CAPITULO 34

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Me llamo Fluke Natouch tengo 30 años y estudie para asistente social, actualmente tengo el puesto como director en el albergue que los señores Suppasit abrieron para ayudar a personas necesitadas es un muy buen trabajo que me ha ayudado a salir a delante además así puedo desempeñar mi profesión de la mejor manera sirviendo a gente como yo. Y es que a decir verdad tengo todos los requisitos que se necesitan para entrar al centro, solo tengo dinero para comer, además el lugar en donde vivo es solo un pequeño cuarto donde puedo dormir no tengo familia por decisión propia y soy docel así que si hubiera venido cuando todo aquello paso y si el lugar existiera sería el primero en ingresar.

Tenía 21 años cuando me gradué y pedí trabajo en varias instituciones gubernamentales, sociales y privadas en donde me pudiera desenvolver como asistente social; fue un poco difícil, pero encontré una vacante en un colegio privado de mucho prestigio, todo marchaba muy bien la paga era buena y el trabajo no era tan pesado. Al pasar los meses ya tenía bien definido los expedientes de los jóvenes con mayores problemas en la institución al igual que a los que solicitaban becas o venían por ayuda u orientación psicológica algunos eran un pan de dios pero otros eran el mismo demonio encarnado y Kai Sungtopol era el mismísimo mal, revisé su expediente varias veces: pensamientos psicópatas, maltrato físico, psicológico y verbal hacia sus compañeros y maestros, tenía excelentes calificaciones y era hijo de uno de los políticos más importantes del país. Me pude dar cuenta por lo último del porque seguía en la institución a pesar de todas esas notas y de todos los argumentos que me dieron los maestros cuando les preguntaba por aquel alumno, en cuanto al director se limitó a decirme que no me metiera en problemas y mucho menos al colegio.

Pero fue una tarde cuando todo cambio absolutamente. Ya había tenido varias conversaciones con Kai en algunas era su burla y en otras trataba de seducirme descaradamente, no sé cómo se enteró, pero supo que yo era gay y más que nada que era docel eso le despertó su instinto más oscuro y perverso. Yo salía del colegio y me dirigía a tomar el autobús cuando sentí que alguien me tapo la boca con una mano y con la otra me apuntaba en la cabeza con un arma no lo podía creer era ese niño, era Kai al que tenía en ese momento detrás de mí intentando secuestrarme Dios todo paso tan rápido que no supe como pero ya estaba en la parte de atrás de la escuela siendo golpeado y amordazado por él y sus amigos. Poco a poco me despojaban de mi ropa y se burlaban de mi, me tocaban y me decían cosas tan obscenas que me daban ganas de devolver el estómago, empecé a forcejear y a gritar por ayuda, pero de nada valieron mis intentos, me taparon la boca con un paño que contenía no sé qué, que me empecé a sentir algo adormilado, pero aun sentía como me tocaban y como de repente me empezaron a violar una y otra vez lo único que hacía era llorar y rogar porque todo pronto acabara. Cuando se cansaron me empezaron a escupir e insultar y no sé como pero me logre zafar las manos de ese amarre con mis pocas fuerzas me levante y le pude dar un golpe certero a Kai en la cara, lo distante dejando caer el arma que traía consigo no lo dude la tome en mis manos y les apunte con mis manos temblando a lo que otra vez empezaron a reírse de mi, pero empecé a disparar sin querer dañar a ninguno, solo quería asustarlos y hacer que se fueran para que me dejaran en paz, pero resulto todo lo contrario uno de los muchachos me tomo por detrás y los demás aprovecharon para tratar de quitarme el arma, forcejeamos y de un momento a otro un disparo se escuchó todos se empezaron a alejar Kai con sus manos en su pecho derramando sangre se deslizo al piso casi sin poder respirar, yo estaba en shok no sabía que hacer la pistola estaba tirada en mis pies cuando llegaron los de seguridad y vieron lo que había ocurrido. En su cabeza un maestro había matado a un alumno y no a uno cualquiera.

Días después estaba frente a un juez recibiendo una condena por asesinato a sangre fría, todo me inculpaba o me inculparon sin escuchar lo que en verdad paso no les importo mi condición ni lo que me hicieron, simplemente fui juzgado así sin más. Mi familia me dio la espalda completamente primero no tenían contacto conmigo por haber nacido docel, después por mi sexualidad y ahora por un crimen que no cometí, era la vergüenza total de la familia, un asco.

ANTE TODO NUESTRO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora