Contexto y plan (2/2)

130 18 2
                                    


- Ustedes, manada de entrometidos, van a ayudarme- aquello los tomó definitivamente por sorpresa-. No pueden negarse, fueron ustedes quienes me hicieron decir toda esa puta mierda- advirtió antes de que Sero dijera algo, una segura negación al respecto.

Los cuatro guardaron silencio, con los ojos rojos de Kirishima perforándoles el cráneo, juzgándolos en silencio.

Ya los tres se preparaban para el sermón acerca de la masculinidad y elegancia que debían manejar en la agencia Dynamight y todo eso.

- ¿Cómo quieres que te ayudemos?- preguntó Mina ya un poco más relajada... En teoría. Al menos ya no sentía como si lo poco que había comido fuese a salir en cualquier momento.

- Quiero que él... Vea lo mucho que cambié- confesó sin mirarlos a los ojos, con el ceño fruncido a más no poder y un sonrojo muy leve pero notorio-. En la tarde tiene que venir para organizar algunos detalles sobre la misión. No quiero que interrumpan más de lo necesario, aplica para todo el personal, así que háganlo saber. Por favor asegúrate, Mina, de tener el mejor Katsudon para cuando él llegue.

- Está bien- acordó la pelirrosa, emocionada por la misión cupido.

Al menos eso la ayudaría a distraerse un poco del estrés de la misión que se haría en dos semanas más. Estudiar la composición de los ácidos siempre la ha fascinado, pero al hacerlo tanto últimamente ya se siente cansada mentalmente.

- Eso es todo, vuelvan a sus trabajos- ordenó, escondiéndose en un par de montañas de documentos por analizar, firmar o descartar.

Sero suspiró y sin decir nada más salió con sus dos amigos de la oficina de olor relajante mientras la morena se quedaba.

- ¿Qué quieres, ojos de mapache?

- Te admiro mucho, Bakugo- se paralizó en el preciso instante en que esas palabras salieron de los labios de su amiga-. Espero de corazón que él pueda ver lo increíble que eres. Nos vemos más tarde, adiós.

Salió de la oficina dando brinquitos de emoción, ansiando que el bonito peliverde de adorables pecas llegara a la agencia cuanto antes.

[...]

- No.

- Pero-

- Dije que no. No quiero.

Una sonora carcajada atrajo la mirada de los transeúntes.

- Voy a estar bien~- canturreó divertido.

- Ajá, eso dijiste la otra vez- protestó, cruzándose de brazos y haciendo una expresión incrédula.

Guardó silencio-. Eso... Es casi cierto. Pero te prometo que esta vez será diferente. Y si pasa algo puedo llamarte para que vengas por mí, ¿verdad?

El semialbino lo miró por largos segundos, para luego pasar a entrecerrar los ojos-. ¿En serio me vas a llamar?- inquirió desconfiado.

-... Sí- contestó, aunque no muy seguro de su propia afirmación.

Todoroki suspiró-. Bien- encerró al peliverde en un abrazo cálido, percibiendo la tensión en el menudo cuerpo del pecoso. Acarició su mata de cabello esponjoso y le dió un beso en la corona. El corazón de Izuku latió desbocado-. Cualquier cosa voy a estar pendiente de ti, okay?

Izuku asintió-. Okay...- confirmó en un susurro suave.

Se separaron y cada uno continuó por su camino.

Midoriya suspiró. No quería volver a ese lugar, aún sentía su corazón latir por lo sucedido ese día con Bakugo. La confusión que aquella acción desató en su cuerpo a partir de ese momento fue descomunal.

Amado, DeseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora