ANTE TODO NUESTRO AMOR

CAPITULO 27

Llegaba la primavera y con ella el florecimiento de las flores y de nuevos comienzos. Así lo veían ellos, el nacimiento próximo de su hijo solo podría traer consigo cosas buenas, en la empresa las cosas pintaban de maravilla Mew había conseguido nuevos inversionistas inyectando más capital y nuevas ideas y planes de negocios.

En cuanto a su albergue se podría decir que ha sido de bastante ayuda para las personas más vulnerables y de escasos recursos que recurrían por ayuda ya sea social, psicológica o física. Habían hecho convenios con clínicas médicas para poder ayudar a las personas que necesitaran de estos servicios, Gulf se daba vueltas de vez en cuando para verificar que todo estuviera funcionando correctamente. A dos semanas de cumplir los nueve meses aún seguía haciendo labores altruistas y ayudaba a su esposo con el trabajo desde casa su embarazo no le impedía hacerse cargo de sus compromisos.

Era una mañana de abril cuando Gulf se levantó y se sintió algo incómodo no sabía cómo expresarse sentía pequeños cólicos en la parte baja de su vientre que iban y venían sin causarle tanta molestia, pero también se sentía inquieto y desesperado decidió ir al jardín para poder relajarse un poco y descansar en uno de los camastros que se colocaban debajo de un gran árbol el cual proporcionaba una gran y fresca sombra. Gulf respiraba tranquilamente aire puro y fresco se sentía un poco más relajado empezó a acariciar su vientre para que su bebe se tranquilizara un poco ya que desde la noche anterior no dejaba de moverse poniendo a su padre de no muy buen humor por no haber podido descansar bien.

Sintió un fuerte tirón en su vientre acompañado de un dolor considerable, Gulf comenzó a respirar más profundamente para hacer que la punzada pasara, pero de un momento a otro pudo sentir otra más y otra, subiendo más el dolor. Ya no pudo aguantar, apretó su vientre con sus manos frunciendo su seño al querer levantarse, pero se le hacía imposible hacerlo empezó a sudar frio y a temblar del dolor.

-Aaaahhh...Nana!!!...Nana!!!- gritaba con gran desesperación desde su hermoso jardín adornado con hermosas plantas de brillantes colores que hacían deleitar la vista de cualquiera –Por favor, ayúdenme, Nana!!- la anciana salió apresurada junto a las muchas de servicio atravesando el jardín encontrándose con su querido niño llorando de dolor y muy aturdido –Por dios mi niño entraste en labor de parto hay que ir de inmediato al hospital, tranquilo estoy aquí necesito que me ayudes a llevarte a el coche, vamos con cuidado- lo tomo de uno de sus brazos mientras le gritaba al chofer para que le ayudara a llevarlo al coche para irse de inmediato al hospital.

-Bien Gulf te vamos a preparar ya tienes diez centímetros de dilatación en cualquier momento comenzaras a pujar y tenemos que tener todo listo para recibir a tu bebe- Ohm los recibió desde la entrada del hospital revisando signos vitales y anímicos de su paciente –Tranquilo, Mew está por llegar sé que no se perdería el nacimiento de su hijo y mucho menos te dejaría solo.

-¿Dónde está?, ¿qué ha pasado?- preguntaba muy nervioso aquel padre primerizo al llegar y encontrarse con Nana afuera del quirófano, la cual momentos antes le comunicaba que iban camino al hospital porque Gulf ya iba a tener al bebe

-Lo están preparando, el doctor Ohm esta con el desde que llegamos

-¡Mew! De prisa no tenemos mucho tiempo tienes que entrar a recibir a tu hijo Gulf está haciendo un buen trabajo ahí dentro- le palmeaba la espalda y lo dejaba entrar a aquella sala para que le pusieran una bata y pudiera estar junto a su esposo en este momento tan especial

-Mi amor ya estoy aquí todo estará bien- le tomo su mano y con la otra acariciaba su frente dejando un tierno beso lleno de emoción

-M-mew, me duele mucho no, no creo poder, hacer esto aaaaahhhh- se desgarraba en gritos de dolor se veía pálido apretaba fuertemente su mandíbula a cada contracción que sentía lloraba se sentía impotente su frente sudaba demasiado sentía desfallecer