𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐇𝐎𝐑 | Ginny Weasley

↷Capítulo Cuatro

—No se permite que los niños y las niñas estén a menos de veinte centímetros entre sí—. La odiosa voz de Umbridge sonó por los altavoces mientras los estudiantes de género opuesto en el pasillo se alejaban. Ginger sostuvo sus libros en sus manos mientras se volvía.

—Aw, Ginny, mira, no pueden estar veinte centímetros más cerca.— Ginger habló en voz alta, solo para asegurarse de que Pansy Parkinson, quien ha sido terriblemente racista con Ginger durante años, la escuche mientras se alejaba de Draco.

—Es una pena.— Ginny habló, sus brazos alrededor de la cintura de Ginger para acercarse, mostrando como si pudieran estar cerca a diferencia de ellos, —Me siento tan mal—.

—Podría derramar algunas lágrimas por ellos, pobres amados.— Ginger continuó, frotando los brazos de Ginny suavemente.

—¡Largarse!— Pansy les espetó a los dos rápidamente, solo consiguiendo una risa de Ginger y una mirada furiosa de Ginny.

—Te dije que funcionaría.— Ginny se rió mientras unía su brazo con Ginger cuando doblaron la esquina alejándose de la chica, —Solo tienes que usar tu voz un poco más—.

—Lo estoy intentando.— Ginger dijo mientras asentía con la cabeza. —Es mucho más fácil expresar mis pensamientos ardientes en un papel en lugar de que se derramen de mi boca—.

Ginny siempre encontró las palabras poéticas de Ginger tan relajantes y satisfactorias de escuchar, que escucharía hablar a Ginger para siempre,  ...si pudiera.

(....)

—Cho, Cho Chang—. Ginger dijo mientras se movía a través del pequeño grupo de personas reunidas en una vieja habitación en Hogsmeade, —Estamos llenos como sardinas —.

—Esa es una forma de decirlo, realmente—. Cho asintió con la cabeza, mirando hacia la chica que estaba dos años por debajo de ella, pero era la única persona que no se había apartado de su lado cuando falleció su difunto novio.

—¿Cómo estás? No te he visto mucho este año, ¿ya no estás en el equipo de quidditch?— Ginger preguntó, asistió a todos los juegos, generalmente para ver a Ginny, pero nunca dejó de sorprenderse de lo bien que jugaba Cho.

—Oh, no, este año no.— Cho dijo con un pequeño ceño fruncido, —¿No sabrás de qué se trata esto?—

—Sobre la necesidad de un mejor maestro, eso es lo que dijo Hermione de todos modos.— Dijo Ginger antes de sentir una mano cálida en su espalda baja. Ginny y Ginger siempre habían sido tan afectuosas la una con la otra, eran la persona favorita del otro en todo el mundo. Ginger hizo que Ginny adquiriera el hábito rápidamente, sin perder nunca la oportunidad de amarla y con el tiempo Ginny también lo hizo.

—Cho, te mantienes caliente, ¿verdad?— Preguntó Ginny, señalando las muchas capas de ropa de Cho. Ginger le dio un codazo a Ginny en lo más mínimo con un carraspeo, —Yo haría lo mismo—.

Es por eso que les fue tan bien juntas, de verdad. Ginny no tenía mucho filtro la mayor parte del tiempo y nunca perdía la oportunidad de morder la cabeza de alguien. Si bien Ginger generalmente mantenía la paz con los demás, estaba allí para respaldar a Ginny en todo momento, pero también advertirle cuando su naturaleza contundente se mostraba más grosera. Simplemente encajan perfectamente, siempre tan perfectamente.

—Ustedes dos son un espectáculo para los ojos doloridos—. una voz suave habló cuando Luna emergió de detrás de Cho, mucho más pequeña que las tres pero no parecía molestarla, —Te verías genial en la portada del Quisquilloso—.

—¿Quién lee el Quisquilloso?— Preguntó Ginny, recibiendo un codazo de nuevo.

—Mi padre escribe para el—. Luna le informó mientras Ginny se sonrojaba de vergüenza, Ginger se apresuraba a salvarla.