Capítulo 16 "Mi elección... Mi decisión"

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Mi respiración estaba acelerada. Kuro estaba ahí, tirada en el suelo. No quería pensar en eso. No. No. No podía ser. No ahora. No después de haber derrotado al fin a Rufus. Corrí hacia ella torpemente, cayendo al tropezarme con un brazo de un cuerpo que había en el suelo. Caí frente a mi compañera y... Todo estaba tan claro y... Tan rojo...

—No, por favor... No... —rogaba mientras la sujetaba torpemente entre mis brazos.

La sangre seguía brotando de sus múltiples heridas, formando en el suelo un charco escarlata. Estaba llena de... Agujeros. Por todas partes. Desde el torso hasta las piernas. Nunca había visto nada así.

—Esto tiene que ser una pesadilla... —negaba con desesperación en voz alta. —¡Eso es! ¡Debe ser una ilusión creada por Yoth!

Kuro comenzó a toser, para mi sorpresa. Aunque más que aire... Soltaba sangre a borbotones.

—¡¡Kuro!! Oh, dios... ¡Oh, dios!... ¡¡Sigue viva!!

Miré a mi alrededor con una gran mezcla de emociones. ¡Kuro estaba viva! Aunque gravemente herida. Tenía que ayudarla, pero... ¿Cómo? No tenía pociones curativas y era imposible comprimir tantas y tan profundas heridas. Su cuerpo estaba completamente atravesado, de lado a lado. No sabía qué hacer. No podía pensar. Simplemente comencé a gritar con todas mis fuerzas. Era lo único que podía hacer. Lo único...

—¡¡Emma!! ¡¡Kuro está muriéndose!! ¡¡Necesita ayuda!! ¡¡¡Despierta, por favor!!! Por favor... Yo... No puedo hacer nada...

Mis palabras hacían eco en las paredes del lugar, pero no recibía respuesta. Emma estaba inconsciente, por lo que yo era la única persona que podía atender a nuestra amiga malherida. Me mordí el labio inferior con impotencia. Tal fue la presión que llegué a hacerlo sangrar sin darme cuenta.

—Después de todo lo que has hecho por mí... Lo siento muchísimo, Kuro. —musité mientras la abrazaba y estando al borde de las lágrimas. —Si no fuese tan inútil, tan débil... Lo siento tanto...

Nada. No podía hacer nada. Su sangre caía de su cuerpo como si fuesen cascadas. Se sacrificó por mí. Ella confió en que yo lograría acabar con el enemigo y dio la vida por eso mismo. No quería perder a nadie más, y se notaba por su forma de combatir. Trataba de terminar lo más rápido posible con Rufus. No estaba tomando en cuenta el agotamiento de su propio cuerpo. Quizá... Solo quizá... Si hubiésemos combatido juntos desde el inicio... ¿A quién pretendo engañar? Emma respira de milagro por culpa de un familiar peligroso que utilizamos como último recurso. Kuro agotó todas sus energías cortando y esquivando al doctor. Yo, en cambio, ¿qué fue lo que hice? Exacto. Nada. Fui inútil durante todo el combate. Simplemente me puse en peligro. Yo no estaba a la altura de mis compañeras. Si solo alguien más hubiese ocupado mi lugar... Alguien más fuerte, más capaz. Un nombre vino a mi cabeza cuando pensé en ello. Alguien que conocía desde hacía varios años, casi desde que nací. Un líder nato.

—¿Por qué demonios pienso en Nathan en un momento así? —se me escapó mientras dejaba caer una lágrima. —Soy realmente patético...

La respiración de Kuro se hacía cada vez más y más débil. Había perdido mucha sangre y aún seguía perdiendo más, además que sus pulmones no estaban precisamente intactos. De hecho, era un milagro que siguiese con vida después de esas horribles heridas.

—Prometí que te protegería... Lo hice, pero... No esperaba que mi debilidad fuera tan grande. —gritaba con impotencia. —¡¿Por qué estoy aquí si no soy capaz de ayudar a nadie?! ¡¡Responde!! ¡¡¡EDNA!!!

Sentí que el mundo se me derrumbaba encima y mi incapacidad por hacer nada me arrastraba hasta el fondo del pozo. Gritaba entre llantos. Por mucho que me esforcé, el resultado era el peor. Incluso pensé que debería haber sido yo y no ella.

Cuando me duermo... ¡¿Aparezco en otro mundo?! / NemurisekaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora