¿Inmoral? No, excitante.

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Este capítulo contiene escenas explícitas de sexo. Léase con precaución y una almohada a la mano 7w7r.

Más te vale no hacer ruido, Kaminari Denki.

Su beso agresivo no disminuía ni un poco, los dos, desesperados por sentir el cuerpo del otro, quitaron sin cuidado alguno sus ropas.

Los gemidos del rubio eran como un dulce afrodisíaco para los oídos de Kirishima.

Sus grandes manos recorrieron los muslos desnudos de Kaminari, apretando fuertemente, escuchando sus jadeos que pedían más. Sus súplicas por sentir más.

Gruñó y mordió su labio inferior, subiendo la mano para cerrarla sobre su cuello pálido, apretando de manera diestra para no asfixiarlo y elevar el placer.

Ah, sí...— gimió en cuanto hubo un breve espacio entre ellos.

Rápidamente los labios enrojecidos de Kirishima se posaron sobre los de Denki, metiendo su lengua y explorando, palpando, sintiéndolo todo.

Pronto la erección de ambos se hizo evidente, los bóxer de Kaminari parecían apretados y tenían una pequeña área húmeda de donde se asomaba una gota preseminal.

La mano libre del pelirrojo llegó a la entrepierna del rubio, lentamente bajó la agresividad del beso y se retiró un poco solo para apreciar el rostro enrojecido de Kaminari.

Sonrió sobre sus labios dándole un corto beso, masajeando el miembro palpitante de Denki—. Eres tan lascivo...— murmuró con voz ronca, recibiendo gemidos ansiosos de su pareja.

— Más... Más...— casi suplicó en medio del desespero. Deseaba sentir piel contra piel. Deseaba sentirlo a él haciendo un desastre con su menudo cuerpo.

Eijiro gruñó bajando la ropa interior con ambas manos, con lentitud, viendo cada una de las reacciones de su novio. De su hermoso, exquisito novio.

Se humedeció los labios. El pecho blanco de Denki subiendo y bajando, todo su cuerpo temblando.

— Esto es tan inmoral...— susurró Kirishima, subiendo en medio de las piernas, besando y mordiendo el interior de sus muslos blanquecinos.

Denki rió, a punto de decir algo, cuando la boca caliente de su pareja dió con sus testículos y erección palpitante.

Echó la cabeza hacia atrás gimiendo con más fuerza de la necesaria, alertando a Kirishima, haciendo que con rapidez le cubriera la boca con una de sus manos.

— Guarda silencio, o te voy a amordazar y a coger tan duro que no podrás caminar después, Denki— advirtió sonriente, le gustaba esa idea y sabía que a su atrevido novio también.

Pero amaba la sonrisa coqueta que siempre le daba cuando estaba a punto de desafiarlo, de hacerle perder su poca cordura.

— Okay...— se mordió el labio inferior. Kirishima alzo una ceja y apretó otra vez el cuello—. ¡Ah!— gimió sin precaución alguna, viendo de soslayo a un extasiado pelirrojo de mirada perdida cargada de lujuria.

— "Okay" no, Denki. Amo. Soy tu dueño Kaminari— recordó lamiendo sus suaves labios.

Mmf... Sí...— apretó otro poco el cuello, acortando brevemente su respiración. El rubio, sonriendo, completó:— ...Amo— el de ojos rubíes lo miró complacido, lo soltó y se alejó para agacharse y recoger su corbata.

Amado, DeseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora