Por la ventana entraba el sol radiante de la mañana. Un nuevo día comenzó, por lo que me levanté con ánimos de comerme el mundo y... Sí, claro, ¿y qué más? Otro día en el que no tenía nada de información y debía continuar investigando desde prácticamente cero el tema de los bandidos, y sin contar el entrenamiento. Al menos eso último estaba funcionando, aunque fuese en parte. Empezaba a entender a qué se refería Rizz con sentir la magia de mi alrededor, aunque aún no sabía cómo hacer para manipularla. ¡Pero ya no era la casilla de salida! Tenía que conformarme con ese pequeño y diminuto avance. Si no mantenía mi ánimo arriba, podía volver a tener una crisis nerviosa o algo. Todo estaba siendo demasiado estresante y no era fácil precisamente el mantenerse estoico.
-¡Chicos, atentos todos! -anunciaba Aaron desde el piso inferior.
Mientras bostezaba, bajé las escaleras del gremio para encontrar la pequeña reunión de aventureros cerca de la barra, todos en semicírculo atentos a lo que se iba a anunciar. Otros aventureros de mayor rango, como Yuel, estaban a lo suyo revisando el tablón de misiones o desayunando.
-Ayer logré obtener estos mapas de una de las asistentes del gremio. -se jactó orgulloso.
Los obtuvo él antes de que pudiese decirle nada a la capitana. Otro plan que fracasaba, para variar. Logré retener mi suspiro de profunda decepción y así no destacar, pasando de la situación cual fantasma. Ya no tenía nada más que hacer ahí. Comer algo a lo sumo.
-¿Acaso piensa que se ve genial o algo así comportándose de esa manera? -escuché de pasada.
Por lo visto no era el único que opinaba de la misma manera sobre él. No es que hiciese nada por cambiar la opinión popular que tenía con sus actitudes. Solo esperaba que no lo matasen por descuidado. No me caía bien, pero tampoco iba a desearle nada malo.
Tras algunas horas de entrenamiento me senté a descansar. El de ese día fue algo más intenso, pues seguía sin mostrar buenos resultados.
-Tal vez el talento sí exista después de todo. -se rio con resignación. -Perdón por no ser tan buena maestra como creía.
-No, no creo que sea tu culpa. Seguramente sea yo, que no termino de entender el funcionamiento del maná, su manipulación y eso. -traté de consolarla.
-Al menos eres capaz de percibirlo, aunque sea levemente. Es algo.
No era capaz de saber cómo continuar mi entrenamiento, a pesar de las indicaciones y consejos de la capitana. ¿Tendría algo que ver el hecho de que yo no fuese originario de Alhark? ¿O precisamente ese hecho debería hacer que hubiese sido más fácil? Pensar en ello tampoco me iba a ayudar con ese problema. Y no era el único que tenía.
-¿Entonces dices que el grupo de tu gremio ha conseguido algo? -preguntó tomando asiento a mi lado a la vez que comenzaba a toquetear su trenza castaña.
-Sí. Ayer un conocido mío llevó unos mapas útiles para la investigación allí porque no termina de confiar en los guardias. Quería decírtelo hoy para ir por ellos, pero se me han adelantado. Lo siento.
-No te preocupes. El conseguir los suministros robados es solo cuestión de tiempo. Nosotros buscamos hacer algo más complicado.
-Lo sé. Da igual que se recupere todo si después se los pueden seguir robando. Básicamente calma las aguas momentáneamente, no se resuelve el problema.
-Exactamente. Por eso hay que tratar de ser más listos que los bandidos y, sobre todo, que su líder.
-No te refieres a Conrad, ¿cierto? ¿Tienes alguna pista que seguir para saber quién los ha podido contratar?
-No, todavía nada.
-¿No has convencido a ese niño para que hable?
-Aún no. No se termina de fiar de mí. ¿Quieres preguntarle tú? Quizá al ser un aventurero...
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Cuando me duermo... ¡¿Aparezco en otro mundo?! / Nemurisekai
FantasySin entender nada, Daniel tiene un extraño sueño en mitad de clase en el cual tres gemas de colores muy distintos se presentan frente a él. Tras esto se encuentra con que ahora tiene la capacidad de viajar entre un fantástico mundo medieval y su mun...