Capitulo 10

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Cuatro años después

-¿Que opinas de ella? Su estrategia fue buena-dijo Yelena
-Si lo fue pero, terminara igual que nosotros dos-dijo Finnick
-Pesimista-murmuró Yelena
-En realidad soy realista-mencionó él
Yelena rodó los ojos y decidió acercarse a la nueva vencedora de ese año, la ganadora de los 71° Juegos del Hambre, estaban en la fiesta de la gira de la victoria de aquella chica y eso también implicaba que Yelena y Finnick tenía trabajo que hacer al terminar la fiesta
-Johanna Mason, es un gusto conocerte-saludo-Soy Yelena Clark-
-Y yo soy Finnick Odair-dijo el rubio
-Hola, no creí que los conocería esta noche-respondió Johanna
Los dos le sonrieron amablemente y la ayudaron a no aburrirse en aquella fiesta llena de personas hipócritas, personas que solo juzgaban y buscaban con quien terminar la noche, la mayoría eran hombres y mujeres de las mejores posiciones sociales que solo esperaban la reunión con el presidente para poder comprar los "servicios" de uno de los vencedores, esta noche muchos acechaban a Johanna, todos querían probarla pero solo uno logró ser el primero, <Pobre chica>, pensó Yelena, pero ese era el destino de todos los vencedores, ser esclavos sumisos de Snow y de sus compradores
-Ay no, ahí está ese idiota-se quejo Finnick
Yelena y Johanna miraron a su alrededor y solo una de ellas logró encontrar al idiota del que Finnick hablaba, alto, brazos fuertes, espalda ancha, con la barba más visible y ese cabello platinado que tanto lo distinguía
-¿Quien es el?-preguntó Johanna
-El novio de Yelena-dijo Finnick
La chica del doce estaba embobada mirando al nieto del presidente, él hablaba con un grupo de chicas que lo rodeaban pero aún así bastó solo de un segundo para que su atención cayera sobre Yelena y el grupo de chicas quedara de lado
-¿El es tu novio? La verdad es muy guapo-dijo Johanna
-No es mi novio, solo somos amigos-dijo Yelena
-Amigos que se atraen-hablo Finnick-Por favor Yelena a mi no me engañas, él intento  comprarte hace un año-
-Solo quería conocerme más, es obvio que su abuelo jamás dejaría que estuviera conmigo de esa forma-se excusó ella
Finnick negó con la cabeza ya enfadado por aquella conversación, revisó la hora en su reloj de bolsillo y al ver que ya pasaba de la media noche recordó el compromiso que tenían, se despidió de Johanna y luego tomó a Yelena de la mano para sacarla de aquella fiesta y así entrar juntos a la mansión donde ya los esperaban
-Llegan tarde!-regaño Snow-Hay personas esperándolos-
-Lo sentimos, estábamos conociendo a la nueva vencedora-dijo Yelena
-A trabajar! Yo tengo un discurso que dar-dijo Snow
Cuando el presidente se retiró, Finnick y Yelena subieron al segundo nivel de la mansión y dejaron que los guardias los guiaran a las habitaciones que les correspondía, Yelena entró al cuarto y vio a un hombre sentado en un sillón individual con una copa de vino en la mano y el cinturón del pantalón desabrochado
-Acércate y arrodíllate-ordenó él
La chica hizo lo que le ordenaron y se puso de rodillas frente a su comprador, el hombre bajo el cierre de su pantalón y luego sacó su miembro el cual ya estaba muy erecto, solo le bastó con ver a Yelena para excitarse, vació un chorro de vino en su miembro y luego miró a la chica
-Sabes que hacer-dijo él
Yelena sujeto el miembro del hombre y después lo metió a su boca lista para darle placer, con su lengua limpió el rastro de vino y minutos después consiguió que el hombre terminara acompañado de un gemido
-Ponte de pie-ordenó él-Levanta tú vestido y siéntate-
Hizo caso y después de levantar su vestido se sentó a horcajadas sobre él, sintió como el miembro del hombre entraba en ella sin ninguna delicadeza y luego ambos comenzaron a moverse al ritmo que él quería, la sujetaba de la cintura con fuerza y la embestía de forma rápida y dura, no le importaba si la lastimaba, después de unos minutos el sonido de las pieles chocando se escuchó aún más fuerte y a su vez también él pudo sentir como su pantalón se mojaba con los líquidos que salían de la zona íntima de la chica
-Ah así, muévete más rápido-dijo él
Yelena mordió su labio inferior y trató de moverse más rápido, el sujeto el escote de su vestido y en un rápido movimiento lo bajo dejando a la vista los pechos de Yelena, hubo un momento en el que las embestidas fueron mas fuertes y Yelena tuvo que tapar su boca para no gritar, pero él le sujeto la mano con fuerza y la hizo a un lado
-Quiero escucharte gemir, hazlo!-dijo él
La chica comenzó a hacerlo, ese era su deber, obedecer las órdenes y cumplir los deseos de sus compradores, gimió justo como él quería y después de un rato el la bajo y la obligó a arrodillarse una vez más, comenzó a jalar su miembro y segundos después terminó derramando su líquido en los pechos de la chica, minutos después arreglaron sus ropas y antes de salir de la habitación se acercó a ella y la sujeto del rostro para besarla
-Eres mi zorra favorita, te veré luego-se despidió él
-Adiós Seneca-dijo Yelena fríamente
Seneca Crean había sido su comprador esa noche, era el segundo año consecutivo que él la compraba, él era el vigilante jefe de los juegos desde hace un año lo cual también lo ayudaba a tener cierto privilegio para poder comprar a Yelena con más facilidad, incluso logró comprarla un año atrás multiplicando el doble e incluso el triple del dinero que Dylan Snow había ofrecido por ella, unos golpes en la puerta la hicieron reaccionar y murmuró una afirmación para que quien tocara la puerta entrara
-¿Como te fue? Vi a Seneca salir-dijo él
-Igual que el año pasado, es un idiota asqueroso-dijo ella
-Entonces... ¿sigo siendo el mejor?-preguntó él
Yelena sonrió y se acercó a él para tomarlo de las mejillas, lo miró a los ojos y recordó aquella noche en la que estuvieron juntos por primera vez
-Si Finnick, sigues siendo el mejor-dijo ella
El rubio sonrió y sin poder evitarlo la beso suavemente, a penas y rozo sus labios con los de la chica, salieron de la habitación y juntos volvieron al centro de tributos, ya no tenían porque seguir en la fiesta, subieron al elevador y comenzaron a ascender
-¿Como están Annie y Max?-preguntó ella
-Max está bien y Annie... aún le cuesta trabajo asimilar que ya no está en la arena-dijo Finnick
Yelena puso una mano en su hombro y le sonrió cálidamente cuando él la miró, eran amigos y querían apoyarse en todo lo que pudieran, el elevador se detuvo en el piso cuatro y Finnick salió de él despidiéndose de Yelena, minutos después ella llegó a su piso y entró a su departamento, ahí estaba Haymitch dormido en la sala con una botella vacía sobre la mesa de centro, Yelena recogió la manta del suelo y lo cobijó con esa misma
-Después de cuatro años sigues quedándote en la sala para esperar mi llegada-susurró ella
Haymitch tosió un poco y el olor a alcohol inundó las fosas nasales de la chica de ahora 19 años
-Tienes una asquerosa manera de esperarme pero, por lo menos lo haces-siguió ella
Beso la mejilla de su mentor y tutor para después subir a su habitación y intentar conciliar el sueño. Despertó al sentir como la movían suavemente y al abrir los ojos vio a un avox frente a ella con un sobre en la mano, se lo entregó y cuando ella le dio las gracias él avox se retiró para darle privacidad, abrió el sobre y se encontró con una letra demasiado fina y delicada, pudo reconocer al instante de quien era esa letra
-Reunión de vencedores, no llegues tarde al desayuno-leyó Yelena
Suspiro ya cansada de la situación, cada año era lo mismo, después de la fiesta de celebración para el nuevo vencedor, se reunían en la mansión presidencial y Snow les contaba cómo iban las ganancias que obtenía gracias a sus servicio, también les informaba cuanto dinero extra se les pagaría por eso, era una reunión llena de hipocresía, incomodidades, sonrisas y comentarios falsos que al final terminaban siendo liderados y provocados por la misma persona
-Snow-dijo Yelena-Siempre con sus aburridas e irritantes reuniones-
Entró al baño para darse una ducha rápido y al salir buscó en su armario un buen atuendo, eligió un vestido color azul cielo con un estampado de pequeñas flores en toda la tela, ese vestido estaba hecho con una tela muy sencilla, no era un producto de Chad, era un regalo que Hazel había hecho para ella en su cumpleaños pasado, la mujer lo hizo con sus propias manos y Yelena estaba totalmente agradecida y emocionada por tener un regalo lleno de cariño y sinceridad como ese, se arregló un poco y al terminar salió del centro de tributos para ir a la mansión, el vehículo la dejó en la puerta principal y ahí uno de los avox la guió hasta el jardín donde ya se encontraba el presidente siendo acompañado por sus dos nietos, Dylan y Marie, también estaban los vencedores del distrito uno, los del dos, Johanna, Finnick y ella
-Señorita Clark tome asiento-dijo Snow-Están por servir el desayuno-
Yelena sonrió falsamente y se sentó junto a Johanna, la chica del siete se veía conmocionada y incluso parecía sentir pánico de estar ahí, <Ya es una de nosotros> pensó Yelena, era más que obvio que Johanna había sido iniciada la noche anterior y ahora estaba en esa reunión esperando su pago, al igual que todos, les sirvieron el desayuno y todos comieron tranquilamente, tenían prohibido hablar sobre aquellos negocios frente a Marie así que esperarían a que ella se retirara para poder hablar bien
-Termine gracias, debo ir a mis clases de piano-mencionó la niña
-Que te vaya bien cariño-dijo Snow
Dylan besó la mejilla de su prima y siguió con su desayuno mientras que de vez en cuando miraba a la chica de cabello oscuro sentada del otro lado de la mesa
-Te está mirando-susurró Johanna
-Ignóralo, centra tu atención en Snow-susurró Yelena
-Finnick también te mira-dijo Johanna
Yelena levantó la mirada y vio a Finnick tomar de su café mientras la veía de reojo
-Esta vez participaron menos de ustedes pero... las ganancias siguen siendo bastante buenas-dijo Snow
Todos lo miraron en silencio, sabían lo que seguía, un aburrido discurso de porque debían seguir haciendo eso, ninguno tenía familia, solo los vencedores del uno que eran hermanos, el resto sólo tenían conocidos, Snow habló sobre los porcentajes que les tocaban y felicitó a Johanna por su gran debut la noche anterior
-Si Johanna felicidades, fuiste muy solicitada en la subasta-dijo Cashmer
-Casi como Yelena-dijo Enobaria-Aunque ella sigue siendo el centro de atención-
-Por algo soy el Angel del Capitolio ¿no?-dijo Yelena sonriendo con suficiencia
Dylan sonrió también al ver como el apodo que él mismo escogió para Yelena causaba mucha envidia y molestia a las demás mujeres, su abuelo lo miró y él borró su sonrisa y aparto la mirada, Snow no estaba de acuerdo con el interés de Dylan hacia la vencedora del doce, el presidente creía que su nieto necesitaba a alguien mucho mejor, a alguien que aún tuviera dignidad según sus creencias, las cosas que Yelena hacía al seguir sus reglas la convertían en alguien que no merecía ni siquiera una sola mirada de su nieto
-El dinero les será entregado al salir de aquí, ahora cambiando de tema, quiero decirles que habrá una reunión de senadores-dijo Snow
-Creí que esas reuniones eran de extrema privacidad-mencionó Gloss
-Lo son, pero esta vez quieren celebrar el cumpleaños de uno de ellos-dijo Snow-Ademas será el debut de mi nieto en la política-
-¿Comenzará a prepararlo para que sea el siguiente presidente?-pregunto Finnick
Snow asintió y todos siguieron escuchando lo que tenía que decirles, les dijo a quienes acompañarían en esa reunión y la única que no fue solícita fue Enobaria
-Johanna tú acompañarás al señor Miles, el festejado-dijo Snow-Y Yelena... para ti hubo un cambio de último momento-
Yelena frunció el ceño, el tono de voz de Snow la inquietaba, parecía molesto al decir eso pero era difícil descifrar si era real o solo eran tontas suposiciones suyas
-Tú acompañarás a mi nieto Dylan, fue una petición especial por su debut-dijo Snow
-Si señor-dijo Yelena
Miró a Dylan brevemente y él le guiñó un ojo mientras se mordía el labio inferior, después de cuatro años de hacer servicios especiales y de aprender mucho del coqueteo de Finnick, para ella ver a Dylan hacer eso le resultaba bastante llamativo, incluso se atrevería a decir que le provocaba ganas de acostarse con él pero ella sabía que eso no podía suceder. La reunión terminó y todos se retiraron de la mansión, Finnick se acercó a ella y le propuso que dieran un paseo por la ciudad, para despejarse de todo por un rato, invitaron a Johanna y la chica aceptó de inmediato, pasaron el día entero juntos conociendo más a la chica del distrito siete y supieron que ella también necesitaría a alguien que la escuchara y la ayudara a sobrevivir a las cosas que Snow los obligaba a hacer
-Perdí a mi familia antes de mi gira de la victoria, estoy sola-confesó Johanna
-No lo estás-dijo Yelena-Yo estoy contigo, somos amigas a partir de este momento-
-Y no te olvides de mi-dijo Finnick
El rubio tenía a Max y a Annie, Yelena tenía a sus tutores que eran Haymitch y Effie, a Hazel y a su equipo de preparación, pero Johanna aún no conocía del todo a su equipo, era una chica que realmente necesitaba sentir que aún le quedaba alguien y Yelena se esforzaría junto con Finnick para darle el apoyo que necesitaba, para darle la misma ayuda que se brindaban entre ellos dos desde hace cuatro años.

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