↷Capítulo tres

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—¿Ginger? ¿Escuchaste algo de lo que acabo de decir?— Ginny le preguntó a Ginger, quien parpadeó varias veces, mirando a través de los asientos del tren.

—Ginny, estaba contando tus pecas, ¿te importaría repetirlo?— Ginger le preguntó a la pelirroja mientras se aclaraba la garganta, concentrándose en sus palabras, intentando de todos modos.

—Te pregunté si crees que Dumbledore nos permitirá ser compañeras de habitación de nuevo. Sabes que esas listas de compañeras de habitación que tenemos seguramente nos volverán a contagiar.— Ginny habló molesta, con una mirada en sus ojos azules al pensar en las otras dos chicas con las que ella y Ginger compartían una habitación.

—Ginny.— Ginger jadeó ante sus palabras con una leve sonrisa, —En mi defensa, nos quedamos hasta tarde hablando—.

—¿Por qué no lo haríamos? Tenemos mucho de qué hablar—. Ginny explicó mientras Ginger asintió con la cabeza en discusión, pateando su pierna izquierda que cayó sobre la derecha.

— El año pasado me habló de una habitación privada debido a mis pesadillas. Papá dijo que la pagaría para evitar que mantuviera despiertos a todos en el salón de Gryffindor toda la noche—. Ginger dijo asintiendo con la cabeza, con un leve rubor de vergüenza en sus rasgos.

—Me quedaré contigo.— Ginny habló casi tan rápido como la frase de Ginger salió de su lengua.

—Por supuesto, por supuesto.— Ginger asintió con la cabeza, abriendo la boca para decir algo antes de volver a cerrarla.

—¿Qué?— Ginny le preguntó mientras Ginger negaba con la cabeza, —Continúa. ¿Qué ibas a decir, Ginger?—

—Yo sólo ... no crees que Pansy me haga pasar un mal año, ¿verdad? Lo más probable es que haya crecido un poco durante el verano—. Ginger habló, más tratando de convencerse a sí misma en lugar de hacer una pregunta para la que sabía la respuesta.

—No contaría con eso.— Ginny negó con la cabeza a sabiendas, —La hechizaré si lo hace, he mejorado este año—.

Ginger esbozó una sonrisa ante sus palabras y negó con la cabeza, los anteojos de su rostro cayeron un poco por su nariz, —No la maldigas, solo dale un pequeño paseo por el Gran Comedor—.

—Eso puedo hacer.— Ginny asintió con la cabeza mientras Ginger sonreía y abría su cuaderno, haciendo que Ginny sostuviera la tinta para que no se cayera.

(....)

—La nueva profesora parece molesta—. Dijo Ginger mientras ayudaba a Ginny a poner las mantas en su nueva cama que fue otorgada por Dumbledore. Era mucho más pequeño que su dormitorio nterior, pero las chicas lo habían convencido de que permitiera que Ginny se quedara, diciendo que no sería ningún problema quedarse en la misma cama.

—Mejor que Lockheart, espero.— Dijo Ginny, recordando que ambas chicas no aprendieron durante el primer año debido a él.

—Fue un desastre—. Ginger se rió mientras se subía mejor la correa de su camisón mientras se arrastraba a la cama, dándole palmaditas a Ginny para que hiciera lo mismo.

—¿Crees que la gente hablará? ¿Sobre la habitación?— Ginger se encontró preocupada mientras se sentaba en la cama junto a la Weasley más joven.

—Lo más probable, pero ¿a quién le importan?— Ginny dijo encogiéndose de hombros, —Les diré que se vayan—.

—Sé que lo harás.— Dijo Ginger con una risa, empujando a Ginny ligeramente mientras se inclinaba para apagar la vela, haciendo que la habitación cayera en la oscuridad, la tenue luz de la luna desde la ventana era la única luz que entraba por ella. Ginny ayudó a Ginger a acostarse sobre su pecho fácilmente, un consuelo que sabía que tenía su mejor amiga, acariciando su cabello en lo más mínimo antes de quedarse dormida.

𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐇𝐎𝐑 | Ginny WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora