultarlo será peor-dijo Finnick
-¿Crees que sea bueno decirlo?-preguntó ella
-No lo se, pero de igual forma se darán cuenta-respondió él
-Bien... ¿cuando le diremos?-dijo ella
-Hay que llamar a Effie para que nos ayude-dijo Finnick
Yelena asintió y bajo a la sala para llamar a Effie, tal vez ella podría ayudarlos en algo y era posible que encontrara una solución más sensata, Yelena la llamo y le pidió que los ayudara a viajar al Capitolio lo más pronto posible, tenían que ver al presidente y Effie era la única que podía cuadrar una cita con él, la mujer capitolina accedió a ayudar aún sin saber porque querían ir, quedó de llamarle para confirmar la cita y la hora de salida del tren, Finnick se sentó junto a Yelena en el sillón y le agarró la mano con fuerza, la miró a los ojos y le sonrió como solo él sabía hacerlo
-Saldremos adelante lo juro-dijo Finnick
Yelena asintió y escuchó el teléfono sonar, contestó y era Effie confirmándole la cita con el presidente
-El tren sale en la madrugada, a las 5:00-dijo Effie-La cita será al medio día después de que lleguen-
-Gracias Effie, prometo que cuando lleguemos te contaré lo qué pasa-respondió Yelena
-Eso espero, nos vemos mañana cariño-dijo Effie
La llamada terminó y Yelena con el ánimo por los suelos se puso de pie y con pasos muy pesados caminó hasta la cocina donde aún se encontraba Hazel preparándole un té para dormir
-Mañana iré al Capitolio-hablo Yelena
-Ay mi niña, espero que todo salga bien-dijo Hazel
-Hazel tengo mucho miedo-susurró Yelena
La mujer la abrazó y la dejó llorar en sus brazos como si fuera una niña pequeña, cuando Yelena se calmó Hazel le entregó su taza de té y se esperó hasta que se la terminó para acompañarla a su habitación y asegurarse que si se acostara a dormir, Hazel se retiró a su casa y Finnick entró a la habitación para dormir él también, se tendrían que despertar muy temprano para abordar el tren en la madrugada.

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2022 ⏰

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