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La pequeña conversación con Jeongin parecía haberse quedado grabada a fuego en su cabeza. Todo lo que él comentó sobre Lee Jeno. Bufó. Últimamente ese nombre no dejaba de darle dolores de cabeza. Intentó que el torbellino de palabras, recuerdos e ideas siguiese en su cabeza. Trató de concentrarse lo máximo posible en Lucas, quien seguía dormido de forma graciosa sobre el sillón. Jaemin llevaba ya un rato acariciándole el pelo, viendo si conseguía despertarlo para que al menos se fuera a un sitio donde pudiera dormir sin hacerse daño, pero Lucas parecía ser completamente ajeno a todo. Jaemin no recordaba haber visto nunca a nadie dormir de esa manera. Sonrió. Lucas era único, de verdad, en todos los sentidos.

Por un momento, un breve instante, creyó que quizás ese tonto club, esa tonta sociedad que los obligaba a emparejarse durante un mes completo no era una completa tortura. Pero luego se obligó a recordar que con Lucas solo había tenido suerte. No todo el mundo era como Lucas, tan amable y atento, tan cálido. Estaba el claro ejemplo de Lee Jeno, un ser grosero y rudo con el que esperaba que nunca le tocase. Preferiría mantenerlo lo más lejos posible.

Aunque si era sincero... se estaba quedando sin opciones para personas con las que quería estar. No conocía a la mayoría y, definitivamente, no estaba en sus planes hacerlo. Antes la idea de que Renjun y él estuvieran juntos parecía su único salvavidas, ahora ya no estaba tan seguro. Entre el comportamiento de Renjun y aquella charla que escuchó... ¿Renjun siquiera lo consideraba su amigo aún? ¿O alguna vez lo hizo? No podía evitar cuestionar la naturaleza de su relación después de todo lo que había pasado.

Una mano sacudiendo sus cabellos lo hizo salir de sus pensamientos. Lucas lo miraba con una expresión adormilada en su rostro, aunque también podía ver el alivio impregnado en sus rasgos.

- ¿Sabes? Cuando te metes en tus pensamientos parece que dejas de estar aquí - murmuró. Su voz sonaba más grave de lo habitual -. ¿En qué estaba pensando esta cabecita tuya?

- Me da miedo la siguiente organización de las parejas - comentó -. Me has malacostumbrado.

- ¿Yo? - bufó Lucas en descontento - Tú a mí no, solo me ha preocupado todo el tiempo - se quejó en broma.

- Lo siento por eso, yo...

Lucas lo analizó durante apenas unos segundos antes de jalarlo hacia sí mismo en un abrazo.

- No tienes que disculparte por nada - susurró -. Conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado este año, y no cambiaría nada.

- ¿De verdad?

- De verdad.

Sintió cómo si sus mejillas hubieran empezado a arder. Él también se sentía así con respecto a Lucas, nunca se imaginó llegar a ser amigo de alguien así. Lucas era espontáneo, seguro y extrovertido. Él siempre parecía encajar en cualquier contexto, conseguía hacer siempre suyo el lugar o adecuarse al ambiente. Por el contrario, Jaemin era introvertido, callado y trataba de mantenerse lo más ajeno posible al mundo que le rodeaba.

Algunos dirían que mientras que Lucas soñaba con la grandeza, Jaemin se conformaba con sobrevivir el día a día. Pero la gente nunca veía más allá. Nadie conocía al Jaemin que todos imaginaban. Aquellos que lo idolatraban veían a un chico frío y misterioso que se mantenía inalcanzable como cualquier ídolo. Alguien al que admirar pero que nunca estaría al alcance de unos míseros mortales. Para otros, Jaemin no era más que un chico cualquiera demasiado despreocupado. Alguien al que todo le daba igual.

Pocas personas trataban de conocerlo, y con menos aún él se mantenía sincero.

- Lucas... - susurró mientras se aferraba aun más a su cuerpo - Gracias. Gracias por quedarte.

No obtuvo respuesta más allá de una mayor fuerza aplicada en el abrazo. A esas alturas, las palabras sobraban. Los pequeños gestos, las acciones más diminutas eran las que hablaban más alto. Ambos habían aprendido a escucharse y a entenderse.

Pese a no saber apenas nada de la vida del otro, sabían que podían estar el uno para el otro. Una especia de conexión que no se veía todos los días.

Se levantaron poco después, no queriendo que el contacto se extendiera demasiado como para volverse incómodo. Jaemin fue el primero en ponerse de pie, sacudiendo levemente su "pijama". Sin embargo, Lucas solo se reacomodó en el sillón buscando una posición que impidiera que los dolores, que ya tenía, se agravasen. Estaba seguro que después de esa noche necesitaría mínimo un masaje para destensar sus músculos.

- ¿Qué haces?

- ¿Acomodarme? Jaemin, no pensarías que iba a dormir de nuevo en esa postura, ¿verdad? - se quejó - Paso unos minutos más así y seguro que no puedo volver a poner el cuello derecho.

- No me refería a eso, bobo - lo tomó de la mano -. Vamos, duerme conmigo. Estoy acostumbrado a dormir con Jeongin, pero se fue a la habitación de Sehun por esta noche.

No pasó mucho para que el chino se hubiera puesto de pie, estirando sus extremidades lo máximo que pudiera. También movió un poco el cuello antes de mirar a Jaemin con una ceja alzada.

- ¿Vamos? No tenemos toda la noche para dormir.

- Creía que le ibas a poner más problemas a que durmamos en una misma cama - murmuró.

Realmente, en su cabeza había ideado todo tipo de argumentos a favor de su idea. No era normal dormir en la misma cama que tus amigos, o eso era lo que siempre le habían dicho. Las camas solo se compartían con la familia y las parejas, eran como un lugar sagrado e íntimo.

Sin embargo, Lucas había reaccionado como si nada.

- Jaemin, Jaemin... - habló con una sonrisa - Dormir en una cama es como un sueño hecho realidad ahora mismo. Además - añadió -, y ya no te puedes arrepentir, eres tú quien va a acabar o abrazado o en el suelo.

- ¿En el suelo?

- Claro, me muevo mucho - al ver que Jaemin no reaccionaba, Lucas jaló su mano ligeramente -. Vamos, no tenemos toda la noche pare dormir. ¡Rápido!

Sin saber por qué, Jaemin siguió la petición de su amigo, guiándolo hasta su habitación. Esta estaba un poco desordenada, aunque se disimulaba bastante bien gracias a la oscuridad. Normalmente, esta no tenía nada pero ahora la cosa había cambiado. Sus pocas pertenencias eran acompañadas por algunas de Jeongin y otras que Hyunjin había traído para cuando venía a visitarlo.

Aunque en vez de molestarlo, aquello le daba un sentimiento cálido. El lugar parecía tener vida por primera vez desde que su madre fue arrestada. Y ahora, con los brazos de Lucas cerniéndose a su alrededor se sintió feliz. Se sentía menos solitario, y menos solo.

- Buenas noches, Lucas.

- Cállate y a dormir, Jaemin.

Soltó una suave risa. Definitivamente, aquel momento se sentía como un verdadero oasis en su desierto de soledad. Como si un barco hubiera llegado a la isla donde había naufragado. Creyó que Lucas estaba siendo esa persona que lo estaba abriendo al mundo, que lo estaba cambiado. Aunque lo que no sabía, es que había sido ese club el que lo estaba haciendo cambiar.

Esa había sido la razón por la que su hermano y su primo habían accedido a que este siguiera su legado. Jaemin se había apagado, se había retraído. Vivía sin vivir porque no confiaba en la gente, porque esta no le interesaba. Nunca se daba la oportunidad de conocer a nadie. No quería que nadie le hiciera daño.

Pero al final, lo único que Jaemin había sacrificado era su propia vida, sus ganas de vivirla.


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En el siguiente capítulo ya se cambia de pareja, así que quería dejar un bonito recuerdo de Lucas y Jaemin :c

The couples game [NoMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora